Читать книгу La democracia de las emociones - Alfredo Sanfeliz Mezquita - Страница 6
INTRODUCCIÓN
ОглавлениеDe nuevo me siento a escribir las primeras palabras de este texto. Tan pronto termino un libro y lo entrego a la editorial nace en mí la necesidad de buscar el tema a trabajar en el siguiente. Empiezo así a escribir y rescatar antiguas notas y dar vueltas a las múltiples ideas que de forma reiterada me vienen a la cabeza. Y cuando el libro entregado a la editorial finalmente está publicado, las inquietudes se hacen más firmes, recordándome que me debo definir sobre lo que voy a escribir en el siguiente. Tras unas semanas los recordatorios se convierten en una auténtica autoexigencia para que coja una página en blanco de mi ordenador y empiece a escribir. Y eso es lo que estoy haciendo en este momento, quizá como esclavo de mi necesidad de expresarme y ser comprendido.
Por alguna razón necesito escribir, expresarme, decir que existo y que tengo capacidad para ordenar ideas que me parecen valiosas y que pueden ser interesantes para los demás. Parece que escribir me hace existir y ser alguien, y de alguna forma me lleva a sentirme orgulloso cuando el fruto de la escritura me resulta digno de ser leído. Es quizá algo por lo que siento una llamada y me hace disfrutar cada vez que pongo los dedos para ello en el teclado de mi ordenador.
El trabajo de concebir un libro, comenzar a escribirlo e ir dándole contenido es sin duda exigente. Antes de enfrentarme a mi primer libro me parecía algo imposible, pero hoy me llena de satisfacción hacerlo. Es un indudable esfuerzo, pero es a la vez tremendamente gozoso por el sentido que otorga a mi vida el ir creando obras que una vez concebidas tienen existencia más allá de mí. Y comenzada la tarea me resulta maravilloso ir viendo como la obra se va esculpiendo cada día con mi escritura. Tengo a veces la impresión de que estoy siempre con un bebé en gestación dentro de mí al que doy a luz. Creo que la necesidad de mostrar un día al mundo ese bebé en forma de libro es la mayor recompensa y motivación que me empuja y sostiene el esfuerzo de escribir. A ello añado el sosiego que me producen los ratos en los que me dedico a escribir plasmando en un soporte ajeno a mí las ideas que agitan insistentemente mi cabeza. Me quedo tranquilo al ver que con ello ya no se pueden olvidar ni perder si un día yo ya no estuviera o perdiera el orden estructurado de las mismas. Por ello, cuando creo que tengo visiones o interpretaciones originales de lo que me rodea, necesito darles forma y vida para que puedan sobrevivir al margen de mi existencia. Siento algunas veces que esto es una búsqueda de trascendencia, y supongo que así será, aunque todavía no me he dedicado a pensarlo.
Solo quiero expresar ideas, percepciones, visiones o interpretaciones de la realidad que vivo y observo, pues ello produce muy dentro de mí un importante desahogo al sentir que es un paso para contribuir a un mundo mejor. Por tanto, este libro será expresión de lo que yo veo hoy en la sociedad, incluidas ciertas tendencias que quizá sean mis propios sueños. Quizá para algunos sea una visión distorsionada de la realidad y crean que estoy equivocado, pero este libro no es para generar una discusión sino para exponer una visión y unos sentimientos con la esperanza de que sean comprendidos, ya sean o no compartidos.
La vida se construye tomando conciencia de nuevas concepciones de las cosas, desarrollando nuevos marcos mentales y soñando con nuevas realidades que hagan el mundo mejor. Los cuadros de Dalí son surrealistas, pero sin duda son grandes obras de arte pues dan forma a visiones o sueños que rondaban en su cabeza y por ello sus deformaciones de objetos y de la realidad no pueden considerarse errores sino concepciones suyas de las cosas expresadas a través de la pintura. Y en igual sentido, en forma de libro, espero y pretendo ser igual de libre delante del ordenador como supongo lo sería Dalí cuando se ponía delante de un lienzo.