Читать книгу Poesía epigráfica latina I - Varios autores - Страница 14
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ОглавлениеInnocuus Aper ecce iaces non uirginis ira ,
nec Meleager atrox perfodit uiscera ferro:
mors tacita obrepsit subito fecitque ruinam
quae tibi crescenti rapuit iuuenile figuram .
Apro, inofensivo, aquí yaces. Y ni la ira de la diosa virgen ni el atroz Meleagro han atravesado tus entrañas con su espada: la muerte, silenciosa, te ha arrebatado de repente y ha causado tu perdición al apoderarse de tu juvenil figura, cuando todavía no habías llegado a la edad adulta.
Dentro de una tradición epigráfica que acoge toda clase de influencias griegas, es natural que el dístico elegíaco , una estrofa hecha a base de hexámetros y pentámetros alternados 40 , de indudable tradición helénica, fuese sustituyendo gradualmente a metros como el saturnio o el senario hasta llegar a ocupar un importante puesto no sólo entre las composiciones indiscutiblemente literarias (como la elegía o los epigramas), sino sobre todo en el campo mucho más heterogéneo de la epigrafía métrica (y más concretamente en la funeraria). En el volumen de Bücheler ocupan desde el poema 860 hasta el 1530 y desde el 1841 al 1850, y destacamos entre todos el muy bien elaborado epitafio de Helvia Prima 41 , probablemente de época cesariana, que merecería ser incluido en cualquier antología de textos literarios del mundo latino antiguo:
Tu qui secura spatiarus mente uiator
et nostri uoltus derigis inferieis ,
si quaeris quae sim, cinis en et tosta fauilla ,
ante obitus tristeis Heluia Prima fui .
Coniuge sum Cadmo fructa Scrateio
concordesque pari uiximus ingenio .
Nunc data sum Diti longum mansura per aeum
deducta et fatali igne et aqua Stygia .
Tú que paseas tranquilo, caminante, y vuelves tu rostro a mi sepultura, si quieres saber quién soy: cenizas, ya me ves, y consumido rescoldo; Helvia Prima fui antes de mi desdichado fin. Disfruté de mi esposo Cadmo Escrateyo y en paz vivimos los dos con el mismo parecer. Ahora, entregada a Plutón, habré de permanecer con él durante largo tiempo, traída hasta aquí por la pira fatal y atravesando la laguna Estigia.
Entre el 1504 y el 1518 agrupa Bücheler los poemas compuestos según el esquema del endecasílabo falecio 42 , un verso de origen eólico que remonta, casi con toda seguridad, a la métrica indoeuropea y que, exceptuando alguna que otra composición arcaica en la poesía escénica, no aparecerá con fuerza en la literatura latina hasta Catulo, siendo usado también por Marcial y Estacio.
No vamos a teorizar ahora sobre el endecasílabo, como no lo hemos hecho con ningún otro metro, pero sí señalaremos una diferencia radical —salvo poquísimas excepciones y éstas muy arcaicas— con respecto a los demás: constan de un número fijo de sílabas. Y ofrecemos como muestra el excepcional epitafio de la pobre perrita Mía, con innegables resonancias del poema 3 de Catulo, también en endecasílabos falecios, ese metro difícil y elegante que había ejercido una especial atracción sobre el poeta de Verona: