Читать книгу La democracia de las emociones - Alfredo Sanfeliz Mezquita - Страница 8
¿Entonces qué busco con este libro?
ОглавлениеA menudo buscamos explicaciones simples de las cosas y culpables a los que responsabilizar de lo que no nos gusta. Y todo ello sin el más mínimo fundamento, basándonos en informaciones e interpretaciones sesgadas de las cosas y con muy poca reflexión.
El mundo se nos ha quedado pequeño y está híper-comunicado, y cualquier fenómeno que se produce en algún lugar o ámbito tiene efectos en otros lugares y ámbitos de nuestra sociedad. Me atrevo a decir que cada vez es más patente que todo es causa de todo en este complejísimo sistema de intereses y fuerzas de un mundo abierto y comunicado cuyas fronteras internas solo son capaces de constituir barreras en algunos ámbitos de la actividad humana. Se trata de fuerzas, corrientes o intereses, cada uno con lógicas propias y distintas, que nos hacen sumamente difícil entender lo que pasa, y mucho menos hacer predicciones sociológicas de cosas futuras. Cada fuerza o corriente busca su hueco construyendo sus legitimidades en su propio beneficio y sin respeto a principios o statu quo alguno. Y esas legitimidades construidas, unidas a una adecuada administración carismática, conforman causas y grupos de interés dotados de capacidad de influencia en el sistema que unos y otros tratan de aprovechar en su propio beneficio.
Este libro espero que ayude al lector a tomar una perspectiva enfocada de todas estas cuestiones y comprender como naturales las distintas posturas y reivindicaciones de unas y otras fuerzas o grupos de interés. Ayudar a esta ampliación de perspectivas es un gran propósito de este trabajo.
Siendo más concreto, con este libro me gustaría:
• Hacer pensar a la gente y preguntarse cosas.
• Ayudar a hacer visible el que el funcionamiento de nuestro sistema socioeconómico y los intereses instalados nublan nuestra perspectiva y nos impiden ver que nuestros problemas sociales no son tanto de escasez de riqueza como de falta de formas adecuadas para administrarla y disfrutarla haciendo patente el que la búsqueda infinita de crecimiento económico-financiero no puede ser el principal sostén de la paz y la felicidad social.
• El acercamiento a una mejor comprensión de lo que es el dinero y de las funciones que de hecho hoy cumple en la sociedad como principal fuente de explicación de casi todo lo que ocurre y no nos gusta en ella. Y desde ahí contribuir a que todo el mundo pueda comprender un poco lo que los expertos del mundo económico parecen no entender, precisamente por estar excesivamente condicionados por un conocimiento que los ancla en viejas concepciones y les limita las nuevas.
• Contribuir al ensalzamiento de los empresarios, pero exigiendo a la vez su evolución, fusionando lo bueno de los entornos de competencia con un incremento de la colaboración que permita seguir procurando un bienestar que vaya mucho más allá del asociado a la riqueza material y a una mirada simplista a los crecimientos económico-financieros en forma de PIB, saliendo con ello de la ceguera antropológica y social en la que muchos parecen vivir.
• Contribuir a que los lectores puedan comprender mejor por qué hoy hay tantos gritones y reivindicadores que no hacen más que pedir más y más derechos sin obligaciones y que tratan de poner patas arriba todo lo establecido, mostrando cierta comprensión hacia algunas de sus causas si bien siendo a la vez críticos con ellos para que no se excedan en sus gritos y dejen de sembrar odio como vía para la reivindicación y la captación de seguidores.
• Agitar la conversación social para ensalzar los componentes psicológicos, emocionales y espirituales de la felicidad y poner en cuestión la arraigada asunción de que el dinero siempre procura bienestar, ayudando a que los lectores comprendan las perversas dinámicas de nuestro sistema económico, auto-esclavizado por las necesidades de productividad y crecimiento sin límite, que nos hacen víctimas de dicho sistema socioeconómico que hemos creado y convertido en un fin en sí mismo olvidándonos de que era un medio.
• Hacer una llamada al esfuerzo de todos para conocernos y comprendernos mejor como vía para descubrir y entender lo que realmente nos mueve, y desde ahí reorientar la superficial y frenética espiral de consumo y cambio acelerado y permanente de la que solo se beneficia el propio sistema económico para perpetuarse con promesas de valor y excesivas y agobiantes exigencias para los ciudadanos.
• Contribuir a que las sociedades occidentales y occidentalizadas despierten a la importancia de recuperar el sentido de las cosas y desarrollar la espiritualidad para promover un mejor equilibrio entre lo material y lo espiritual, entre lo útil y lo inútil, entre el largo y el corto plazo, y entre lo medible y lo no medible.
• Enfrentar al espejo a quienes viven en permanente actitud de reproche y búsqueda de culpables para explicar todo lo que no les gusta y despertar en todos los lectores el sentido de responsabilidad como miembros de la sociedad, para contribuir, cada uno a su manera, una evolución social que encuentre vías, luz y actitudes apropiadas para reorientar lo que hoy consideramos indeseable.
• Poner con todo ello una perspectiva o mirada completa que permita comprender nuestra caótica y emocional democracia, o lo que es lo mismo, entender al menos algunos aspectos de nuestro complejo sistema que tan en entredicho se encuentra y en el que conviven muchas verdades entrecruzadas que no somos capaces de asumir.
Que nadie espere en este libro grandes conocimientos o novedades que no pueda tener ya el lector, pues este ejercicio no deja de ser una puesta en orden y combinación de fenómenos fácilmente observables por cualquiera. No obstante, presentados como lo hago, pueden permitirnos visiones y perspectivas diferentes y ampliadas de las cosas. Cuando miramos al cielo en una noche oscura, todos vemos las mismas estrellas, las que hay visibles. Pero dentro de ese universo estrellado unos pueden ver unas constelaciones y otros otras. Con este libro mi pretensión es tratar de mostrar algunas constelaciones que, siendo tan reales como las otras viejas conocidas. Invito por ello al lector a dejar de fijarse solo en la Osa Mayor y la Osa Menor, y se abra a buscar otras nuevas que también están delante de sus ojos.
Pero como no es el universo estrellado lo que ahora tenemos que comprender sino nuestra liosa y confrontada sociedad en la Tierra, seguro que será más eficaz salir un poco al espacio y situarnos en Marte para tener una mejor y más limpia perspectiva.