Читать книгу La voz sola - Ana María Martínez Sagi - Страница 65
ОглавлениеLA MÁSCARA
Ordené
a mis palabras:
iréis por este cauce
sin premura sin ansia.
Como las aguas quietas
y mansas
iréis así sumisas
dóciles condenadas.
No turbaréis ya más
los remansos del alma.
No cambiaréis la sombra
en crepitantes llamas.
No haréis brotar las rosas
en llanuras exhaustas.
He puesto
a mis palabras
una sutil
mordaza.
Un grillete a mis manos
impulsivas y ávidas
una soga
a mis plantas
y al corazón indómito
una férrea coraza.
Y así voy por las rutas
con mi voz aventada
con los puños cerrados
con mi sed ahogada.
Despojada criatura
cautiva sujetada
ceñida de cadenas
cercada de murallas.
Y así voy por las rutas
con mi muerte aceptada.
¡Oh la terrible horrenda
tragedia de esta máscara!