Читать книгу Trabajo social digital frente a la Covid-19 - Paula Méndez Domínguez - Страница 18

Las situaciones de crisis siguiendo a Fidalgo (1999), tienen como consecuencia reacciones a nivel cognitivo, conductual y comportamental en los seres humanos, es por ello que, la disciplina del Trabajo Social tiene entre sus competencias la atención a las personas que se encuentran en situación de amenaza y/o riesgo que afecta al equilibrio de su supervivencia. Trabajando en base a sus conocimientos y habilidades en la prevención, diagnóstico e intervención ante la vulnerabilidad social (Consejo General de Trabajo Social, 2020). A lo largo de la vida, todas las personas se ven sometidas a diversos cambios que pueden suponer en mayor o menor medida una situación de crisis. En general, se puede hablar de dos tipos de crisis fundamentalmente: crisis del desarrollo o de carácter evolutivo, se trata de cambios esperables, por los que pasan la mayoría de las personas y, crisis inesperadas, que son aquellas que aparecen de manera brusca y no se encuentran en la línea evolutiva habitual de las personas (Erikson, 1959). Estas últimas, pueden afectar a individuos aislados o a un gran número de personas. En marzo de 2020, nuestro país entro en una situación de emergencia sanitaria provocada por la COVID-19, dando lugar a que se declarase el estado de alarma en todo el territorio que, posterior-mente, fue prorrogado hasta el 21 de junio. Dicha situación de emergencia ha supuesto una crisis, que aun continua y puede clarificarse de sobrevenida y generalizada para toda la ciudadanía.

Esta emergencia sanitaria lleva aparejada una situación de crisis. Las consecuencias derivadas de esta pandemia influyen en la situación social de las personas. Desde este punto de vista, la crisis se puede definir como una perturbación que acontece de manera inesperada debido a un acontecimiento estresante, provocando un desequilibrio en una persona o grupo que hasta ese momento tenía un adecuado nivel de funcionamiento (Arricivita, 2013).