Читать книгу La Revolución del amor y la sexualidad consciente - Sol Estefanía Peirano - Страница 16

Caso clínico

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Una niña tuvo un padre muy autoritario, en su casa para todo había horarios estrictos, estructuras y se hacía todo lo que él decía, porque si no era así, este golpeaba a los hijos y los dejaba sin cenar. El cerebro de esta niña aprendió que para poder sobrevivir en dicho ambiente se tenía que portar bien, se tenía que callar la boca y no podía expresar sus ideas, deseos ni desacuerdos, porque si lo hacía, corría riesgos muy grandes. Por este motivo desarrolló una personalidad muy sumisa, obediente y se acostumbró a ella y hoy esos rasgos de personalidad continúan en ella. Cuando alguien le dice que se describa a sí misma esta persona dice: soy una persona tranquila, muy estructurada, hago las cosas bien y cumplo con mi trabajo. Si su personalidad no está en equilibrio y por ejemplo es demasiado sumisa, va a atraer a su vida al polo opuesto, como por ejemplo, puede que tenga un jefe también muy autoritario, que le haga hacer horas extras y no le pague, que le grite y quizás la maltrate. Esta mujer al haber desarrollado una personalidad sumisa no va a poder hacerse respetar, no va a poder ponerle límites a su jefe hasta que la situación se vuelva insostenible. Puede que esta persona llegue quizás a enfermarse o perder a su pareja por los abusos de horarios del jefe o por el estrés que vive a diario y que repercuten en ella. En ese momento es que esta persona puede tomar dos caminos:

OPCIÓN 1: culpar a su jefe por ser abusivo y poner en él la responsabilidad de haberse enfermado o haber perdido a su pareja y sentirse una víctima de la situación, creer que tuvo mala suerte de que le haya tocado ese jefe y decir que ella siempre fue buena e hizo todo bien. En este caso asume un rol de víctima pasiva y no aprende nada de la situación vivida.

OPCIÓN 2: Puede darse cuenta de que su jefe es una persona abusiva, pero que si ella se hubiera hecho respetar y hubiese podido poner límites desde un comienzo quizás las cosas no hubieran escalado hasta volverse insostenibles. En este caso la persona puede ver que ella tuvo parte de la responsabilidad de lo que pasó, puede analizar y reflexionar que su personalidad está en desequilibrio, que es muy sumisa, que no se ama ni se respeta a sí misma. Puede incluso rastrear de dónde aprendió a ser así y se dará cuenta que fue una solución que le dio su cerebro para que pudiera sobrevivir durante su infancia con un padre muy autoritario, y que esta actitud se volvió automática en ella. Ahora deja de sentirse una víctima y se da cuenta que con toda esta situación aprendió algo, aprendió que su personalidad estaba desequilibrada y que debe hacer algo con ello, ella misma o buscar ayuda. Ahora deja de sentirse víctima y emprende un camino de autoconocimiento y autosanación el cual nunca hubiera sido posible si la vida, energéticamente, nunca le hubiera atraído a su polo opuesto para que ella pudiera aprender de la situación y darse cuenta de las cosas que en sí misma debía trabajar.

La Revolución del amor y la sexualidad consciente

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