Читать книгу La Revolución del amor y la sexualidad consciente - Sol Estefanía Peirano - Страница 8

¿Que es el enamoramiento y en qué se diferencia del amor consciente?

Оглавление

Se llama comúnmente enamoramiento a esa fuerte atracción inicial que uno siente por otra persona, a causa de ello aparecen los deseos de estar con esa persona, pasar momentos con esa persona, formar una pareja o incluso fantasear con tener hijos o formar una familia.

El enamoramiento puede ser correspondido o no, pero sucede que cuando comienzo a interactuar con la persona de la cual estoy enamorado y empiezo a sentir que esta tiene el mismo interés que yo, el estado de enamoramiento se intensifica.

Los síntomas más comunes de enamoramiento son:

· Deseo de intimidad y unión física con el otro: tocarlo, abrazarlo, besarlo.

· Deseo de reciprocidad: que el otro también se enamore de nosotros.

· Temor al rechazo.

· Pensamientos frecuentes sobre el otro que interfieren en la actividad normal.

· Pérdida de concentración.

· Fuerte activación fisiológica: nerviosismo, aceleración cardíaca, etc, ante la presencia (real o imaginaria) del otro.

· Sensibilidad ante los deseos y necesidades del otro.

· Atención centrada en el otro.

· Idealización del otro, percibiendo sólo características positivas, a juicio del sujeto y atenuando o justificando las características negativas.

Todos estos síntomas responden a que nuestro cerebro desencadena sustancias químicas de la felicidad como oxitocina, serotonina, dopamina, porque ve en el otro a alguien que encaja con nuestros deseos y con el cual imaginamos múltiples fantasías positivas a futuro.

El estado de enamoramiento es algo inconsciente y no lo manejamos nosotros desde la consciencia, sino que es algo que simplemente aparece y sucede, un impulso biológico.

Cuando empezamos a percibir todos estos sentimientos bonitos por la otra persona, creemos que es la otra persona quien desencadena esto en mi, cuando en realidad son mis deseos y mis fantasías con respecto a esta persona que desencadenan en mi cerebro la química de la felicidad.

Al encontrarnos en este hermoso estado, lo que hacemos es confundirlo con el amor, cuando el amor en realidad es una construcción consciente y no inconsciente como el enamoramiento. A pesar de ello, el estado de enamoramiento a veces nos lleva a hacer cosas que nacen desde nuestro propio centro de amor y que muchas veces hacen que el otro se sienta feliz.

En un inicio esta demostración de cariño y todo lo que hacemos para que el otro se sienta bien sin pedir nada a cambio, es una demostración del amor verdadero que habita en cada uno de nosotros, es nuestro potencial de amar incondicionalmente. Esta capacidad de amar incondicionalmente también debe ser trabajada de manera consciente, porque de no ser así, podemos caer en desequilibrios amorosos.

El amor incondicional es aquel amor que da sin esperar nada a cambio, que no esta haciendo cuentas exactas de cuanto da y cuánto recibe, sino que simplemente disfruta del proceso de dar amor. Obviamente también debe existir amor por uno mismo y un cierto equilibrio entre la dinámica del dar y recibir, pero sabiendo que el otro no va a darme exactamente lo que yo quiero, como yo lo quiero y en el tiempo, forma y cantidad que yo quiero.

Al principio cuando me encuentro bajo la intoxicación química que genera el enamoramiento, es muy común que ambas partes de la pareja tengan momentos de amor incondicional, ya que sienten que es la otra persona quien les hace sentir cosas tan lindas, y quieren cuidar a esa persona y ese vínculo.

A medida que va pasando el tiempo ese enamoramiento inicial se va transformando y llega un momento en que nuestro cerebro empieza a ver que ya “conquistamos” a esa persona que deseábamos, que ya llevamos un tiempo o unos años de relación y entonces deja de enviar sustancias químicas de la felicidad a nuestro organismo. Esto sucede porque el cerebro esta diseñado para enviar sustancias químicas de la felicidad en mayor o menor medida cuando en nuestra vida nos topamos con algo nuevo que pueda satisfacer nuestras necesidades, y cuando ya lo conseguimos o nos acostumbramos a ello, el cerebro ahorra sustancias químicas para seguir su búsqueda de mejores condiciones para nuestra vida. Esto sucede así porque se cree que si viviéramos en estado de “felicidad” continua, no tendríamos incentivos para continuar buscando mejoras en otros ámbitos de nuestras vidas. Así es como funciona nuestro cerebro a nivel biológico, por diseño automático, pero nosotros al conocer su funcionamiento podemos entender mucho mejor lo que nos pasa e influenciarlo a nuestro favor.

Muchas personas confunden el fin del enamoramiento,

(que en realidad es el fin de la segregación de grandes cantidades de sustancias químicas por parte de nuestro cerebro), con el fin del “amor”, como ya dijimos anteriormente. Cuando ya no siento eso tan lindo que sentía antes, supongo que ya no quiero ni amo a esa persona. Es en este momento cuando empiezo a buscar el por que ya no siento lo mismo que antes, y buscando empiezo a centrarme en los aspectos negativos de la otra persona, empiezo a ver sus defectos, que siempre estuvieron ahí, pero que antes no veía, y empiezo a culpar al otro de no hacerme sentir lo mismo que antes. Empiezo a hacer cuentas, y ya no estoy dispuesto a dar amor incondicionalmente, ahora le reclamo al otro que no es tan cariñoso como lo soy yo, que no me presta tanta atención como me gustaría, que hace tal cosa que no me gusta, y empiezo a convencerme que no siento lo mismo que antes por la culpa del otro. Ahora con un libro de cuentas debajo del brazo y reclamos de un lado y del otro, la relación comienza a tornarse cada vez más difícil. Es en este punto cuando debemos tomar la gran decisión, o salimos de esta relación y vamos de relación en relación y de enamoramiento el enamoramiento, repitiendo la misma dinámica inconsciente, o vemos realmente al otro con sus defectos y sus virtudes y si creemos que vale la pena seguir con la pareja empezamos a construir el verdadero amor.

El verdadero amor se construye de manera consciente, eligiendo a la otra persona con sus defectos y sus virtudes, negociando con el otro para lograr armonía en la pareja, buscando maneras de divertirse juntos, jugar juntos, disfrutar juntos, haciendo proyectos juntos y trabajando para tener una relación lo mas sana dentro de lo posible.

Cuando uno sabe que el enamoramiento es algo pasajero, que responde a una programación biológica cerebral, puede atravesar el momento de su declive de otra manera. Cuando somos conscientes y tenemos la información de que es muy probable que luego de unos años mi sensación de enamoramiento decaiga, no voy a caer en la confusión de que se terminó el amor, ni tampoco voy a culpar al otro, si no que voy a empezar a activamente cuidar ese vínculo y hacer cosas para que el amor se fortalezca.

La Revolución del amor y la sexualidad consciente

Подняться наверх