Читать книгу La túnica inconsutil - Santiago Arellano Hernández - Страница 14
ОглавлениеI
El nuevo Sí de María
Al alba fue, al alba se marcharon
dejaron Nazaret, ternura y nido
entraba en la misión de nuestra Madre.
Desde el alba del alba, su destino
quedó en su ser escrito para siempre.
Su Fíat inicial ratificó el camino
y, en las vicisitudes de los días,
vivir fue desvivirse por su Hijo.
Estar al tanto, en corazón guardarlo,
meditando en callado regocijo.
En cuerpo y alma por que, en cuerpo y alma,
el Verbo de Dios, en su útero bendito,
creciera como hombre verdadero
y por amor pudiera redimirnos,
restaurar la Alianza con su Padre
pagar lo impagable de un castigo
que hacía, del vivir, ir a la muerte,
y la nada o no ser su triste sino.