Читать книгу Florecer juntos - Miriam Subirana - Страница 12

¿Qué estrella te guía?

Оглавление

Desde nuestra consciencia, nuestro ser, podemos dirigir la mente, el intelecto y nuestros hábitos. Enraizados en nuestro núcleo positivo, nuestra vida florece y, a cada paso que damos, estamos inspirados e inspiramos. De manera que en vez de ser náufragos que vamos a la deriva según las corrientes, los vientos y las olas, podemos coger el timón de nuestra vida y dirigirlo hacia la estrella que queremos que nos guíe. En el coaching apreciativo buscamos cuál es esa estrella o constelación estelar, y cómo queremos llevar el timón de nuestra barca, considerando a otros tripulantes, si los hay, y las condiciones de nuestro sistema relacional que provoca olas y mareas.

Llevar nuestro timón requiere ser conscientes de nuestras facultades, como son las de la mente para pensar, imaginar, soñar, desear, proyectar y recordar; las del intelecto para analizar, razonar, discernir, decidir; y las de los archivos de la memoria, donde están los recuerdos, las experiencias vividas, las imágenes que hemos ido creando de nuestras vivencias, las creencias, los hábitos y los condicionamientos. El coaching apreciativo facilita que nuestra mente piense más en positivo, que nos vinculemos al poder de nuestra imaginación y visualicemos la posibilidad de nuestros sueños. De manera que utilizamos nuestras facultades, la mente, el intelecto y la memoria para vivir en nuestro núcleo positivo.

Pensar en positivo no es negar la realidad, sino ser capaces de ver los problemas y tener la creatividad mental para aportar soluciones sin obsesionarse ni ofuscarse. Los pensamientos positivos fortalecen y revitalizan la mente. Suelen ser pensamientos que se basan en nuestros valores, y en apreciar y agradecer lo que somos y lo que tenemos.

Con el coaching apreciativo, nuestro intelecto amplía nuestra capacidad de analizar y razonar desde las fortalezas, discernir desde lo apreciativo y decidir vinculados a nuestro núcleo positivo. Recurrimos a los archivos de nuestra memoria para recordar lo positivo, lo que nos ha aportado algo bueno, experiencias cumbre que hemos vivido, sean estas de superación éxito o poder personal, a fin de fortalecer las creencias que nos ayudan a florecer como seres humanos y para desterrar hábitos que nos empequeñecen. Así contribuimos a crear y fortalecer hábitos que nos hacen mejores personas y nos ayudan a aportar lo mejor de nosotros al mundo. Contribuyendo nos sentimos útiles, sentimiento que necesitamos nutrir. Sentirnos útiles hace que valga la pena vivir, o dicho en lenguaje apreciativo, «que valga la alegría vivir».

Florecer juntos

Подняться наверх