Читать книгу Clústeres Logísticos - Йосси Шеффи - Страница 14
La ruta de una trucha
ОглавлениеUna vez que el Nora llega al puerto, los funcionarios namibianos inspeccionan la pesca para asegurarse de que el barco pague sus impuestos y no exceda su cuota. Luego, el pescado se dirige hacia la planta de procesamiento de Caladero para su clasificación y empaque en su ruta a España. Las pilas de bandejas de poliestireno son llenadas con pescado y hielo. Hay que notar que existe una distancia de 7,260 km entre la Bahía de Walvis, Namibia, y Madrid, España. En teoría, mediante vuelos directos se podría transportar por aire el pescado fresco africano hasta el aeropuerto de Madrid en solo unas ocho horas. Agréguele unas pocas horas en cada extremo para la carga, descarga, la distribución hacia el minorista y el empaque, y el pescado podría llegar desde el buque pesquero hasta la canasta del comprador en un solo día.
Pero esto no es lo que sucede, por dos razones de importancia. Primero, la Bahía de Walvis provee solo una pequeña fracción del suministro de pescado de Caladero proveniente de África. Además, esta cantidad fluctúa de un día a otro. La pesca de la Bahía de Walvis ni siquiera llenaría consistentemente un pequeño avión de carga. Segundo, la Bahía de Walvis tiene solo una población de 80,000 habitantes, lo que significa que llega muy poco tráfico aéreo. Para operaciones directas de transporte aéreo, Caladero tendría que pagar el costo de volar un avión vacío hasta la Bahía de Walvis y luego pagar todo el costo del vuelo hasta España, aunque dicho avión vaya medio vacío. Para mantener la economía del pescado, Caladero consolida todos sus suministros de pescado de África en el aeropuerto más cercano, que es el aeropuerto internacional de Johannesburgo en Sudáfrica. Tal consolidación logra dos metas importantes: primero, justifica el uso de un gran avión de carga para llevar el pescado de varios puertos africanos a España, reduciendo así el costo por kilo. Segundo, la combinación de las cargas provenientes de muchos buques de varios puertos africanos tiende a reducir las fluctuaciones diarias encontradas en la pesca de cada barco. Los altibajos de diferentes buques y puertos se tienden a equilibrar mutuamente, permitiendo que Caladero planifique sus necesidades de transporte con confianza.
Por consiguiente, en vez de un rápido vuelo hacia España, el pescado de Caladero cruza 1,200 km del inclemente desierto de Kalahari hasta llegar a Johannesburgo. Con una distancia de hasta 500 km entre una estación de gasolina y otra en el desierto, Caladero confía su carga perecedera solo a camiones especiales con tanques de gasolina adicionales, unidades avanzadas de refrigeración y conductores con experiencia. Dos cruces de frontera (Botsuana y Sudáfrica) y los animales en las carreteras se agregan al reto de llevar el pescado a tiempo hacia Johannesburgo. Hay sensores que monitorean constantemente la temperatura de la valiosa carga del camión, asegurándose de que lo peor de Kalahari no afecte a lo mejor de Caladero.