Читать книгу Defiéndete de los ataques verbales - Barbara Berckhan - Страница 10

Negociar tenaz y relajadamente

Оглавление

Todos los profesionales cuya labor implica tratar con personas poco corteses necesitan una defensa antichoque. En los empleos en los que los insultos, las ofensas y los clientes irascibles forman parte de la rutina, es necesario contar con un buen blindaje. Todo aquel que se muestre a pecho descubierto no aguantará la presión por mucho tiempo. Se ha demostrado que las personas que ejercen este tipo de profesiones durante un período prolongado desarrollan un airbag personal.

También los individuos creativos y entusiastas necesitan de una buena protección para poder sobrevivir en este mundo duro y competitivo.

Me acuerdo de un grupo de jóvenes artistas (pintores, escultores y profesionales de las artes gráficas) que necesitaban el escudo protector para poder vender mejor sus obras. Entrené a estos artistas en la negociación. Todos estaban estrechamente ligados a su obra, por lo que les resultaba muy difícil tratar el aspecto económico. El intento de regatear el precio por parte del supuesto comprador era considerado como una ofensa personal. En los casos en que el interlocutor mostraba signos de desaprobación o escepticismo hacia la obra, los artistas se sentían profundamente heridos. Algunos se soliviantaban a la más mínima crítica relacionada con su trabajo, por lo que rompían la negociación y se negaban a seguir tratando con los que ellos calificaban de «analfabetos» y «burócratas». Ganar dinero resultaba muy trabajoso para la mayoría de estos creativos, que carecía de un buen airbag. Pero como la imaginación es algo que les sobra a los artistas, no tardaron en desarrollar fantasiosos escudos protectores. Sin embargo, mi atención se centraba en una sola cuestión: ¿eran eficaces los respectivos escudos protectores? Los sometí a una prueba definitiva. En un juego de rol interpreté a una agente durísima, que no entendía de arte, pero sí de finanzas. ¿Sería el artista capaz de dominar la negociación a pesar de la dura crítica lanzada contra su obra? Regateé sin compasión. ¿Podría el artista mantener la calma y oponer resistencia? ¿Sabría luchar sin aspavientos por el valor de su obra, a pesar de mi comportamiento impetuoso y estrepitoso? Toqué todas las teclas. Estuvimos entrenando el tiempo necesario para que, finalmente, todos dispusieran de un escudo protector capaz de repeler cualquier maniobra o manipulación. Los participantes acabaron asombrados de lo fácil que es negociar tenaz y relajadamente, siempre y cuando se vaya bien armado contra las adversidades.

Defiéndete de los ataques verbales

Подняться наверх