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EL CANON PALI
ОглавлениеTristemente, las colecciones canónicas pertenecientes a la mayoría de las principales escuelas buddhistas indias tempranas se perdieron cuando el Buddhismo indio fue devastado por los musulmanes que invadieron el norte de la India en los siglos XI y XII. Estas invasiones hicieron sonar de forma efectiva la sentencia de muerte para el Buddhismo en la tierra de su nacimiento. Sólo una colección de textos perteneciente a una de las escuelas buddhistas indias tempranas consiguió sobrevivir intacta. Ésta es la colección preservada en la lengua que conocemos como pali. Esta colección pertenecía a la antigua escuela Theravāda, que se había implantado en Sri Lanka en el siglo III a.C. y así consiguió escapar de los estragos causados al Buddhismo en la madre patria. Casi al mismo tiempo, el Theravāda se extendió también hacia el sudeste asiático y en siglos posteriores se convertiría en dominante en toda la región.
El Canon Pali es la colección de textos que el Theravāda considera como Palabra del Buddha (buddhavacana). El hecho de que el texto de esta colección haya sobrevivido como el único canon no significa que pueda ser datado en su totalidad como del mismo periodo; tampoco significa que los textos que conforman su núcleo más arcaico sean necesariamente más antiguos que sus homólogos de otras escuelas buddhistas, muchos de los cuales han sobrevivido en traducciones chinas o tibetanas como parte de cánones completos o, en algunos casos, como textos aislados en otra lengua india. De cualquier modo, el Canon Pali tiene una especial importancia para nosotros y esto es así por, al menos, tres razones.
Primera, se trata de una colección completa perteneciente a una única escuela. Aunque podemos detectar signos claros de desarrollo en el tiempo entre diferentes porciones del canon, esta convergencia con una única escuela le da al texto un cierto grado de uniformidad. Entre los textos con origen en el mismo periodo, podemos incluso hablar de una homogeneidad de contenidos, un único sabor subyacente a las expresiones múltiples de la doctrina. Esta homogeneidad se hace más evidente en los cuatro Nikāyas y en las partes más antiguas del quinto Nikāya y nos da razones para creer que con estos textos –teniendo en cuenta la reserva expresada anteriormente de que tienen homólogos en otras escuelas buddhistas extintas– hemos alcanzado el sustrato más antiguo de la literatura buddhista que se puede encontrar.
Segunda, la colección completa ha sido preservada en una lengua indo-aria media, una lengua estrechamente relacionada con la lengua (o, más probablemente, los distintos dialectos regionales) que el mismo Buddha habló. Llamamos a esta lengua pali, pero el nombre para esta lengua surgió en realidad a partir de un malentendido. La palabra pāli significa propiamente «texto», es decir, el texto canónico a diferencia de los comentarios. Los comentaristas se refieren a la lengua en la cual se han preservado los textos como pālibhāsā, «la lengua de los textos». En un momento dado, el término fue malinterpretado para significar «la lengua pali», y una vez que surgió la confusión, echó raíces y ha estado con nosotros desde entonces. Los estudiosos consideran esta lengua como un híbrido que muestra características de varios dialectos prácritos usados alrededor del siglo III a.C., sujeto a un proceso parcial de sanscritización.8 A pesar de que la lengua no es idéntica a ninguna otra que el Buddha mismo pudiera haber hablado, pertenece a la misma amplia familia lingüística de aquellas que él podría haber usado y que tienen su origen en la misma matriz conceptual. De este modo, esta lengua refleja la estructura de pensamiento que el Buddha heredó del conjunto de la cultura india en la cual había nacido, por lo que sus palabras captan los matices sutiles de esa estructura de pensamiento sin la intrusión de influencias extrañas inevitables en incluso las mejores y más escrupulosas traducciones. Esto contrasta con las traducciones chinas, tibetanas o inglesas de los textos, que reverberan con las connotaciones de las palabras elegidas de los idiomas de destino.
La tercera razón de que el Canon Pali tenga especial importancia es que esta colección está acreditada por una escuela buddhista contemporánea. A diferencia de las colecciones de textos de escuelas extintas del Buddhismo primigenio, que son de un interés puramente académico, esta colección todavía rebosa de vida. Inspira la fe de millones de buddhistas desde pueblos y monasterios de Sri Lanka, Myanmar y el sudeste asiático a ciudades y centros de meditación de Europa y las Américas. Da forma a su comprensión, les proporciona una guía frente a opciones éticas difíciles, informa sobre sus prácticas de meditación y les ofrece las claves para una comprensión liberadora.
El Canon Pali es comúnmente conocido como el Tipiṭaka, los «Tres Cestos» o las «Tres Colecciones». Esta triple clasificación no fue privativa de la escuela Theravāda, sino que fue de uso común entre las escuelas buddhistas indias como forma de categorizar los textos canónicos buddhistas. Incluso hoy las escrituras preservadas en la traducción china se conocen como el Tripiṭaka chino. Las tres colecciones del Canon Pali son:
1 El Vinaya Piṭaka, la Colección de la disciplina, que contiene las reglas establecidas para la guía de monjes y monjas y las regulaciones prescritas para el funcionamiento armonioso de la orden monástica.
2 El Sutta Piṭaka, la Colección de los discursos, que contiene los suttas, los discursos del Buddha y los de sus discípulos líderes, así como trabajos edificantes en verso, narrativas en verso y ciertos trabajos de naturaleza explicativa.
3 El Abhidhamma Piṭaka, la Colección de la filosofía, una colección de siete tratados que someten las enseñanzas del Buddha al rigor de la sistematización filosófica.
En la evolución del pensamiento buddhista, el Abhidhamma Piṭaka se produce en una fase obviamente posterior que en el caso de los otros dos Piṭakas. La versión pali representa el intento de la escuela Theravāda de sistematizar las enseñanzas antiguas. Aparentemente, otras escuelas tempranas tenían sus propios sistemas de Abhidhamma. El sistema Sarvāstivāda es el único cuyos textos canónicos han sobrevivido intactos en su integridad. Su colección canónica, como la versión pali, también consiste en siete textos. Estos fueron compuestos originalmente en sánscrito, pero han sido preservados en su totalidad sólo en la traducción china. El sistema que definen difiere significativamente del de su homólogo Theravāda tanto en formulación como en filosofía.
El Sutta Piṭaka, que contiene los registros de los discursos y charlas del Buddha, consiste en cinco colecciones llamadas Nikāyas. En la época de los comentaristas, también fueron conocidos como Āgamas, como sus equivalentes en el Buddhismo septentrional. Los cuatro Nikāyas principales son:
1 El Dīgha Nikāya: la Colección de los discursos largos, 34 suttas ordenados en tres vaggas, o libros.
2 El Majjhima Nikāya: la Colección de discursos medianos, 152 suttas ordenados en tres vaggas.
3 El Saṃyutta Nikāya: la Colección de discursos conectados, cerca de 3.000 suttas cortos agrupados en 56 capítulos, saṃyuttas, que, a su vez, se recogen en cinco vaggas.
4 El Aṅguttara Nikāya: la Colección de discursos numéricos (o, quizás, discursos graduales), aproximadamente 2.400 suttas cortos ordenados en 11 capítulos, llamados nipātas.
El Dīgha Nikāya y el Majjhima Nikāya, a primera vista, parecen haberse establecido basándose en la longitud: los discursos más largos van al Dīgha, los discursos de media longitud, al Majjhima. Sin embargo, los análisis cuidadosos de su contenido sugieren que, en cuanto a la distinción entre estas dos colecciones, podría subyacer un factor de clasificación diferente. Los suttas del Dīgha Nikāya están dirigidos principalmente a un público popular y parecen tener la intención de atraer a la enseñanza a potenciales conversos mediante la demostración de la superioridad del Buddha y su doctrina. Los suttas del Majjhima Nikāya están dirigidos principalmente hacia dentro, hacia la comunidad buddhista, y parecen diseñados para familiarizar a los monjes recién ordenados con las doctrinas y prácticas del Buddhismo.9 Sigue siendo una pregunta abierta si estos propósitos pragmáticos son los criterios determinantes de estos dos Nikāyas o si el criterio principal es la longitud, siendo estos fines pragmáticos resultado de la consecuencia accidental de sus respectivas diferencias de longitud.
El Saṃyutta Nikāya se organiza según el tema de que se trate. Cada tema es el «yugo» (saṃyoga) que conecta los discursos a un saṃyutta o capítulo. De ahí el título de la colección, los «discursos conectados (saṃyutta)». El primer libro, el Libro de los Versos, es el único en ser compilado sobre la base del género literario. Contiene suttas con mezcla de prosa y verso ordenados en 11 capítulos según el tema. Los otros cuatro libros contienen cada uno de ellos capítulos largos que abordan las principales doctrinas del Buddhismo primigenio. Los libros II, III y IV comienzan con un largo capítulo dedicado a un tema de importancia mayor, respectivamente: la originación en dependencia (capítulo 12: Nidānasaṃyutta); los cinco agregados (capítulo 22: Khandhasaṃyutta), y los seis fundamentos de los sentidos internos y externos (capítulo 35: Saḷāyatanasaṃyutta). El libro V trata de los grupos principales de factores de entrenamiento que, en el periodo postcanónico, dieron en llamarse las 37 cualidades conducentes a la iluminación (bodhipakkhiyā dhammā). Ésas incluyen el Noble Óctuple Sendero (capítulo 45: Maggasaṃyutta), los siete factores de iluminación (capítulo 46: Bojjhaṅgasaṃyutta) y los cuatro fundamentos de la atención (capítulo 47: Satipaṭṭhānasaṃyutta). De sus contenidos, podríamos inferir que el Saṃyutta Nikāya tenía el propósito de servir a las necesidades de dos grupos diferentes dentro de la orden monástica. Uno consistía en el de especialistas doctrinales, aquellos monjes o monjas que buscaban explorar las implicaciones profundas del Dhamma y esclarecerlas para sus compañeros en la vida religiosa. El otro grupo consistía en aquellos comprometidos con el desarrollo meditativo de la visión cabal.
El Aṅguttara Nikāya se ordena según un esquema numérico derivado de una característica peculiar del método pedagógico del Buddha. Para una fácil comprensión y memorización, el Buddha formulaba a menudo sus discursos por medio de enumeraciones o listas, un formato que ayudaba a asegurar que las ideas que transmitía serían retenidas en la mente con facilidad. El Aṅguttara Nikāya reúne estos discursos numéricos en un único y cuantioso trabajo de 11 nipātas o capítulos, cada uno de los cuales representa el número de términos en los que han sido enmarcados los suttas que lo constituyen. Así, está el capítulo de los Unos (ekakanipāta), el Capítulo de los Doses (dukanipāta), el capítulo de los Treses (tikanipāta), y así sucesivamente hasta terminar con el Capítulo de los Onces (ekādasanipāta). Dado que los distintos grupos de factores del camino han sido incluidos en el Saṃyutta, el Aṅguttara puede centrarse en aquellos aspectos del entrenamiento que no han sido incorporados en los conjuntos reiterativos. El Aṅguttara incluye una notable proporción de suttas dirigidos a los seguidores laicos que tratan de preocupaciones éticas y espirituales de la vida en el mundo, incluyendo las relaciones familiares (esposos y esposas, hijos y padres) y la forma correcta de adquirir, guardar y utilizar la riqueza. Otros suttas se ocupan de la formación práctica de los monjes. La disposición numérica de esta colección se hace particularmente conveniente para la instrucción formal y, por lo tanto, podía ser fácilmente utilizada por los monjes mayores en la enseñanza de sus alumnos y por los predicadores al dar sermones a los laicos.
Junto a los cuatro Nikāyas mayores, el Sutta Piṭaka pali incluye un quinto Nikāya, llamado el Khuddaka Nikāya. Este nombre significa la Colección de textos pequeños. Quizás, originalmente consistiera en un mero grupo de trabajos menores que pudieron no ser incluidos en los cuatro Nikāyas mayores. Pero a medida que, a lo largo de los siglos, se componían más obras y se añadían a la colección, sus dimensiones aumentaron hasta convertirse en el más voluminoso de los cinco Nikāyas. En el corazón del Khuddaka, sin embargo, hay una pequeña constelación de trabajos cortos, compuestos sea enteramente en verso (a saber, el Dhammapada, el Theragāthā y el Therigāthā) o en prosa y verso mezclados (el Suttanipāta, el Udāna y el Itivuttaka), cuyos estilo y contenidos sugieren que son de gran antigüedad. Otros textos del Khuddaka Nikāya –tales como el Paṭisambhidāmagga y los dos Niddesas– representan el punto de vista de la escuela Theravāda y, por consiguiente, deben haber sido compuestos durante el periodo del Buddhismo sectario, cuando las escuelas tempranas habían tomado caminos separados de desarrollo doctrinal.
Los cuatro Nikāyas del Canon Pali tienen sus homólogos en los Āgamas del Tripiṭaka chino, aunque son de diferentes escuelas tempranas. Los correspondientes a cada uno de ellos, respectivamente, son: un Dirghāgama, que probablemente surgió de la escuela Dharmaguptaka, originalmente traducido de un prácrito; un Madhyamāgama y un Samyuktāgama, ambos con origen en la escuela Sarvāstivāda y del sánscrito, y un Ekottarāgama, correspondiente al Aṅguttara Nikāya, del que generalmente se ha pensado que perteneció a una rama de la escuela Mahāsāṅghika y que fue traducido de un dialecto indo-ario medio o uno híbrido de prácrito con elementos sánscritos. El Tripiṭaka chino contiene también traducciones de sūtras individuales de las cuatro colecciones, quizás de otras escuelas todavía no identificadas, y traducciones de libros individuales de la Colección de textos pequeños, incluyendo dos traducciones de un Dhammapada (de una de ellas se dice que es muy próxima a la versión pali) y partes del Suttanipāta, el cual, como trabajo unificado, no existe en traducción china.10