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1. Apartamento de ERIC y TOBY

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TOBY.— Llevo todo el día reescribiendo el mismo monólogo, pero creo que ya lo tengo. ¿Te lo puedes leer y me dices?

ERIC.— Claro, me encantaría. Luego. Había pensado que antes podíamos hacer otra cosa.

TOBY.— Espera, ¿estás desnudo?

ERIC.— Vente y lo compruebas tú mismo.

TOBY.— ¿Y la cena?

ERIC.— Podemos pedir algo.

TOBY.— Sí, pero si lo dejamos para última hora tardará un montón y sabes que tengo que cenar antes de las ocho / o luego no podré dormir…

ERIC.— ¿Te acuerdas de cuando me dijiste que acudiera al Whitney con los vaqueros más ceñidos que tuviera y sin ropa interior?

TOBY.— Echo de menos el antiguo Whitney.

ERIC.— Había una exposición de John Currin y no parabas de intentar meterme mano por dentro del pantalón.

TOBY.— El nuevo está muy lejos.

ERIC.— Los vaqueros me apretaban tanto que no te cabía la mano. Pero te empleaste a fondo y al final la metiste.

TOBY.— Las vistas desde la terraza sí que me gustan.

ERIC.— Y luego no la podías sacar.

TOBY.— Tú quisiste hacer sentadillas toda la semana.

ERIC.— Ahora sí que me prestas atención.

TOBY.— Con esos vaqueros te prestaba toda la atención del mundo.

ERIC.— Esta semana he hecho muchas sentadillas.

TOBY.— Ven aquí que te meta la cara en el culo.

MORGAN.— Toby se desnuda y se mete en la cama con Eric.

TOBY.— Dios, me encanta tu culo. ¿Cómo puede un judío de Westchester acabar teniendo un culo tan bonito? Tiene que ser por parte de madre.

ERIC.— ¿Y si no hablamos de mi madre mientras tengo una erección?

TOBY.— ¿Tienes una erección? Quiero una erección. ¿Cómo es que tienes una erección y yo no?

JOVEN 1.— Eric se mete bajo las sábanas y se la empieza a chupar.

ERIC.— Voy.

TOBY.— ¡Sí! Pónmela dura, cariño.

Ah, sí.

Uhm, uhm.

No está funcionando.

ERIC.— Piensa en algo sexy.

TOBY.— ¿Te acuerdas de aquella vez en Fire Island cuando vimos a dos tíos follando en el Meat Rack? Aquello me puso muy cachondo.

ERIC.— Eso sí que funciona.

TOBY.— Sí. Ojalá lo hubiéramos hecho. Yo quería, pero te daban miedo las pulgas. Tú ahí cabalgando mi polla sobre una sábana en el Meat Rack. O sobre una manta, que es más gorda. Como mi polla en tu boca. Ah, sí, esto ya va.

ERIC.— Fóllame, Toby.

TOBY.— ¿Sí? ¿Quieres que te folle?

ERIC.— Te lo acabo de decir.

TOBY.— Sí. Solo seguía el… vale, te voy a follar como si estuviéramos en el Meat Rack.

ERIC.— Pero ¿qué te ha dado de repente con el Meat Rack? Hace ya por lo menos / cinco años.

TOBY.— No sé, es que me puso muy cachondo. ¿A ti no?

ERIC.— Sí, pero no llevo obsesionado con eso desde entonces.

TOBY.— No diría que estoy obsesionado, es solo que me ha venido a la mente, sin más.

ERIC.— Toby, méteme la polla ya.

TOBY.— ¡Sí, señor!

MORGAN.— Toby empieza a penetrar a Eric.

TOBY.— ¿Bien?

ERIC.— Espera…

Vale, inténtalo otra vez.

¡Despacio!

TOBY.— ¿Cómo va?

ERIC.— Eso es. Despacio.

TOBY.— ¿Más?

ERIC.— Un poquito.

MORGAN.— Toby entra un poco más.

TOBY.— Joder, qué bueno.

ERIC.— Un poco más.

TOBY.— «Un poco más» es toda.

ERIC.— Sí, dale.

MORGAN.— Toby la mete entera. Ambos gimen de placer. Follan lentamente.

TOBY.— Puff, estás cerradito. ¿Cuándo fue la última vez que has – ?

ERIC.— ¿Qué?

TOBY.— Ya sabes… ¿Quedaste con alguien cuando me fui a Chicago el mes pasado?

ERIC.— ¿Por? ¿Y tú?

TOBY.— Uno de Grindr.

ERIC.— ¿Cómo era?

TOBY.— Pues la verdad es que estaba bueno. Y tú, ¿qué?

ERIC.— El último fue el tío aquel este otoño. No recuerdo dónde estabas.

TOBY.— ¿Cómo era?

ERIC.— Meh. Me folló como si me estuviera haciendo un favor.

MORGAN.— Follan en silencio.

Tras un segundo:

TOBY.— ¿Pedimos chino luego?

ERIC.— Cenamos chino anoche.

TOBY.— Pero te gusta la comida china.

ERIC.— Toby, no sé. ¿Podemos hablarlo luego?

TOBY.— Solo quiero saber qué vamos a pedir para solucionarlo en cuanto acabemos.

ERIC.— Rómpeme el culo, cabrón.

TOBY.— ¿Sí, quieres mi rabo, pequeñín?

ERIC.— Uy, Toby, eso no.

TOBY.— Perdón.

ERIC.— Fóllame, Toby.

TOBY.— ¿Así?

ERIC.— Más fuerte.

TOBY.— Más fuerte / no puedo.

ERIC.— Fóllame más fuerte.

TOBY.— ¿Te gusta?

ERIC.— Me flipa. Te quiero, Toby.

TOBY.— Ah, Dios, me falta poco. Mierda, lo siento.

ERIC.— No pasa nada, Toby. Córrete dentro.

Ah, Dios, te quiero.

Te quiero.

Te quiero.

Vamos a casarnos.

TOBY.— ¿Qué?

ERIC.— Ay, mierda, nada. No he dicho nada.

TOBY.— ¿Quieres que nos casemos?

ERIC.— No es el momento, no he dicho nada. Sigue.

TOBY.— Pero ahora ya lo has dicho.

ERIC.— Olvídalo y dame la vuelta.

MORGAN.— Toby ya le está dando vueltas.

TOBY.— ¿Pero en plan bodorrio pijo?

ERIC.— No hace falta que lo hablemos ahora.

TOBY.— Joder, me falta muy poco.

Dios.

ERIC.— Sí.

TOBY.— Ah, Dios.

ERIC.— Sí.

TOBY.— Dios, joder.

ERIC.— Sí.

MORGAN.— ¡Adelante la caballería!

TOBY.— ¡Ah, Dios!

Tras un momento:

TOBY.— ¿Quieres que nos casemos?

ERIC.— Olvídalo.

TOBY.— No, Eric… dime.

ERIC.— Sí, Toby. Sí quiero. Quiero casarme y tener una familia y pasar mi vida contigo. Hace tiempo que quiero.

TOBY.— ¿Por qué no lo has dicho antes?

ERIC.— Esperaba un buen momento. No hace falta que respondas ya. Pero me gustaría que lo habláramos. Quiero decir, llevamos siete años juntos –

TOBY.— Sí, a la mierda, ¿por qué no?

ERIC.— Podemos hablarlo en otro momento.

TOBY.— No, creo que deberíamos hacerlo. ¿Montamos la fiesta aquí?

ERIC.— Ah. Bueno. En realidad –

TOBY.— Tienes razón: ahorraremos para montar una buena boda. En el Plaza o en el Maui.

ERIC.— Eso es muy caro, cariño. No es que gane una fortuna / y –

TOBY.— Podremos pagarlo. Dame un año. Dos como mucho. Voy a acabar esta obra y la montarán y voy a demostrar que me merezco que me hagan caso. Y que me respeten. Y que me paguen, también. Y construiremos algo de verdad para nosotros, no algo prestado como esto. Algo nuestro. ¿Qué te parece?

ERIC.— Eh… sí. Adelante.

TOBY.— Trato hecho.

ERIC.— ¿Acabamos de prometernos?

TOBY.— Creo que sí.

ERIC.— ¡Hostia puta! Tengo tu corrida en mi culo y nos acabamos de prometer.

TOBY.— ¿Eso es de una canción de Cole Porter?

La herencia

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