Читать книгу ¿Es estrés o tu tiroides? - Virginia Busnelli - Страница 17

EL PODER DEL ESTRÉS

Оглавление

En la jerga cotidiana lo describimos como la “tensión” que se nos presenta frente a un suceso que supone un cambio en nuestra vida habitual y genera exigencias o demandas que superan nuestras capacidades de adaptación. Científicamente el estrés se define como la reacción psicofisiológica en la que se amenaza el estado de equilibrio, pero que no siempre se percibe como una respuesta negativa. Cuando aparece un estímulo (denominado “estresor”) que nos genera estrés, nuestro cuerpo da una respuesta hormonal.

Voy a detenerme brevemente en cómo se clasifican algunos de estos posibles factores estresores para que ‒quienes tengan una patología autoinmunitaria‒ puedan hallar la punta del ovillo del embrollo. De esta manera, al reconocer qué los pudo afectar, podemos modificar la evolución de la enfermedad dedicándonos a prestarle atención y a mejorar las condiciones adaptativas a ese daño que pudo ocasionar todo este desastre. De acuerdo con el tipo de estresor que nos enfrentemos será la respuesta que desencadenaremos.

Los estresores cotidianos son esas situaciones que a diario nos pueden poner muy nerviosos, que dependerán de la personalidad de cada individuo y que generan situaciones que pueden perturbar nuestra rutina causándonos malestar emocional o irritación. Por ejemplo: perder algo, quedar atascado con el auto en una manifestación, que alguien cancele una reunión cuando uno ya llegó al lugar, etc.

Ahora bien, se dice que una persona sufre de estrés, cuando un estresor único, que provoca un efecto traumático físico y/o psicológico, se mantiene de forma prolongada en el tiempo. Se trata de un estrés agudo que puede dar lugar al trastorno de estrés postraumático. Por ejemplo, situaciones de violencia, guerras, terrorismo, enfermedades terminales, cirugías graves, mudanzas y desarraigos, pérdidas de seres amados, divorcios, catástrofes naturales.

Muchos estresores juntos que la persona no puede controlar, porque dependen de factores externos, como la muerte de un ser querido, la amenaza a la propia vida son los responsables de que esa situación permanezca en el tiempo generando estrés crónico por efecto sumatorio, pudiendo llegar a tener el mismo impacto que un estresor único. Los estresores múltiples actúan cambiando los patrones de comportamiento automatizados y manteniendo respuestas de estrés crónicamente hasta que se produce una acomodación a las nuevas condiciones.

Cuando cualquiera de estos estresores actúa sobre la persona, sus hormonas se despiertan para ayudarlo a sobreponerse de la situación activando el eje del estrés llamado hipotálamo-hipofisario-adrenal compuesto por los que comandan (hipotálamo e hipófisis) y las glándulas suprarrenales que se encuentran por encima de los riñones y se especializan en liberar adrenalina, noradrenalina y los corticoides endógenos. También se activa el sistema nervioso vegetativo que se encarga de regular el funcionamiento de los órganos internos y controla algunas de sus funciones de manera involuntaria e inconsciente.

Ambos sistemas producen la liberación de hormonas a la sangre que ayudan al organismo a movilizar la energía requerida para afrontar una situación de alarma o emergencia, desde la simple liberación de glucosa a la sangre hasta una activación del sistema inmune. En otras palabras, se encargan de poner el organismo en estado de alerta preparándolo para luchar o huir, lo cual provoca fenómenos psicofisiológicos que alterarán toda la función del organismo.

¿Es estrés o tu tiroides?

Подняться наверх