Читать книгу Los derechos humanos y la violencia: Estado, instituciones y sociedad civil - Sandra Serrano - Страница 18
1. ¿De dónde proviene la violencia, quién es su agente generador?
ОглавлениеEn la mayor parte de los capítulos se entiende que la violencia proviene de agentes gubernamentales; no obstante, en los capítulos que analizan tanto la violencia estatal como la violencia y los derechos humanos ante la sociedad civil, los entes generadores de violencia son los mismos entes gubernamentales, los grupos paramilitares, las organizaciones delictivas del crimen organizado e incluso las formaciones difusas y no siempre interconectadas, como en el caso de los feminicidios. Así, pese a la lógica estadocéntrica que domina los derechos humanos, lo que podemos ver es que la relación entre la violencia y los derechos humanos va más allá de la relación gobierno-persona.
Otro elemento a tener en cuenta es el tipo de violencia que se está tratando: en el capítulo 1, por ejemplo, se analiza una violencia estructural, que no tiene un objetivo o grupo común, sino que es parte de la conformación de una estructura más general, en la que el ejemplo más claro es la violencia estatal. En el capítulo 2 se analiza la violencia más acotada a un grupo o a una situación más específica, como la violencia contra las mujeres y contra la oposición de izquierda; en el capítulo 3, contra los desplazados; en el capítulo 6, contra las personas privadas de la libertad, y en el capítulo 8, contra los defensores de los derechos humanos.
Por último, y aquí la parte más enriquecedora del texto: ¿qué entiende cada autor por violencia? Las distintas conceptualizaciones de violencia y, por ende, las distintas estrategias metodológicas para encararla son, sin duda, uno de los principales aportes del libro. En el capítulo 1 Sandra Hincapié analiza la violencia semejándola a la concentración de los recursos de poder (incluyendo los procesos de dominación), recursos que pueden ser coercitivos, económicos, políticos, jurídicos e informacionales. El aspecto interesante en esta propuesta es contrastar concentración con violencia, comparación en la que cabe —con mucha más claridad— la violencia contra los derechos económicos y sociales vía la concentración de los recursos económicos, incluso en los procesos de distribución de accesos de acuerdo con las lógicas neoconservadoras que la autora relata. En cambio, para Karina Ansolabehere y Francisco Valdés Ugalde, la violencia proviene de un orden estatal autoritario —el mexicano— que, a pesar de la transición democrática, ha mantenido varios enclaves autoritarios, en particular aquellos que conservan la impunidad frente a la violencia contra la oposición de la izquierda en los años sesenta y setenta, y la violencia feminicida.
El libro presenta otros capítulos que analizan la violencia como un contexto en el cual se desarrollan los derechos humanos. Es el caso del capítulo 3, de César Valderrama y Andrea Castagnola, en el que los autores analizan la violencia como el contexto que enmarca a los desplazados en Colombia. La violencia como contexto también la encontramos en el capítulo 7, de Jairo López, y en el 8, de Daniel Vázquez y Nacori López. En ambos capítulos la violencia es el contexto en el cual se desarrolla la defensa de los derechos humanos.
Por último se presentan conceptualizaciones muy puntuales de la violencia que sirven para analizar relaciones muy específicas, como en el texto de Cuauhtémoc Rueda (capítulo 6), quien analiza la violencia como la producción de un discurso institucional con pretensiones de verdad que, al momento de generarse, invisibiliza violaciones a los derechos humanos. La invisibilización o el silenciamiento —como lo denomina el autor— en la formación del discurso institucional es violencia. En el capítulo 4, de Andrea Pozas-Loyo y Julio Ríos, se encuentra otra definición muy específica de violencia. Para estos autores, la violencia se observa en un doble sentido: como contexto en el cual se realiza el debate jurisdiccional, y como la posible violación al debido proceso por medio del fuero militar.