Читать книгу Anatomía de la traición - Pedro García Cuartango - Страница 19
Marcelle Ninio
ОглавлениеHabía nacido y crecido en El Cairo cuando fue reclutada por los servicios secretos israelíes. Participó en los atentados de 1954 contra instalaciones británicas y estadounidenses para desacreditar a Nasser. Fue condenada a 15 años de prisión y se refugió en Israel tras un intercambio de prisioneros.
Una sionista en tierra enemiga
Marcelle Ninio había nacido en El Cairo, no sabía hebreo, había estudiado en una escuela católica, destacaba en el baloncesto y nunca había estado en Israel. Pero fue reclutada por el recién nacido Mosad en 1951, cuando se ganaba la vida como secretaria, para actuar como agente en Egipto.
Era hija de un judío de origen búlgaro llamado Yacov y de madre turca. Cuando acabó el bachillerato, se convirtió en una fervorosa sionista y poco después fue reclutada por los servicios secretos israelíes. Se la destinó a una célula en la que era la única mujer.
Tres años más tarde, se vio implicada en unos hechos que cambiaron su vida: los atentados de El Cairo y Alejandría, llevados a cabo por iniciativa de la inteligencia militar israelí para evitar la salida de las tropas británicas del país tras la crisis de Suez. Israel temía que el presidente Nasser nacionalizara el canal y decidió crear un clima que indispusiera al régimen egipcio con Estados Unidos y la comunidad internacional.
Pinchas Lavon, ministro de Defensa, ordenó una operación encubierta para atentar contra instalaciones civiles británicas y estadounidenses con el objeto de responsabilizar de esas acciones a Nasser, que había derrocado al rey Farouk en 1952 y en el que veían una amenaza para los intereses occidentales. El trabajo de sabotaje fue encargado a la célula de Ninio, bautizada como Unidad 131, que entonces tenía 24 años.
En julio de 1954, los agentes israelíes colocaron un artefacto incendiario en una oficina de correos e intentaron poner una bomba que no explotó en un teatro británico de Alejandría. Uno de los autores fue detenido en el acto y al parecer delató a sus compañeros. También hicieron estallar otra bomba de nitroglicerina en una librería estadounidense en El Cairo. Hubo algunos daños materiales, pero ninguna víctima mortal.
Dos de los miembros de la unidad se suicidaron cuando estaban a punto de ser capturados. Ninio y otros compañeros fueron detenidos, torturados y encarcelados. Ella misma confesó años más tarde que había intentado suicidarse en prisión en varias ocasiones.
Más de seis décadas después, todavía hay incógnitas sobre la llamada Operación Susana. Al parecer, el Mosad no estaba de acuerdo con Defensa. Hay indicios sólidos de que el grupo de Ninio fue en realidad traicionado por Avri Elad, un personaje muy turbio que trabajaba para los dos bandos, de suerte que el Gobierno egipcio conocía la intentona.
Los autores de los atentados fueron llevados a juicio en diciembre de 1954. Nasser aprovechó la ocasión para hacer una campaña antijudía y antibritánica, mientras dos miembros de la célula fueron condenados a muerte y ahorcados. A Ninio, tras revelarse que las confesiones de los inculpados habían sido obtenidas bajo tortura, se la condenó a quince años de cárcel por ser mujer. Poco después, Avri Elad fue juzgado y sentenciado a diez años de prisión en Israel por advertir a los egipcios.
La Operación Susana produjo un escándalo político en Israel. El ministro Lavon manifestó que él no sabía nada de los atentados y responsabilizó a Simon Peres, su número dos, pero la investigación efectuada por el Tribunal Supremo concluyó lo contrario. Un oficial de la inteligencia militar declaró que las ordenes habían partido de Lavon, que tuvo que dimitir tras provocar una crisis de Gobierno. Ben Gurion asumió el mando.
Tras cumplir trece años de cárcel, Ninio y otros condenados fueron intercambiados por prisioneros egipcios en 1968 tras la Guerra de los Seis Días. Abandonó su país natal y se fue a vivir a Israel, donde se casó en 1971. Fue recibida como una heroína y la primera ministra Golda Meir asistió a su boda. Ninio se matriculó en la Universidad de Tel Aviv tras haber aprendido hebreo con más de 40 años. Murió en octubre de 2019.