Читать книгу Responsabilidad de los buscadores de Internet y redes sociales - Nicolas I. Manterola - Страница 9

CAPÍTULO PRIMERO INTERNET COMO UNA CONSTRUCCIÓN SOCIAL 1. Introducción

Оглавление

El derecho se encuentra inmerso en todas las aristas de nuestra sociedad, desde las cuestiones más simples hasta las más complejas. Casi sin darnos cuenta, vivimos en un mundo donde el derecho está por detrás de cada acción, cada hecho y cada acto.

Cuando en cortos períodos de tiempo se generan grandes avances, transformaciones a gran escala, como ocurre con la tecnología, es de vital importancia que el derecho logre adaptarse -casi de forma inmediata- a estos cambios pues, de lo contrario, las respuestas legales a los problemas actuales deberán encontrarse en normas pensadas para una época ya pasada. Claro está que las reformas, proyectos de ley y la actividad legislativa en general, no son procesos que deben tomarse a la ligera, pero sí requieren una permanente actualización. De no hacerse, la sociedad queda expuesta y desamparada frente a las posibles contingencias de los nuevos tiempos.

Tal es el problema que hoy rodea a las nuevas tecnologías, donde el derecho queda desactualizado y la respuesta jurídica debe ser buscada en la legislación común pensada para otros supuestos. Así sucede, por ejemplo, con los motores de búsqueda y las redes sociales.

Las cuestiones que estos nuevos actores suscitaron en la vida social generaron una verdadera bisagra en la vida diaria, en la comunicación y en el modo de vincularnos con los otros.

Como canal de comunicación entre personas, los conflictos desarrollados en el marco de las nuevas tecnologías están a la orden del día y la falta de legislación específica interpeló a los abogados y jueces a bucear en las normas del derecho común (principalmente en aquella relacionada con la responsabilidad) para intentar dar respuesta a los requerimientos de los ciudadanos. Ello desembocó en diferentes teorías de responsabilidad y sentencias opuestas, donde para algunos tribunales se debía aplicar una postura y, para otros, la tesis contraria. La diversidad se consolidó -quizá un poco- con diferentes pronunciamientos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Pero lo cierto es que, hasta tanto el Poder Legislativo sancione una ley específica para regular la actividad de buscadores de internet y redes sociales, la cuestión seguirá siendo opinable. En rigor, aún con una ley la cuestión seguirá generando debate, pero al menos habrá seguridad jurídica.

En esta obra daremos un panorama sobre la responsabilidad de los buscadores y redes sociales cuando actúan como intermediarios y no participan activamente en el hecho dañoso; analizaremos las opiniones existentes y la tesis adoptada por la CSJN. Asimismo, proporcionaremos nuestra opinión, haremos foco en la situación de las redes sociales y brindaremos pautas procesales relacionadas con las pretensiones resarcitorias y preventivas.

Internet

Conforme explica NIC Argentina, Internet puede definirse como “una gran “red de redes”, es decir, una red conectada a otra de manera continua y simultánea.”(1)

Independientemente de recurrir a una definición técnica de lo que es Internet, nosotros optamos por caracterizarla como una construcción social -conforme lo expresa el título de este primer capítulo-, porque tanto su éxito como su existencia depende, en gran medida, de la valoración que la población le otorgue. Es indiscutible el papel relevante que desarrolla la Internet en nuestras vidas. Al día de hoy, se encuentra presente en múltiples áreas y cada vez abarca mayores sectores a nivel mundial, lo que hace que se encuentre en constante avance y evolución.

Comienzos de Internet

Para poder comprender este fenómeno, es esencial conocer un poco de su historia. Muchos dirán que es la gran invención del siglo pasado pues, en ese entonces, la única forma de comunicarse a la distancia era por medio del telégrafo cuya invención se produjo aproximadamente en 1840. El mismo emitía señales eléctricas que viajaban por cables conectados entre un origen y un destino, y, mediante la utilización del código Morse, se interpretaba la información.

Internet marcó un hito en la historia de la humanidad. Revolucionó la manera de relacionarnos y de acceder a la información. Posee una gran utilidad a nivel global y es prácticamente imposible imaginarnos la vida sin esta gran “red de redes”. La voracidad en un mundo globalizado nos indica que Internet seguirá avanzando a gran velocidad, respondiendo a la demanda continua de su uso.

Si bien desde sus orígenes Internet es parte de un proceso en constante desarrollo (por lo que resulta imposible establecer una fecha exacta de su origen), al remontarnos a la proximidad de los años 60’s podemos ver que comenzaba el interés por parte del Departamento de Defensa de los Estados Unidos en la creación de una red capaz de comunicar diferentes usuarios en distintas computadoras. Con este fin, en 1958 se creó la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada - ARPA-.

Para el año 1968, con una gran investigación de por medio, el ARPA desarrolló un plan para crear una red de ordenadores denominada ARPANET. Esta, recopilaba las mejores ideas de los equipos de investigación MIT, el National Physics Laboratory (UK) y la Rand Corporation. Estos equipos trabajaban en distintos proyectos, pero de manera simultánea y con un objetivo en común: desarrollar un nuevo método de comunicación informatizado y seguro.

Así, teniendo en miras la implementación de una red de computadoras que permitiera una segura comunicación entre diferentes instituciones, el 29 de octubre de 1969 se logró la primera comunicación entre una computadora del Stanford Research Institute y otra de la Universidad de California a través de ARPANET; ambas se encontraban a 600 km de distancia. El mensaje solo contenía la palabra “login”, si bien en el primer intento solo llegaron las letras “lo”, posteriormente fue posible realizar el envío completo. Esta sería la primera vez que un ordenador se conectaba a otro a kilómetros de distancia.

Posteriormente, el 5 de diciembre de 1969, se estableció una conexión de computadoras entre cuatro universidades de Estados Unidos (Universidad de California en Los Ángeles, el Stanford Research Institute, la Universidad de California en Santa Barbara y la Universidad de Utah.) Fue recién entonces, con la inauguración completa de la red, que se logró hacer una conexión permanente entre los cuatro nodos, sentando las bases para lo que hoy conocemos como Internet.

En 1972, unos años después, en el marco de la Conferencia Internacional de Computadoras con sede en Washington DC, se realizó, de la mano de Robert E. Kahn, la primera demostración al público del sistema ARPANET, dando a conocer su funcionamiento mediante la conexión de cuarenta computadoras.

En este marco es importante entender que Internet es un proceso en continuo desarrollo y que representa, en sí misma, un hito en el progreso de las tecnologías y, sobre todo, en las comunicaciones. No obstante, en la actualidad todavía existen poblaciones que se mantienen al margen de su uso o que cuentan con una escasa conectividad.

El surgimiento de la web 1.0; 2.0 y 3.0

Hasta aquí, nos ha quedado claro que Internet es una inmensa red de redes alrededor de todo el mundo conectadas entre sí; donde reside toda la información. Su creación dio la posibilidad de que ulteriormente se originara lo que conocemos como la Web (World Wide Web).

Se define a la Web como un conjunto de documentos interconectados por enlaces disponibles en Internet, que se pueden comunicar a través de la tecnología digital, estos se “asientan” sobre esta red.

Por medio de la Web, podemos acceder a la más variada información y contenido a través de Internet. Actualmente, el protocolo que usa la web es HTTP. Con él se transmite información a través de Internet; a modo de ejemplo, los navegadores web, como Chrome o Firefox, nos permiten acceder a paginas o sitios web que se encuentran conectados unos a otros a través de hiperenlaces y todo esto gracias al protocolo de transferencia HTTP.

La Web comenzó siendo una estructura básica y se volvió cada vez más compleja y con mayores funciones. Los comienzos de la web 1.0, en el siglo XX, se caracterizaban por ser unidireccional, es decir, mostraba contenidos estáticos de solo lectura viéndose el usuario impedido de interactuar con la página. Este sería el primer paso y luego, poco a poco, la información comenzó a emigrar hacia esta nueva forma de comunicarse: la web.

Con el tiempo, se fue mejorando la conexión a Internet, lo que posibilitó también el perfeccionamiento de la web. Así, se comenzó a hablar de la Web 2.0; término acuñado por primera vez por Tim O’Reilly en 2004 para referirse a una segunda generación en la historia del desarrollo de tecnología Web basada en comunidades de usuarios y servicios, como los blogs o las redes sociales. A contrario de lo que ocurría con la web 1.0, el usuario comenzó a adoptar una posición activa toda vez que ahora ya es posible interactuar con páginas web.

Por medio de las herramientas que comenzaron a desarrollarse se permitió el intercambio ágil de información entre los usuarios de la comunidad web. Es por ello que, teniendo en cuenta el enfoque colaborativo de estas plataformas, a esta etapa se la conoce también como web social.

Por su parte, la Web 3.0 está estrechamente relacionada a lo que se conoce como Web Semántica, la que es definida como “una extensión del WWW que, a través de agentes software, permiten encontrar, compartir e integrar la información más rápidamente (…) Dicha web implica la implementación de una infraestructura común que haga que las máquinas comprendan el significado de la información que contiene la web y, de esta manera, facilite y agilice el trabajo de las personas, esto es, permitirá que los humanos y las maquinas colaboren de una manera más eficaz en el procesamiento de los datos.”(2)

De esta manera obtenemos una base de datos que permite personalizar la experiencia en la web de cada individuo basado en el historial de sus búsquedas. Son las llamadas búsquedas inteligentes, que permite al usuario el goce de una plataforma adecuada a sus intereses.

Por lo tanto, por medio de la Web Semántica, se logra obtener información de manera precisa y automática, en función de cada perfil personal. Asimismo, permitió que se logre acceder a la información y al uso de las herramientas de Internet con una mayor flexibilidad, sumándose mayores dispositivos electrónicos y no solo desde las computadoras de escritorios o notebooks como sucedía antes. Asimismo, permitió el acceso a la web desde el teléfono celular, tablets, e incluso televisores con acceso a Internet.

La era 4.0

Hasta el día de hoy, la web está en constante cambio y transformación. Asiduamente se estudian nuevas maneras de fomentar su evolución y de superar las limitaciones existentes.

La web 4.0 pretendió ser aún más activa y hace las veces de un asistente virtual con inteligencia artificial. A modo de ejemplo, podemos mencionar diferentes asistentes virtuales como Siri, presente en aquellos dispositivos marca Apple. Gracias a esta web se genera mayor interacción puesto que el usuario puede preguntar o emitir órdenes al asistente virtual, quien entenderá el lenguaje pudiendo procesar la información recibida y cumplir con lo solicitado. Y tan rápido avanza las cosas que ya se está hablando de la era 5.0.

En fin, la tecnología avanza a gran velocidad, pero, ¿podrá el derecho estar a la altura de la realidad?

1- “¿Qué es Internet?”. Mayo 2018. Disponible en: https://nic.ar/es/enterate/novedades/que-es-internet

2- “¿QUÉ ES LA WEB 3.0?” Centro Europeo de Posgrado. Disponible en: https://www.ceupe.com/blog/que-es-la-web-3-0.html

Responsabilidad de los buscadores de Internet y redes sociales

Подняться наверх