Читать книгу Entre barricadas - Máximo Hernán Mena - Страница 43
4.15. Ernesto Wilde: la pesadilla inolvidable llamada Bussi
ОглавлениеLos dos protagonistas de las novelas de Wilde son periodistas que investigan crímenes en un Tucumán amenazante y caótico. Mientras en la primera obra retrata la vida en la redacción del diario La Maceta, en su segunda novela Howard Globe acude a Tucumán para cubrir el asesinato del gobernador Bussi, un crimen que a nadie parece interesarle.
Wilde nació en Tucumán el 1 de enero de 1950. Trabajó desde 1980 como periodista en el diario La Gaceta y luego en El Periódico de Tucumán. Se desempeñaba en la sección de economía, pero también colaboraba con reseñas y artículos literarios. Recibió becas y distinciones entre las que se destacan la del programa Communications Media in Bussines de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico en 1989-1990 y el primer premio de poesía J. Dionisio Campos organizado por la Cámara de Diputados de Tucumán en 1990. Murió en San Miguel de Tucumán el martes 31 de mayo de 2011. Publicó libros de poesía (Sobre la ladera del volcán, 1972; El habitante saqueado, 1988; Tumbacabezas, 1996) y novelas (Saldos y retazos, 1993; El día que mataron a Bussi, 2000).
Jackson es el protagonista de Saldos y retazos. Trabaja en el diario La Maceta, y cualquier parecido o semejanza con un diario de la provincia no es mera coincidencia. Pero el personaje principal de la novela es la ciudad decadente, criminal, inescrutable. Jackson investiga un asesinato que lo lleva a atisbar en los recovecos más oscuros del mundo de la prostitución, la droga y el tráfico de órganos. En la última novela de Wilde, han asesinado a Bussi y nadie sabe o quiere saber nada con el crimen. Globe se vale de entrevistas a figuras como Exequiel Ávila Gallo y la “Chancha Ale”, así como de documentos históricos, como el informe de la Comisión Bicameral sobre violaciones de los derechos humanos. De este modo ingresan en la ficción otras discursividades que hablan sobre el presente de la provincia. Bussi ha muerto, pero todo parece seguir igual: esta es una de las síntesis que arroja la novela. Mientras tanto el Bussi real seguirá en el poder de la mano del voto democrático.