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Viernes 7 de septiembre

04:00 p.m.

Jiyoung

Nowadays Entertainment — Planta 20

El fondo de Behind the Masquerade sigue mostrando el blanco respetuoso por el luto a D. Sun mientras Jiyoung baja por la página para buscar la noticia que le interesa. Hyun le ha dicho que el portal ha subido un reportaje fotográfico de la ceremonia de despedida al líder de Bright.

No le gusta demasiado recurrir a páginas web de ese tipo, pero, dentro de lo malo, debe reconocer que el administrador hace buenas fotografías. Aunque tenga cierta tendencia a sacar imagénes en las que Jiyoung sale cortado o de espaldas junto a sus compañeros de St!gma. Es algo que siempre lo ha atormentado, quizá porque, en el fondo, siempre ha sabido que no debieron escogerlo como líder del grupo.

—¿Jiyoung? —pregunta Cheol abriendo la puerta.

El joven cierra el explorador en su móvil y levanta la vista hacia el mánager. Jiyoung se pone en pie con cierto nerviosismo antes de preguntar:

—¿Se sabe algo nuevo?

El mánager Cheol lo reprende con la mirada. Jiyoung se encoge de hombros porque no necesita que lo amoneste por ser siempre tan impaciente. Es incapaz de ser de otra manera. El calmado es Hyun, él es puro nervio.

Bae suele bromear con que son el matrimonio perfecto por lo bien que se compensan, pero ahora mismo le cuesta recordar a su amigo de otra manera que no sea con ese aire taciturno que mostró en la ceremonia de D. Sun y que sigue arrastrando en los mensajes que han intercambiado.

—Hemos reforzado la seguridad en la casa y han soltado a las jixis después de que se disculparan —responde el mánager.

Gesticula para que Jiyoung se acomode en el mismo sofá color perla donde ya estaba sentado. La inquietud en el joven empeora cuando el otro se echa hacia delante para seguir hablando.

—Hit Song no acepta que no actuemos. Dicen que podemos usar un repertorio antiguo, pero que la gala continúa como está.

Jiyoung se recuesta en el sofá con un suspiro.

—¿Es que no han tenido que realizar cambios por lo de Bright?

—Sí, Bright ha dicho que no asistirá a la gala, aunque usarán su espacio para dedicarle un homenaje a D. Sun. De hecho, nos han ofrecido el puesto central —explica el mánager Cheol tendiéndole una carpeta con toda la información.

Levanta una mano y aparta la documentación con cierta tensión. Es increíble, no solo les impiden retirar su actuación, sino que, además, los quieren obligar a participar en algo que, seguramente, esté destinado a lucrarse con la muerte de su amigo.

—Sabes que Hyun va a tirároslo a la cara, ¿verdad? —dice Jiyoung.

Y Ry soltará algún insulto enrarecido por el acento cerrado que le sale cuando se enfada; pero Jiyoung se lo calla. El mánager deja la carpeta en el regazo del chico y entrelaza los dedos frente a su rostro.

—No si se lo explicas como una oportunidad de convertir esa atención en algo positivo —añade Cheol.

Los labios de Jiyoung se despliegan en una expresión de sorpresa. Así que se trata de eso, de limpiar el nombre de St!gma con algún discurso lacrimógeno sobre volverse más fuerte tras la adversidad. Le da asco tener que participar en esas pantomimas.

—Antes de que digas nada, Dak-Ho pidió que lo hiciérais vosotros —interviene el mánager.

Aprieta los dientes y sus dedos, la carpeta. Claro que el vocalista de Bright pediría algo así, es un chico demasiado dulce y bueno como para permitir que conviertan el homenaje a su amigo en una forma de dar publicidad a otros grupos en activo.

—No me dejáis otra salida —dice Jiyoung.

—Es lo mejor para St!gma.

Jiyoung encaja el golpe con elegancia, esas palabras pronunciadas por el mánager de manera tan precisa son el mantra de su día a día. Siempre queriendo las mejores condiciones, los mejores tratos, la mayor comodidad; pero, en este caso, es a costa de sus propios principios.

—¿Y Jaehee? —pregunta con cierta resignación.

Es lo que más le preocupa de la actuación en Hit Song. Lo único que quiere es aliviar ese duro palo que le está dando la vida.

—Trabajaremos en un medley en el que no tenga que participar. —Cheol levanta una mano al intuir la protesta de Jiyoung—. Jaehee no está en condiciones y no creo que en dos semanas pueda rendir al cien por cien.

—¿Vais a apartarlo de la gala de premios que abre la temporada de otoño? —Jiyoung no disimula lo mucho que le espanta esa perspectiva.

—No. Asistirá, siempre y cuando sea lo que quiere, pero no actuará. Al menos, no en el espacio destinado a St!gma.

Se pasa la mano por la cara, subiéndola por la frente y dejando que sus dedos se enreden en los desordenados mechones. Le duelen las sienes por la tensión. El ataque de pánico que Jaehee sufrió al enterarse de lo sucedido con D. Sun no ha sido, ni mucho menos, la primera vez que el maknae de St!gma tiene que lidiar con este tipo de crisis, pero nunca han impedido que participara en la promoción del grupo. Ni siquiera cuando el líder de Bright era el único capaz de tranquilizarlo en la época en que debutaron.

Pensar en sus dos amigos es la gota que colma el vaso de su aguante. Siente que se le emborrona la visión y se pone en pie para apartarse del mánager Cheol. Escucha que lo llama, pero él ya ha salido de la sala.

El pasillo blanco y gris con luz demasiado brillante lo recibe. Pese a que está mareado, se las arregla para apoyarse en la pared y dar con la puerta que conduce a la escalera. Jaehee siempre dice que se siente mejor cuando se encuentra en un lugar alto, que, si ve la ciudad a sus pies, puede respirar más tranquilo, y Jiyoung necesita dejarlo todo atrás. Por eso sube los escalones a toda velocidad, sintiendo cómo el aire en los pulmones empieza a quemarlo.

Abre la puerta en el piso veintiséis y la presión de su cabeza le pesa más que en cualquier otro momento. Jiyoung toma una bocanada de aire, tal y como el líder de Bright le enseñó hace tantos años que ha perdido la cuenta, y grita con todas sus fuerzas.

El mundo tiembla alrededor, tambaleándose en su propio eje, haciéndole caer de rodillas.

Stigma

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