Читать книгу La Seguridad Hídrica. Desafíos y contenido - Antonio Embid Irujo - Страница 9
IV. ¿Cómo saber si existe seguridad hídrica? El papel de los indicadores sobre la seguridad hídrica y las dudas que algunos de ellos permiten plantear
ОглавлениеEl conocimiento de qué es la SH no se acaba con la descripción de sus orígenes y transformaciones, de la evolución de su contenido y de su relación con otros conceptos. Al contrario, es allí donde comienza su aplicación práctica, lo que llamo desde el título de este trabajo “su funcionalidad”. Así, en la literatura especializada hay una interesante dirección tendente a la determinación de indicadores para medir la SH de un país o una región geográfica. Y ello con la finalidad primaria de proporcionar información sobre el estado de los recursos hídricos y su distribución (desde distintas perspectivas) así como, también, para servir de ayuda a los tomadores de decisiones sobre actuaciones para alcanzar la SH o para mejorar la calificación de la ya existente, dado que la SH aparece como un objetivo que siempre hay que propiciar79. Ello quiere decir que la SH se configura como un concepto “instrumental” que muchas veces se utiliza para justificar la adopción de decisiones como las políticas de préstamo de los Bancos y/o la necesidad de llevar a cabo determinadas obras hidráulicas80. Y en ese concreto contexto decisional es como surgen los indicadores.
En esta línea de elaborar indicadores y sus pautas de medición, el trabajo fundamental ha sido el de la doctrina especializada que ha solido avanzar en sus investigaciones sobre la base de concretas áreas geográficas81. Así y ejemplificativamente, existen algunos indicadores desarrollados para países asiáticos en donde aparecen los cinco siguientes: necesidades básicas de la población, producción de alimentos, caudales ambientales, gestión de riesgos e independencia, cada uno de ellos con un determinado nivel de puntuación que es siempre el mismo: entre 1 y 582.
Cada indicador de los mencionados goza de una determinada conceptuación. Así, el de necesidades básicas de la población se define como la proporción de población con acceso sostenible a una fuente de agua mejorada83. La producción de alimentos se refiere a la medida en que el agua está disponible y aprovechable para la producción agrícola84. Los caudales ambientales se miden según la proporción de los recursos hídricos renovables disponibles en exceso sobre los requerimientos ambientales. La gestión de riesgos significa la medida en que los países están protegidos de los efectos de la variabilidad de la lluvia mediante almacenamiento en grandes presas. Finalmente, la independencia se usa para referir la medida en la que el abastecimiento de agua y alimentos de los distintos países están a salvo en relación a cambios o choques externos.
El trabajo que resumo brevemente en estas líneas indica las distintas fuentes de conocimiento para medir cada uno de estos indicadores y da lugar a las correspondientes clasificaciones de países según el grado de SH alcanzado85.
He referido los indicadores relativos a Asia porque me parece, dentro de la literatura que he podido consultar, un trabajo interesante y meditado, de los que abre perspectivas valiosas. No obstante, no desconozco el papel instrumental que pueden tener los indicadores vinculado a una determinada dirección en el proceso de adopción de decisiones. Tanto ellos configurados en abstracto como, a continuación, las valoraciones que se den a cada uno y la forma como se lleven a cabo los cálculos para alcanzar un determinado resultado.
Y ello porque de la misma forma que existe una literatura técnica sobre la confección y uso de estos indicadores, se han publicado también planteamientos doctrinales muy serios que llaman la atención sobre las distorsiones que de los mismos pueden derivarse para adoptar una determinada política hídrica. Creo que el trabajo de referencia en este caso es el de MASON (2013) que hay que leer con mucha atención en tanto en cuanto destaca las contradicciones internas que se encuentran en muchos indicadores86, las posiciones previas que llevan a adoptar unos y no otros, las insuficiencias congénitas que algunos tienen87 y la forma de apreciar sus distintas posiciones relativas para alcanzar conclusiones concretas.
En general me parece que la adopción de indicadores es esencial para la medición del grado de SH que pueda existir en un país o región geográfica y para que, consiguientemente, la SH no sea un concepto vacío, pero hay que evitar que se cree una dinámica que conduzca en la práctica a la adopción de decisiones en función de lo que resulte meramente de concretos indicadores. Estos pueden ser una ayuda muy valiosa en ese proceso, pero su configuración como algo puramente mecánico, reglado en su concepción y en sus resultados, puede llevar a cometer errores groseros dado que no es mecánico o reglado sino enteramente discrecional el proceso de configuración de esos indicadores incluyendo su valoración interna y su posición relativa88. En última instancia hay que constatar también que en su mayor parte los indicadores guardan relación con países en estado de subdesarrollo, no, precisamente, del primer mundo en el que los indicadores tradicionales tienen mucha menor importancia dado el estado potente de sus economías que pueden relativizar –por esa misma potencia económica89– el número escaso, quizá, de los propios recursos hídricos (o su conocimiento, con esos déficits permanentes de información sobre las aguas subterráneas que muy trabajosamente se van rellenando) así como su irregular distribución dentro del país. Motivo de más para guardar una elemental precaución ante indicadores que pueden reflejar no exactamente la real valoración del tipo de componente para el que se han creado.
No me corresponde profundizar más en esta materia dada su configuración estrictamente técnica pero lo que sí quiero tratar en línea con las consideraciones anteriormente mencionadas, es la importancia de un adecuado marco institucional para la consecución de la SH. Eso es muy difícil traducirlo a indicadores90, pero sí que conviene extenderse un poco acerca del papel del Derecho y de las instituciones que regula91. Procedo a ello en el siguiente apartado del trabajo.