Читать книгу La túnica inconsutil - Santiago Arellano Hernández - Страница 10

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En clave de la obra.

El corazón de todo un Dios,

del hombre enamorado

No busquéis melodía en mi salterio,

que es solo voz del alma, paz que asombre

en sombra silenciosa, sin renombre

y así cantar Tu Amor y mi cauterio.

Solo el Amor explica este Misterio:

el Verbo hijo de Dios se hizo Hombre.

nace de una mujer, le pone un nombre

y libra nuestro ser del cautiverio.

Prometiste implantar reino divino.

Te avalaban el cielo y tus prodigios

y anunciaste vencer muerte y destino.

¿Y qué prueba alegaste o qué vestigios?

Un madero, tres clavos y una lanza,

Tu Corazón atravesado y mi esperanza.

La túnica inconsutil

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