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Capítulo 12 MAISIE

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Maldita sea. Esto no acaba de pasar. Solo quería separarlo de Daniel, no tirarlo a la piscina. Pero qué demonios… Se ha metido en medio del que probablemente era el beso más bonito que iban a darme en mi vida. Daniel es un chico tan encantador, y tan sensible… que me ha bastado unos minutos para querer darle una oportunidad. Y vaya, encima es guapísimo. Es moreno de ojazos negros. Y es alto. Me pueden los hombres altos. Volviendo a donde estábamos… Mierda… James va a matarme por tirarlo a la piscina.

—James… —digo nada más lo veo sacar la cabeza del agua.

No me da tiempo a decir nada más, y tampoco es que tenga mucho que decir porque me he quedado sin palabras al verlo. Su cabello empapado cae a ambos lados de su rostro, dándole un aspecto salvaje y peligroso. Su semblante es de hierro cuando me fulmina con la mirada.

—¡¿Estás loca?! ¡¿Qué mierda te pasa?!

No sé dónde meterme. Prometo que no sé dónde meterme y que me han entrado ganas de salir corriendo. Quiero decir, jamás he visto a un hombre apretar tanto la mandíbula ni unos ojos tan amenazantes como los de James en este preciso momento.

—¿Para qué te metes en medio? —inquiero tratando de que se dé cuenta de por qué lo he empujado.

Aunque creo que no hay excusa para empujar a casi un desconocido a una piscina en mitad de una boda. Siento las pulsaciones en la garganta y trago saliva mientras lo veo salir de la piscina. Parece un lobo a punto de lanzarse sobre su presa. Peligroso. Aterrador. Y exquisitamente atractivo con ese traje empapado pegado a su musculoso cuerpo. Dios, ¿cuántos músculos tiene este hombre?

Él se acerca a mí y Daniel, como buen chico que me ha demostrado que es, se interpone.

—Ahora soy yo el que te digo que te alejes de ella.

No puedo evitar mirarlo como si fuese una especie de héroe y Daniel me devuelve la mirada con un guiño de ojos.

—No me hagas partirte la cara en la boda de mi hermano —clama imponente, tan impasible y serio que una leve oleada de calor me recorre el vientre.

La frase hace que me quede patidifusa. ¿La boda de su hermano? ¿He oído bien? Vaya… Acabo de enterarme de que Mike tiene un hermano. Jessica no me ha dicho absolutamente nada al respecto. Muchos invitados están mirando y Mar les indica que pasen al salón principal porque puntualmente el banquete está a punto de comenzar.

—Eh…, tranquilo, tío…

Noto cómo la voz de Daniel ha cambiado y parece que no quiere molestar a James. Donde yo esperaba burla por su parte, o que se encarase, Daniel agacha la cabeza. Es como si lo respetase o lo temiese. Veo cómo James me mira con ferocidad y abre la boca en el preciso momento en el que Mike llega y se acerca a ellos.

—¿Qué coño está pasando aquí? –brama.

Nos hemos quedado solos en el jardín y James no para de lanzarle miradas rabiosas a Daniel. Es como si realmente contuviese las ganas de pegarle un puñetazo.

—Nada, Daniel ha dicho que se va a ver a su novia desde hace tres años, ¿verdad?

El corazón se me para al escuchar eso. ¿Daniel tiene novia? James está mintiendo. Eso es imposible. ¡Si ha tratado de besarme! Me siento como una completa imbécil. ¿En qué pensaba? ¿Cómo me he dejado engatusar tan pronto? No es típico en mí. Bueno, siendo sincera, buscaba una excusa para no acercarme a James y matarlo por no salir ni de mi cabeza ni de la boca de Dakota.

—Sí… Cuando acabe el banquete y me despida de mis padres, me iré a ver a Julie.

Julie. ¡Su novia existe y tiene nombre! ¡Daniel es un capullo y James ha impedido que me besase con él! Y yo… Yo lo he tirado a la piscina. Jessica llega justo en este momento.

—Oh, tenías que ser tú… —le espeta con hastío a James, cuyo rostro se llena de reproche mientras Daniel se aleja.

—¿Cómo que tenía que ser yo? —le responde el interpelado, quien soy capaz de ver que está haciendo gala de todo su autocontrol, que parece que ha perdido durante una fracción de segundo con mi hermana.

Me quedo mirando la forma en la que Jess le lanza una mirada incendiaria.

—Te dije que no era buena idea que viniese —le dice Jessica a Mike, dirigiéndose claramente a James y casi ignorando que está delante y puede oírlos.

Él suelta el aire con exasperación.

—¿Acabas de decir que no querías que viniese a la boda de mi único hermano que encima se celebra en mi casa?

James parece fuera de sí, como si aquello le hubiese afectado más de la cuenta. Casi soy capaz de ver cómo un rictus de amargura le cruza la cara unos instantes. Maldita sea. Me siento la peor persona sobre la faz de la Tierra. Todo esto lo he provocado yo. Quiero cambiar de tema con rapidez, algo, tengo que decir algo, lo que sea que no los haga enfadarse en este día.

—Jess… —digo captando la atención de todos con voz amable—. ¿Por qué no me dijiste que Mike tenía un hermano?

James lanza un grito ahogado y yo doy un paso atrás. ¿He metido la pata? Es lo primero que se me ocurrió decir que creía que podía calmar las cosas. Mierda. ¿Por qué reacciona James así?

—Mike…, yo me voy —suelta James y mira a su hermano mientras comienza a alejarse.

—No… No…, James… —responde Mike quien trata de ir tras él, pero Jessica le agarra el brazo y niega con la cabeza.

—Necesita pensar en lo que ha hecho —le dice ella con un susurro, pero yo sé que no, sé que si yo fuese James me gustaría que mi hermano fuese detrás de mí y me dijese que me quedase.

Joder…, es su boda.

—Ve tras él o no te lo perdonará nunca —interfiero dirigiéndome a Mike, quien se queda mirándome y no se mueve.

Me percato de cómo la mano de mi hermana agarra con más fuerza a Mike.

—¿Qué es lo que ha pasado? —me pregunta mi cuñado, como si necesitase algún motivo para ir a por él.

Lo flipo un poco por la pregunta en una situación como esta, aunque respondo rápidamente.

—Daniel se propasó conmigo y James me defendió.

Digo eso porque en realidad era lo que había pasado. Mike cierra los ojos, como si acabase de darse cuenta de que ha sido imbécil y se va corriendo detrás de James. Casi puedo oírlos y me quedo muy quieta al lado de Jess, expectante.

—Eh, no te vayas el día de mi boda o no voy a perdonártelo nunca.

Me abrazo a mí misma esperando algún tipo de réplica por parte de James. No sé, esperaba que se hiciese el digno o que se hiciese de rogar o se pusiese agresivo, algo que me diese la razón en cuanto a que es un macho alfa que necesita quedar por encima, pero, en lugar de eso, simplemente asiente con la cabeza y mira a su hermano con respeto.

—Iré a cambiarme e iré al banquete.

Mi corazón se salta un latido. Eso no era lo que esperaba. Mike se relaja al escuchar aquello.

—Date prisa. Te estaré esperando.

Intercambian esas palabras y lo veo alejarse. Siento lástima por la situación que le he provocado y suspiro aguantando la mirada dura y fría de mi hermana, aunque una duda me corroe por dentro, ¿por qué no quería que viniese? No puedo evitar darme cuenta de que mi hermana cierra los puños mirando cómo la silueta de James se aleja y cómo Mike se acerca a ella. Soy consciente de que Jess es muy maníaca. Puede que le haya cogido manía, pero ¿qué sentido tiene? No lo sé, no me gusta lo que le ha dicho y… muy a mi pesar, siento que algo cambia en mi interior al verlo caminar con la cabeza algo gacha. De pronto, James no me parece un mal chico.

Nosotros sobre las estrellas

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