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ОглавлениеCapítulo 3
Ellas y ellos - Sensibilidad, neuroplasticidad y cultura
Miradas en el espejo. Lo masculino y lo femenino
Hablar del cerebro femenino lleva inevitablemente a hablar del masculino. Sin embargo, y aun cuando el término dicotomía (del griego dichótomos, “dividido en mitades” o “cortado en dos partes”) pueda sugerir compartimentar, quiero subrayar desde el principio que los distintos tipos de inteligencia, las habilidades para relacionarse eficazmente con los demás y los logros en las actividades que ambos sexos desempeñan no tienen que ver con una cuestión de género.
Hombres y mujeres demuestran cotidianamente que la inteligencia no es masculina ni femenina, y que tanto ellos como ellas pertenecen a universos donde algunos son más capaces que otros para analizar las relaciones en los hechos, conducir procesos de negociación, pilotear aviones, tomar decisiones, definir cursos de acción, gobernar países o dirigir empresas.Lo que las neurociencias modernas van corroborando, a través de sucesivas investigaciones, es que existen características cerebrales que predisponen a uno u otro género a realizar determinadas tareas con mayor facilidad y eficacia. |
Día a día, las neurociencias confirman que los estándares más altos se alcanzan cuando se optimizan las habilidades para las cuales cada cerebro ha sido “diferencialmente” dotado, tanto por la naturaleza como por el moldeamiento resultado de una característica distintiva del cerebro con relación a cualquier otro órgano: la neuroplasticidad.
Neuroplasticidad, cultura y subcultura
La neuroplasticidad es el fenómeno por el cual el cerebro se va modificando segundo a segundo como respuesta a los estímulos que recibe del medio ambiente, la cultura, el aprendizaje y la experiencia.
Si bien hombres y mujeres somos distintos físicamente por la información que contienen los genes, el pasado ancestral, es decir, los roles que nuestra especie ha desarrollado desde los principios de la evolución, ha ido configurando gran parte de las diferencias que hoy podemos observar anatómicamente.
Por ejemplo, en las actividades que dependen de un buen desarrollo de las habilidades visuoespaciales los hombres tienen una mejor performance.
SENSIBILIDAD EMPÁTICA¿UNA CUESTIÓN DE GÉNERO?La empatía emocional, esto es, la capacidad de experimentar una emoción similar a la que está transmitiendo un semejante, se puede observar con mucha claridad en las mujeres desde que son muy pequeñas: las niñas que aún no han cumplido un año captan los estados de angustia o tristeza de otras personas más que los varones, y ello se refleja en su conducta.Normalmente se acercan y actúan cariñosamente con quienes perciben que están tristes o angustiados. Esta aptitud natural (el cerebro femenino es superior al masculino en la cantidad de neuronas espejo, por lo tanto, es más empático y más comunicativo) también puede explicar el efecto de contagio emocional que se observa entre mujeres y, paralelamente, la identificación y fidelidad de los miembros de los equipos de trabajo cuando desempeñan roles de liderazgo. |
Al analizar los puntajes que obtienen en pruebas que evalúan la ubicación y rotación de objetos en el espacio, se observa que son más altos que los que obtienen las mujeres en la mayor parte de los experimentos donde se evalúa esta habilidad.
Paralelamente, no hay investigación relacionada con el manejo del lenguaje y la empatía en la que la mujer no salga favorecida, de hecho, en una abrumadora cantidad de casos se observan ventajas notables en comparación con el hombre.
Cualquier libro de historia nos ayuda a entender el porqué de este fenómeno:
• Los roles de ambos sexos eran diferentes desde la época de las cavernas y no cambiaron durante varios siglos.
• Mientras los varones desarrollaban habilidades como exploradores y cazadores, las mujeres se ocupaban del cuidado de la casa y los niños.
El resultado es que ambos cerebros se han ido configurado en forma diferente y funcionan mejor para determinadas actividades.
Diferencias, acciones y reacciones
Posiblemente, los primeros en detectar las diferencias entre varones y mujeres más allá de su apariencia física sean los maestros, ya que las niñas aprenden a hablar y escribir antes que los varones y lo hacen con un vocabulario más rico y más fluido.
Asimismo, los casos de dislexia, esto es, las dificultades en la lectura debido a que se confunde o se altera el orden de letras, sílabas o palabras, es más común entre los varones22.
Lo novedoso es que estas diferencias pueden estudiarse mediante resonancia magnética y otros instrumentos que permiten visualizarlas en gráficos e imágenes. Por ejemplo, se ha observado que el hemisferio izquierdo (donde se alojan las áreas del lenguaje) madura antes en la mujer que en el hombre y, a su vez, que está más conectado con el derecho, lo cual la predispone para aprender y realizar determinadas tareas y/o actividades con mayor facilidad en comparación con aquel. Asimismo, y hablando siempre en promedio, existen diferencias en ciertos tipos de sensibilidad que hacen que el cerebro masculino se desempeñe mejor que el femenino en determinadas circunstancias y/o ámbitos, básicamente, cuando hay que tomar decisiones que se consideran “duras” desde la perspectiva del compromiso emocional.
Esto se debe, en parte, a que la forma de procesar las emociones también ha sido moldeada por la cultura y el estilo de vida; en otros términos, también ha tenido un desarrollo evolutivo.
CEREBROS FEMENINOSCON CUALIDADES MASCULINASAlgunas diferencias entre el cerebro masculino y el femenino son significativas, tanto por la morfología innata como por el moldeamiento debido a la neuroplasticidad; sin embargo, no tienen carácter universal.Por ejemplo, a mediados de 2015 gran parte de la prensa internacional cuestionó la dureza de Angela Merkel al no hacer una excepción con una niña palestina que, llorando, le pidió no ser deportada para poder terminar sus estudios en Alemania.“Queda la impresión de que Merkel puede ser la mujer más poderosa de Europa y una maestra en el arte de la supervivencia política, pero la empatía no es uno de sus fuertes” (Luis Doncel, diario El País, España, 16/07/2915).Como se puede observar, si bien la neurociencia ha demostrado en innumerables experimentos la alta sensibilidad empática de la mujer, existen excepciones; de hecho, hay cerebros femeninos que tienen cualidades masculinas. Este es uno de los casos. |