Читать книгу La voz sola - Ana María Martínez Sagi - Страница 56
ОглавлениеCONTUMAZ ESPERANZA
Volveremos un día a la isla de ensueño
tu corazón y el mío cansados de luchar.
Volveremos un día a reanudar el Sueño
que ni olvido ni muerte consiguieron truncar.
Granos de sol crujiente trillarán en la era.
Sobre el mar luminoso habrá un blanco bajel.
Cantarán las cigarras y la verde palmera
abrirá su abanico por rozarte la piel.
Veremos el olivo de tronco torturado
el pino ebrio de luz de trinos y de viento
el naranjo de púrpura y el ciprés extasiado
las norias apacibles y el puerto soñoliento.
Un sol incandescente alumbrará el paisaje.
Fulgirán en los bosques las resinas doradas.
Habrá un olor furioso enervante salvaje
de sedientos rastrojos y dunas abrasadas.
Iremos a la playa donde en la arena un día
trazaste el breve nombre que el oleaje borró.
El nombre desvelado perdura todavía:
la voz azul y trémula del mar lo recogió.
Como entonces mi boca te dirá torpemente
mi oración fervorosa mi cántico pagano
y otra vez los latidos del corazón demente
golpearán prisioneros bajo tu dulce mano.
Cuando llegue la noche bella entre las más bellas
—plata sobre las olas en cada rama un canto—
al rubio resplandor de las altas estrellas
yo besaré los ojos que he recordado tanto.
Volveremos un día a la isla de ensueño.
Bosques playas y cielo nos mirarán pasar.
Dos sombras temblorosas proseguirán el Sueño.
Corales encendidos arderán en el mar…