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2. Tipos de inscripciones que contienen los «CLE»
ОглавлениеLa civilización epigráfica a que hemos aludido páginas atrás propicia la aparición de inscripciones en los más variados soportes y con finalidades bien distintas; desde las muy numerosas sepulcrales, dedicadas a honrar la memoria del difunto para la eternidad, hasta los simples grafitos privados, escritos espontáneamente sin grandes sofisticaciones. Naturalmente, la gran mayoría de estas inscripciones, que rememoran hechos notables o personas ejemplares, utiliza la prosa como forma habitual de expresión. Sólo en ocasiones, el deseo expreso de conferir a la narración de los hechos o a la descripción de los personajes un tono emocional y solemne, hace que la prosa se sienta inadecuada, insuficiente; y es entonces cuando se recurre al verso, lo cual sucede muy especialmente tratándose de los epitafios 50 .
De la mencionada variedad temática dan buena cuenta los 2.299 poemas reunidos por Bücheler-Lommatzsch entre los que se encuentran sobradas muestras de todos los tipos conocidos.
Un buen número de estas inscripciones poéticas eran votivas o sagradas , es decir, dedicadas a alguna divinidad. En principio fueron composiciones breves, grabadas o pintadas en vasos o utensilios consagrados a un dios, como ofrenda tras haber logrado una victoria o vencido algún peligro, gracias a su mediación 51 .
La fórmula inicial, que constaba del nombre de la divinidad, el nombre del dedicante (con menciones o no acerca de su filiación, origen o profesión) y un verbo o sintagma expresando la idea de «ofrecer», se fue enriqueciendo con elementos procedentes de las inscripciones prosaicas del mismo género 52 : el motivo de la ofrenda, la narración minuciosa de los peligros que corrió el dedicante, las hazañas que finalmente logró, la enumeración y naturaleza de los objetos ofrecidos, las divagaciones mitológicas a que daba lugar la mención de cualquier divinidad etc. Fue así como adquirieron un gran desarrollo literario, desde simples epígrafes como el 21:
Yo, Anneo Plácido, he hecho una ofrenda a Hércules.
hasta otros más elaborados, como el 251:
Puesto que estoy encantado de haber organizado combates con éxito en vuestras costas, venerables Cástor y Pólux, por el gran beneficio que me habéis procurado he colocado ante vuestra sede, ilustre descendencia de Júpiter, la propia representación de un combate naval, yo, Caucio Sabino, regocijándome de haber sido honrado con las dignidades urbanas y de haber celebrado fiestas en honor del padre Neptuno.
En ellos, poetas reconocidos como Virgilio, encontraron tal vez hermosos modelos que sin duda imitarían en sus dedicaciones. Pero volveremos más adelante sobre las influencias recíprocas entre estos epígrafes versificados y los mejores autores de la literatura latina.
Tras la segunda guerra púnica se introdujo en Roma la costumbre de erigir estatuas en honor de los grandes personajes, con inscripciones elogiosas destinadas a perpetuar su nombre 53 . Junto a él, la enumeración de títulos del personaje honorado, las razones para el panegírico, el nombre del dedicante y una serie de fórmulas complementarias que aclaraban las condiciones bajo las que se había erigido la estatua. Así, por ejemplo, son inscripciones honoríficas , las dos siguientes, dedicadas a Lucio Aradio Valerio Próculo, conocido por el sobrenombre de Populonius , que fue cónsul en el 340 d. C.: