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LOS CAZALLA9
ОглавлениеLlegados aquí debemos hacer un inciso y dar la importancia que merece el dato de que “Beatriz de Vivero, su madre (adoptiva)” fuese “hermana del doctor Cazalla”.
El llamado doctor Cazalla, era Agustín de Cazalla, había nacido en Valladolid alrededor de 1510, era hijo de Pedro de Cazalla, contador real, y de Leonor de Vivero. Hombre piadoso y de inteligencia Agustín comenzó sus estudios en San Pablo, bajo la atenta mirada y la tutoría de su confesor don Bartolomé de Miranda. En 1531 recibió su grado de Bachiller y hasta 1536 permaneció en Alcalá. Era clérigo de palabra fácil y convincente y su fama de predicador se extendió de modo que en 1542 el mismo Emperador le llamó a junto a sí para que fuese predicador en su Corte.
Con la Corte del César pasó a Alemania, lugar en que vivió nueve años. Fue seguramente allí en donde entró en contacto con las doctrinas luteranas y aunque al principio se significó por combatir las ideas heréticas, tras conocerlas mejor y meditar sobre ellas empezó a simpatizar con las ideas de Lutero pues para mejor combatirlas se dedicó a estudiar con ahínco y profundidad sus tesis y proposiciones y al parecer el conocimiento de estas hizo mella en su ánimo.
Tras su estancia en Alemania volvió a España y fue enviado a Salamanca en donde permaneció como canónigo de su catedral desde 1552 a 1556; en este tiempo formó parte de la comisión que presidía Antonio de Fonseca para estudiar los Breves de Su Santidad sobre el Concilio de Trento, el cual trataba de dilucidar las verdades de la fe que eran de obligado cumplimiento para la grey católica.
En 1556 el doctor Cazalla se trasladó a Valladolid y parece que fue en este tiempo y lugar en que definitivamente se inclinó por las tesis de Lutero. El mismo Agustín Cazalla confiesa que su mente cambió y que se decidió por la apostasía el día de San Lucas en 1557 y dice que lo llevó a cabo al año siguiente.
Visto así algunos opinan que aunque Cazalla estuvo en Alemania en contacto con las doctrinas luteranas, fue en Valladolid en donde finalmente adoptó estas ideas por contacto y por la influencia de Carlos de Sesso a quien trató en esa ciudad. En todo caso habiendo cambiado de religión el doctor Cazalla reunía en su casa y en casa de sus hermanas, casi en secreto, a grupos de personas interesadas en la nueva religión a quienes instruía y predicaba, en este círculo estaban todas sus hermanas, muchos parientes y mujeres del servicio de su propia casa que se agrupaban para oír al hombre sagrado predicar la religión reformada. A estos encuentros llamaron los inquisidores “conventículos”, término con el que se refiere a ellos la misma monja María de San Gerónimo como veremos más adelante.