Читать книгу La voz sola - Ana María Martínez Sagi - Страница 64

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PUDOR

No.

No tengo nada.

Apenas vagamente

un poco de nostalgia.

Surgieron

los fantasmas

entre la sombra densa

entre la niebla pálida.

¿La ruta que seguía? Como muchas.

Una ruta apacible jalonada

de fresnos de mimbreras

y de álamos de plata.

Pero de pronto un viento

de ansiedad soterrada

de las cenizas frías

hizo surgir la llama.

Y busqué aquella encina

de sombra generosa y apretada.

El puente sobre el río

las voces de mi infancia

y al levantar los ojos:

busqué el cielo de España.

¿Qué quieres tú que tenga?

Nada.

Apenas vagamente

un poco de tristeza y de nostalgia.

La voz sola

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