Читать книгу Florecer juntos - Miriam Subirana - Страница 10
La esencia: el núcleo positivo
ОглавлениеCuando acompañamos a las personas siendo apreciativos, y en el coaching apreciativo, despertamos el recuerdo, recordando momentos que nos hicieron vibrar desde lo más profundo de nuestro ser y nos conectaron con lo que en la indagación apreciativa denominamos el núcleo positivo. Se trata de recordar lo que nos mueve, descubrirlo de nuevo y sentirlo, para así despertar nuestros sueños más profundos y vivirlos. Ese despertar es un florecer, una apertura a ser la mejor versión de uno mismo y la mejor versión de las relaciones.
Lo que anhelamos, lo que más buscamos, yace en nuestro interior. En nuestro espacio interno palpita un núcleo que está lleno de vida y de virtudes. El núcleo positivo es el centro vital de nuestra persona, el que nos hace vibrar con entusiasmo y alegría de vivir y nos abre a nuestro pleno potencial; contiene nuestra esencia. El núcleo positivo incluye nuestras competencias, habilidades, talentos y nuestros mejores logros y prácticas, las fortalezas, los potenciales no explorados y nuestros valores. Es un núcleo que crece, florece, se expande y encuentra sentido en las relaciones, al darse y compartir. Si uno se lo queda para sí mismo, se marchita.
Metafóricamente podríamos decir que el núcleo positivo es la semilla que se convierte en la savia que da vida a todo sistema vivo, es la sangre que circula por el cuerpo del sistema de nuestras relaciones e interacciones. Con la indagación apreciativa detectamos lo que forma parte de la savia, de la sangre, y nutre nuestros órganos, dándonos vida y nutriéndonos.
Con las conversaciones que establecemos en el coaching fortalecemos el corazón que bombea la sangre y los órganos que la limpian. De esta manera, revitalizamos todo el sistema relacional de la persona logrando salud y enaltecer lo que le da vida. En las sesiones de coaching apreciativo, buscamos conectar con el núcleo positivo, reforzarlo, enaltecerlo y ampliarlo. Aunque no hagas coaching, te recomiendo que vivas centrado en tu esencia y en hacerla florecer, en crear conversaciones que conecten con la esencia de las otras personas y la esencia de la relación, y en mantener vivo el núcleo positivo que da sentido a tus relaciones.
El núcleo positivo se identifica de diferentes formas. Por ejemplo, con preguntas apreciativas podemos indagar para encontrarlo y conectar con él. También podemos seguir una secuencia de fases que explicaré más adelante, pero que en esencia consisten en identificar el núcleo positivo a través de Definir lo que queremos trabajar y hacia dónde queremos ir, y Descubrir nuestras fortalezas que nos apoyarán en el recorrido; lo hacemos movilizando un diálogo de la persona con su sistema relacional. El núcleo se expande en la fase de Sueños, en la que generamos una visión clara orientada a resultados en relación con el potencial descubierto que se quiere manifestar más en la vida diaria. En las fases de Diseño y Destino se construye un presente basado en unas propuestas que diseñamos. Con ellas pretendemos lograr acercar y vivir el futuro que queremos basado en las fortalezas del núcleo positivo de la persona y de su sistema relacional, es decir, su familia, amigos, socios, personas necesarias en su vida y compañeros de trabajo, de deporte y vida.