Читать книгу Estudios Interdisciplinares de género - Marta Del Pozo Pérez - Страница 20
2. RAÍCES EN LA EDUCACIÓN
ОглавлениеOtra de las raíces de la violencia de género es sin duda alguna la restricción a la educación. Al corresponderle a la mujer el cuidado de los hijos y del hogar, “lo lógico era que una chica dejase de estudiar tras finalizar los estudios primarios o, como mucho, los secundarios, pues no iba a vivir de sus estudios sino de su marido”35. De ahí que “la educación de las mujeres debía estar siempre en función de la de los hombres”36, por lo que a las mujeres se les enseñaba religión y labores, todo enfocado a que cumpliera a cabalidad su rol de madre y esposa, siendo el ingreso a la universidad de la mujer una verdadera lucha, pues en una sociedad machista no se justificaba su profesionalización para ser ama de casa.
Sin embargo, este panorama desolador satisfactoriamente ha cambiado. La educación diferenciada ha quedado atrás, con pocas salvedades, y la educación pública ha dejado de lado que ésta sea solo un privilegio que pocos pueden pagar. De hecho, en cuanto al acceso a niveles superiores de enseñanza, actualmente somos las mujeres quienes llenamos las aulas universitarias. En definitiva, la educación se ha convertido en un elemento clave para la emancipación, “pues la ignorancia, se entiende, no sólo mantiene sometida a la mujer, sino que sirve, a su vez, para justificar dicho sometimiento”37.
De acuerdo con la información estadística correspondiente a la educación universitaria en el curso 2015-2016, publicada el 20 de febrero de 2018, por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la población que accede a la universidad se registra en un 44,4% hombres y un 61,3% mujeres38, el porcentaje de la población de 30 a 34 años que ha alcanzado el nivel de formación en educación superior se registra en un 34, 4% hombres y un 43,9% mujeres.
Ahora bien, pese a la mayor presencia de las mujeres en la universidad, en el campo ocupacional o empleo se registra un cambio, pues la tasa de empleo de la población graduada a nivel europeo es de 85,7% hombres y 80,6% mujeres; y, con relación a España el 73,7% hombres y el 71,1% mujeres39.
En cuanto a la elección de la profesión, se confirma la existencia de carreras profesionales ligadas a los hombres y otras a las mujeres, “como si existiesen profesiones femeninas y profesiones masculinas”40. Según confirman las cifras recogidas, el campo de estudio predilecto de las mujeres es la educación en un 80,2%, seguido por humanidades y artes en un 66,9% y salud y servicios sociales en un 74,3%, dejando en la cola la preferencia por la ingeniería y arquitectura con solo un 27,4%. Finalmente, en el campo de la ciencia y tecnología los hombres ocupan el 24,9% y las mujeres un 13,1%.