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Enfrentando temores y rabias

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¿Cómo vivir una actitud abierta a la diferencia en lo concreto? En la práctica la deconstrucción de nuestros fundamentalismos internos es una tarea compleja, en que juegan un rol importante nuestros sentimientos. La sensación de pérdida de identidad, de marcos de referencias claros, de control, provoca ansiedad, la ansiedad provoca temor y el temor puede expresarse en rabia y generar violencia19. La primera tarea, entonces, en nuestra vida personal y en las comunidades y movimientos en que nos encontramos, es enfrentar nuestros temores y trabajar nuestras rabias.

Cuando nos encontramos con prácticas o creencias distintas que nos provocan rabia, podemos preguntarnos qué tememos. Asumiendo nuestros miedos, y hasta expresándoles, se abre el camino a un diálogo abierto, que puede tocar la integridad de nuestro ser. La rabia es más compleja, porque en ellas se mezclan nuestras sensibilidades personales, a veces creadas por experiencias en nuestra juventud, nuestras pasiones y convicciones más arraigadas. En la rabia es bueno distinguir entre aquella basada en temores, y aquella causada por injusticias. La última muchas veces tiene que ver con diferencias de poder en nuestras relaciones, y merece una transformación de estas relaciones. La primera necesita un trabajo personal, de autoafirmación y autoestima.

Es necesario entonces, encontrar maneras de enfrentar los conflictos, como inherentes a procesos de cambio. Conflictos que se trabajan de manera constructiva y pacífica pueden abrir horizontes inesperados. En la sociedad chilena, donde la evasión del conflicto es común, significa un aprendizaje el no sublimar los desacuerdos en acuerdos pocos democráticos, por amor a “la paz”.

Se necesitan trabajar métodos de negociación y consenso que pueden posibilitar posturas y acciones comunes sin perjudicar a la diversidad. Enfrentar los conflictos también requiere una postura de autocrítica y apertura a la crítica, porque en una sociedad tan jerarquizada representamos o tomamos posiciones de poder discriminatorio a veces sin estar conscientes.

No nos sirve idealizar la diversidad: existen propuestas, estrategias, convicciones que no son compatibles en un mismo espacio. En estos momentos la tentación de imponerse sobre otras personas es fuerte, sobre todo en quienes tienen poder. De nuevo nos podría ayudar a empezar con la vida misma: contarnos nuestras experiencias y sentimientos para entender mejor los vínculos entre lo personal y lo político, y tomarnos el tiempo para los procesos de consenso. Podemos aprender mucho de los pueblos originarios en eso, ya que, por mi propia experiencia sé que ellos no permiten la presión del tiempo en la búsqueda de acuerdos a nivel de comunidad.

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