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2. The economist publica desde el año 2006 un informe anual que mide el índice de la democracia (Democracy Index) en el mundo. El último informe del democracy index publicado en Diciembre de 2019 indica, por ejemplo, que solo la mitad de los 167 países evaluados viven en democracia. Que la calidad de las democracias actuales están en un proceso permanente de regresión, en especial en los países latinoamericanos y que las diferentes protestas populares en el mundo se explican por una creciente desconfianza en los gobiernos, instituciones y partidos políticos. Estos y otros datos se pueden consultar en https://www.eiu.com/topic/democracy-index
3. Mientras que en nuestro idioma español no sucede, el idioma inglés cuenta con dos palabras para expresar ciudadanía. Mientras la palabra citizenship refiere a la ciudadanía en tanto sujetos de derecho legal, la palabra citizenry hace alusión a la ciudadanía como sujetos que viven en la ciudad. A esta segunda realidad es a la que hacemos especial referencia con nuestro uso de la palabra ciudadanía experiencial. Es decir, decimos ciudadanía experiencial en términos de sujetos con existencia real, concreta e histórica dentro de la ciudad. En este sentido, la idea de ciudadanía a la que remiti-mos nos permite movernos con plena libertad dentro de un país, pero también fuera de él, porque la ciudadanía experiencial no necesita visado, pasaporte ni documentos legales para participar y colaborar en la vida común con otros.
4. Jesús Conill sugiere la expresión “camino de la experiencia” para designar aquel andar y tránsito que va desde la filosofía del logos, marcada por el principio de razón, a la filosofía experimental, marcada por el principio de la experiencia. El camino expresa el sentido de algo que va haciéndose, algo que se construye andando. Implica, por tanto, apertura y disponibilidad para un camino que se hace sin apoyo seguro ni firme, pues involucra un andar más lleno de incertidumbres y riesgos. Evidentemente la expresión “experimental” que se usa aquí nada tiene que ver con el procedimiento de comprobación de hipótesis vía verificación dentro de las ciencias empíricas.
5. Es interesante hacer notar que Jesús Conill considera esta vertiente lin-güística para mostrar la universalidad de la experiencia. Explícitamente Conill, siguiendo una vertiente gadameriana, insiste en la aplicación de la “lingüisticidad” que tributa a la comprensión respecto al diálogo y al escu-char dialógico que busca la verdad. Es claro Conill, en todo caso, que desde su punto de vista antes que la lingüisticidad, la universalidad se expresa en la “experiencialidad”. Es decir, a su juicio, lo más radical de una razón her-menéutica es su carácter experiencial, uno de cuyos ingredientes es la ex-periencialidad lingüística. Por lo tanto, la vida de la lingüisticidad está in-serta en la vida de la experiencia. En este sentido, la experiencia no tiene por qué necesariamente ser lingüística. Ver Conill (2010: 191-193).
6. Nótese que inspirados en la reflexión de Conill y Giannini decimos saber “moral” y no “Ético”. Principalmente porque en coherencia con una razón experiencial, es posible que desde la Ética, entendida como un saber de ciencia, puedan pasar desapercibidas o volverse inalcanzables aquellas cuestiones que constituyen la carne de la experiencia común. El saber al que apelamos es un saber que se aleja del saber docto, porque el saber docto es un saber que renuncia al sujeto para hacerlo objeto de su saber. Esta renuncia redunda en una suerte de degradación negativa del sujeto experiencial. Una razón experiencial nos anima a mantener una distancia respecto al saber exclusivamente objetivamente. Como dice Giannini: “como aquel individuo indiferenciado que soy; en mi calidad de empleado, de padre de familia, de ciudadano, soy también ese ser que no puede dele-gar en ningún otro ser humano ni divino aquel saber cualitativo que confi-gura mi experiencia moral: aquel saber por el que constantemente estoy evaluando mis acciones y las del prójimo”. Ver Giannini (1992: 77).
7. La Cámara de los Lores está constituida por intelectuales y personas de prestigio en el Reino Unido cuya principal misión es asesorar al Primer Ministro en temas complejos. Tiene el rol de controlar la actuación del gobierno a través de preguntas y comisiones de investigación específicas.
8. Publicado por The Power Inquiry en el año 2006. The Power Inquiry se estableció en el año 2004 para explorar cómo se podía aumentar la participación política en el Reino Unido. Su trabajo partió del principio que si una democracia quiere ser sana requiere la participación activa de sus ciudadanos. Esta comisión se originó después que el año 2001 se alcanzó números históricos en la abstención de votantes. Gracias a esta preocupación se dio un puntapié inicial para una investigación más amplia sobre la conexión entre el proceso político y la ciudadanía. El primer informe de esta comisión vio la luz el 27 de febrero de 2006 y se puede consultar en http://www.jrrt.org.uk/sites/jrrt.org.uk/files/documents/PowertothePeople_001.pdf
9. Una comprensión de la institucionalidad política que se expresa y sostiene como una entidad superior, distante o externa a los ciudadanos puede tener origen en la importante influencia de las ideas contractualistas que fundamentan el Estado de Derecho. Sin embargo, no se debe perder de vista que nadie ha firmado en realidad dicho contrato. Una compresión experiencial de la realidad política y social nos exige promover el compromiso concreto y permanente de los ciudadanos en la búsqueda dialógica de la vida buena dentro de la sociedad democrática. En este sentido, ninguna forma de institucionalidad política democrática es experiencialmente robusta sin el sustento vivificante que le otorga el compromiso y la participación de sus ciudadanos.
10. Según Zoraida Mendiwelso Bendek la auto-organización es el factor más importante operacional de la democracia dentro de la sociedad civil. De tal manera que es una responsabilidad del Estado proveer asistencia para fortalecer las capacidades y las competencias de dicha auto-organización. En este sentido, para Mendiwelso, la participación democrática está unida intrínsecamente a procesos de aprendizaje. Ver Mendiwelso (2004).
11. La traducción es nuestra. Ver en https://assets.publishing.service.gov.uk/government/uploads/system/uploads/attachment_data/file/228678/7427.pdf
12. La capacidad de aprender a ser un ciudadano activo está intrínsecamente relacionada a la posibilidad de democratizar los espacios educativos. Es posible generar una cultura participativa cuando los establecimientos educacionales promueven la democracia. En este sentido se aprende a ser ciudadano no solo por medio de conocimientos, sino también cuando la ciudadanía se hace una “práctica” en los establecimientos educacionales. Ver Schulz, Ainley, Frailon, Kerr, y Losito (2009).
13. Interesante en esta línea es saber de qué manera la participación puede influir en la superación de la desigualdad económica, toda vez que la ciudadanía y la economía parecen mundos totalmente distanciados. Únicamente en la medida que se permeen las formas económicas y las formas ciudadanas, a través de vínculos deliberados, se podrían implementar estrategias y programas adecuados para reducir la desigualdad económica desde la par-ticipación ciudadana. Mientras tanto todo indica que el poder económico tiene las de ganar frente a la voz ciudadana. Ver Gaventa (2016).