Читать книгу Clústeres Logísticos - Йосси Шеффи - Страница 9
Pedidos en orden: una coreografía de ropa
ОглавлениеEl centro de distribución de Zara tipifica el tipo de actividades que se llevan a cabo en las instalaciones modernas de distribución. Dos veces por semana, Zara reabastece sus tiendas para mantener en inventario las últimas modas y enviar nuevos diseños a sus tiendas. Los gerentes de las tiendas revisan la lista de los artículos disponibles, suministrada por la oficina central y envían sus pedidos antes de las siete de la mañana todos los lunes, después del activo período de ventas del fin de semana. El departamento comercial de Zara asigna luego el inventario a las tiendas, un proceso que incluye el reto de asignar las prendas que están en alta demanda para las cuales los pedidos de la tienda exceden el suministro disponible. Posteriormente, el sistema de gestión de almacén de Zara, convierte las asignaciones en millones de comandos dirigidos a los robots que obtienen los artículos de vestir asignados de su lugar de almacenamiento, los colocan en cintas transportadoras y los envían al equipo de ordenamiento automatizado que dirige todas las vestimentas hacia el área de empaque adecuado. Una vez empacada, cada caja de artículos es cargada y enviada a una de más de 1,500 tiendas de Zara en todo el mundo.6
El gerente de automatización de los sistemas de Zara, Jorge Savirón, es un hombre con una misión. “El trabajo que tenemos que hacer aquí en el centro de distribución es servir a las tiendas con los productos que necesitan, bajo pedido y a tiempo”, me explicaba mientras caminábamos a través del inmenso edificio. Para mantener una alta utilización de los equipos, este almacén automatizado separa las dos operaciones semanales de recolección y empaque en cuatro lotes de medio día: uno en el ciclo de trabajo de lunes/martes y el otro en el de jueves/viernes. Cada uno de estos días, la organización empieza a las cinco de la tarde para cumplir con la hora de carga de los camiones de salida y de los envíos por flete aéreo desde el cercano aeropuerto de Zaragoza.
Aunque el centro de distribución de Zara en Zaragoza cuenta con unos 800 empleados, el gran tamaño de las instalaciones, la extensiva automatización y los múltiples turnos de trabajo le otorgan al edificio un aspecto de vacío inquietante. Alguna que otra persona aparece aquí o allá, destacándose entre el brillo de los equipos mecánicos de alta tecnología alojados en el enorme complejo. Los robots reemplazan a los trabajadores en las labores manuales, las cintas transportadoras reemplazan a los conductores de los montacargas, los lectores y los códigos de barras reemplazan a los ojos humanos, y las computadoras reemplazan a los archivos y los portapapeles. Los trabajadores supervisan las máquinas, monitorean el progreso de cada ciclo de recolección, empaque y carga, y se aseguran de que las vestimentas correctas se dirijan hacia la tienda correcta en el camión correcto. Una multitud de terminales de computadoras y escáneres manuales hacen que sea posible que un pequeño grupo de personas maneje millones de artículos por semana bajo horarios estrictos, con un alto grado de exactitud.