Читать книгу Medios, redes sociales, cine, control social y penal - Carlos Ariel Bautista González - Страница 10

Las nuevas visiones de la justicia y de la seguridad neoliberal representadas en el cine y los cómics

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El paradigma neoliberal-neoconservador se caracteriza por retomar los valores de la modernidad y alejarlos de la intervención del Estado en la vida de los sujetos. Esta retoma ocurre con fuerza en el sistema penitenciario y de inversión social. En el campo de los paradigmas de las ciencias políticas, el paradigma extrae de los análisis teóricos fines u objetivos distintos de la explicación de la realidad (Almond, 2001). Como ejemplo evidente de esto encontramos la exposición de Wacquant (2004), en la cual nos explica el paradigma de la tolerancia cero, en cuyo marco se llevan los problemas sociales de la esfera de lo público a la esfera de lo privado.

Ninguna reforma estructural de la sociedad puede modificar esas identidades, porque en la nueva política de hoy en día la cualidad decisiva de una persona es la personalidad y no el ingreso o la clase. La gran fractura de nuestra sociedad no es la que separa a los ricos de los menos ricos, sino a quienes son capaces y quienes no son capaces de ser responsables de sí mismos. (Wacquant, 2004, p. 49)

En este proceso, cuyo auge fue en el año 1968, se produjo una serie de gestas que buscaban la descolonización de la vida de las personas. Este momento histórico se caracterizó por la publicitación de aspectos de la vida de los sujetos que se encontraban en el ámbito de lo privado, como lo fue la libertad sexual o la educación, dándole un alcance distinto a la libertad y configurando una disputa política diametralmente distinta a la existente en el Estado de bienestar.

Las antiguas disputas que giraban alrededor del concepto de clase del marxismo, fundamentadas en la contradicción capital-trabajo, pasan a un segundo plano a costa de la articulación de los movimientos sociales y movimientos políticos. Como lo desarrolla con mayor profundidad Mouffe (2007), el neoliberalismo lleva a que la política se articule por cadenas de demandas, y no por un conjunto rígido de ellas.

La segunda cuestión que planea abordar este capítulo es la serie de películas de Christopher Nolan enunciada previamente, resaltando apartes de estas películas con el fin de interpretarlas y dotarlas de sentido.

Un primer elemento que vale la pena resaltar de las películas de Batman es el papel que este cree desempeñar en la sociedad, ocupando la figura de un vigilante nocturno. En la primera película, Batman Begins, Wayne, el protagonista, se encuentra encarcelado sin razón alguna en una prisión cerca del Himalaya, y ha sido aislado tras haber golpeado a un grupo de prisioneros del lugar. En este momento entra Ducard, miembro de la Orden de las Sombras, y le ofrece aquello que siempre ha querido.

Wayne [Batman]: ¿Quién es usted?

Ducard [antagonista]: Mi nombre es simplemente Ducard, pero hablo en nombre de Ra’s al Ghul, un hombre muy temido en el bajo mundo criminal. Un hombre que puede ofrecerte un camino.

Wayne: ¿Qué le hace pensar que necesito un camino?

Ducard: Alguien como tú solo está aquí por decisión. Has estado explorando la fraternidad criminal…, pero sin importar tus intenciones iniciales… te has perdido.

Wayne: ¿Qué camino me puede ofrecer Ra’s al Ghul?

Ducard: El camino de un hombre que comparte su odio y desea servir a la justicia.

[…]

Wayne: Busco… busco los medios para combatir la injusticia. Asustar a aquellos que cazan a los atemorizados. (Nolan y Goyer, 2005, §§ 11, 21) (traducción propia)

Como podemos derivar de esta conversación, lo que busca Wayne –quien asume el rol de superhéroe– es afirmar una visión de la justicia desde la óptica de la venganza o de la retribución. En tal sentido, entiende la justicia como algo que le compete al afectado y al victimario, y desdibuja de esta relación a la sociedad y al Estado. Por un lado, se trata de una visión más ajustada al sistema de valores estadounidense, donde, por ejemplo, la concepción del derecho penal es más cercana a esta visión víctima-victimario (Ferrajoli, 2001); por otro lado, se aparta de los desarrollos del Estado de derecho. Se trata de satisfacer la necesidad de venganza bajo la imagen de la justicia contra aquellos que atemorizan a los débiles, esto es, atemorizar a los que atemorizan.

Esto se reafirma en la siguiente conversación. Frente a un conflicto con la tierra, por el cual se ven afectados ciertos valores aceptados comúnmente por la sociedad, como es la propiedad, se vuelve a adoptar una postura de la justicia como un ejercicio de venganza. No obstante, se trata de una configuración de la justicia un tanto distinta a la venganza personal.

Wayne: ¿Quién es él?

Ducard: Él era un campesino. Entonces intentó apoderarse de la tierra de su vecino y se convirtió en un asesino. Ahora es un prisionero.

Wayne: ¿Qué le va a ocurrir?

Ducard: Justicia. El crimen no puede ser tolerado. Los criminales prosperan por la indulgencia del entendimiento de la sociedad. (Nolan y Goyer, 2005, § 53) (traducción propia)

Se trata de un ejercicio de la justicia en el cual no existe ningún tipo de proporcionalidad o análisis de culpabilidad del responsable. En lugar de eso, se recurre únicamente a la aplicación de una pena exorbitante como forma de prevenir la ocurrencia de nuevos delitos. Así es adoptada una concepción de prevención general del derecho.

Esta es una manera de interpretación del fenómeno criminal como consecuencia de un sistema social indulgente con quien comete un acto criminal, desprovisto de cualquier análisis de la persona que cometió tal conducta y de sus razones para hacerlo. Entonces, es un ejercicio de la justicia que no tiene la pretensión de reparar la situación o devolverla a su estado previo.

Ducard: Hay personas sin decencia […] que deben ser combatidos sin titubear, sin lástima. Tu rabia te da un gran poder. Pero si lo dejas, te destruirá, como casi lo hizo conmigo.

Wayne: ¿Qué la detuvo?

Ducard: La venganza.

Wayne: Eso no me ayuda.

Ducard: ¿Por qué, Bruce? ¿Por qué no podrías vengar a tus padres? (Nolan y Goyer, 2005, § 35) (traducción propia)

En este momento, Ducard busca convencer a Wayne de que existen personas que por su condición de criminales merecen ser combatidas sin titubear, sin lástima alguna. Esta afirmación tiene grandes similitudes con la concepción de amigo-enemigo, desarrollada por Schmitt (2009) y aterrizada al campo de los medios de comunicación por Zaffaroni (2011) y Pozuelo (2013), quienes sostienen que los medios presentan a los criminales como sujetos que se encuentran fuera de su comunidad o conjunto de valores morales y que, por ello, no merecen el mismo trato que reciben las personas comunes y corrientes.

En estas películas no es claro un rechazo contundente al discurso de Ducard. Por el contario, como puede ocurrir en el caso del Joker, es reafirmada la condición del otro del villano: con él no se puede dialogar o buscar un castigo proporcional. Por lo tanto, la única solución que queda sobre la mesa es la eliminación del mismo. Esta visión contrasta con el siguiente diálogo.

Wayne: Mis padres merecen justicia.

Rachel: No estás hablando acerca de justicia. Estas hablando de venganza.

Wayne: A veces son lo mismo.

Rachel: No. Nunca son lo mismo. La justicia es armonía. Venganza significa hacerte sentir mejor. Por eso tenemos un sistema [judicial] imparcial.

Wayne: Tu sistema no funciona. (Nolan y Goyer, 2005, § 43) (traducción propia)

En este apartado podemos ver a Bruce discutiendo con Rachel, una amiga de la infancia, con respecto al asesinato del responsable de la muerte de los padres de Bruce, debido a que este iba a testificar en contra de uno de los líderes de los criminales en Gotham City. Es evidente cómo Batman comienza a dudar de la posibilidad de que el derecho dé soluciones a sus problemas. Contrario sensu, como el derecho no es capaz de ofrecerle una solución a su conflicto, sugiere que debe tomar soluciones por fuera de este. En este punto son irrelevantes las formas que adopte la justicia, porque ella se reduce a venganza. Con posterioridad veremos cómo se reafirma esta tesis.

Alfred: Te estás perdiendo dentro del monstruo que representas.

Wayne: Estoy utilizando a este monstruo para ayudar a las personas, como mi padre lo hizo.

Alfred: Para Thomas Wayne, ayudar a otros no significaba probar nada a nadie, incluyéndolo a él mismo.

[…]

Alfred: Nosotros nos preocupamos por Rachel, pero lo que estás haciendo va más allá. Esto no puede ser personal, o solo eres un vigilante. (Nolan y Goyer, 2005, § 236) (traducción propia)

En este punto vemos una alusión clara a la idea de que el fin, que sería conseguir la justicia o salvar a Rachel, justifica los medios necesarios con tal de alcanzar el fin buscado. Por lo tanto, la justicia es importante por el objetivo que persigue. Como señalaría Ferrajoli (2001), a diferencia de las tradiciones occidentales del derecho, parte del fin de la justicia es aplicar un procedimiento que dé garantías o confianza a quienes se encuentran involucrados en su ejercicio.

Gordon (jefe de policía): Nunca te agradecí.

Wayne: Nunca vas a tener que hacerlo. (Nolan y Goyer, 2005, § 318) (traducción propia)

Esta escena, una de las últimas de la película, desarrolla el deber que tiene Batman de garantizar la seguridad de Gotham City. Podemos ver al jefe de investigaciones de la policía agradeciéndole a Batman por haber salvado la ciudad de forma altruista, lo que amerita que Batman replique que este no hizo nada por lo que tuvieran que agradecerle. Es decir, la labor de Wayne se consolida como su deber y no simplemente como un deseo suyo.

En este punto, cualquier tipo de retribución que reciba Batman fruto de su trabajo simplemente reafirma su lugar como el vengador: aquel que administra justicia por fuera de los parámetros del derecho estadounidense y cuyo ejercicio paralegal permite que la ciudad descanse en paz.

En la segunda película, The Dark Knight, Batman debe enfrentarse al Joker y se consolida, durante gran parte de la película, como el héroe o el elemento que permite realizar una ruptura en la aceptación de la delincuencia. Un elemento central del Joker, y la razón por la cual representa una amenaza real para Batman, es que no busca conseguir un fin en específico con la violencia que ejerce; solo busca causar caos.

Así, el nuevo antagonista de esta película es la anarquía máxima, que atenta contra el sistema de roles bajo los cuales funciona la sociedad. En tal sentido, representa una amenaza mayor que unas personas encaminadas a obtener réditos de su comportamiento. Resulta más peligrosa la violencia cuando ella no encaja en el sistema de valores occidental; cuando no protege la figura del trabajo.

Engel: Alcalde, usted fue elegido para limpiar la ciudad. ¿Cuándo planea iniciar?

Alcalde: Bueno, Mike, creo que ya empecé.

Engel: ¿Como el autollamado Batman? Hemos escuchado que está haciendo cosas bien. Los criminales están huyendo asustados. (Nolan y Nolan, 2008, § 22) (traducción propia)

Por un lado, se trata de una reafirmación del papel de Batman en la lucha contra el crimen. Así, el objetivo debe ser limpiar la ciudad de la delincuencia. En primer lugar, otra vez, se hace referencia a los delincuentes como esos otros de los que toca deshacerse. Después, se reconoce que dicha labor requiere un tratamiento distinto del jurídico: si bien este cuenta con las garantías para un ciudadano, puede que los delincuentes no las merezcan porque son ese otro del que toca deshacerse.

Aquí, por otro lado, podemos ver un paralelo con las políticas de tolerancia cero con la delincuencia, a las cuales hace referencia Wacquant (2004), recordándonos que estas posturas buscaban garantizar el statu quo en las ciudades por medio del pie de fuerza policial y la persecución de diversas formas de delincuencia. También podemos ver cómo la figura de Batman refuerza el poder de la institucionalidad.

Dent (fiscal): Cuando los enemigos estaban en las puertas, los romanos suspendían la democracia y designaban a un hombre para proteger a la sociedad. Esto no era considerado un honor, sino un servicio público.

Rachel: Harvey, el último hombre que fue designado para proteger la República se llamaba César y nunca devolvió su poder.

Dent: Ok, bien. Bien mueres como un héroe […] o vives lo suficiente para convertirte en un villano. (Nolan y Nolan, 2008, § 44) (traducción propia)

En esta parte de la película podemos ver a Harvey, fiscal del distrito de Gotham City, discutiendo acerca de Batman, legitimando su labor y refiriéndose a la estructura política romana en su argumento. De este modo explica por qué es necesario en tiempos de crisis ceder los valores de la democracia, como el procedimiento, con el fin de ponerle frente a estas amenazas. Pero no solo eso: reconoce que este ejercicio heroico de lucha contra el delito, extendido en el tiempo, es la forma que adquieren los villanos. Por lo tanto, podemos ver una aceptación de los daños colaterales que produce este ejercicio de la justicia.

Dent: Ella comparte mi entusiasmo por la justicia. Después de todo es una juez.

[…]

Piensa en todo lo que puedes hacer con dieciocho meses de calles limpias.

[…]

Alcalde: ¿Te le mides? Mejor que lo hagas, porque si ellos obtienen algo en contra tuya y vuelven a las calles… (Nolan y Nolan, 2008, § 92) (traducción propia)

Esta escena se desarrolla en una discusión entre el alcalde de la ciudad y el jefe de investigadores de la fiscalía, con respecto a un proceso penal en el que está involucrada la totalidad de los criminales de la ciudad, y podemos ver cómo lo fundamental no es garantizar los derechos de los acusados, los ciudadanos o el esclarecimiento de los hechos, sino simplemente apartar o separar a los criminales de la ciudad, planeando la ciudad vacía de ellos como un lugar idílico. Con esto se reafirma, una vez más, la hipótesis de que los delincuentes deben ser separados o alejados de la sociedad, cuando no erradicados, por cuanto constituyen un otro del cual hay que separarse y tomar distancia.

Joker: Dime tu nombre.

Hombre: Brian.

Joker: ¿Eres el verdadero Batman?

Hombre: ¡No! ¡No!

Joker: ¿Entonces por qué te vistes como él?

Hombre: Él es un símbolo […] ¡de que no vamos a tener que temer a una basura como tú!

Joker: Sí, deberías, Brian. Te aseguro que sí. (Nolan y Nolan, 2008, § 95) (traducción propia)

En esta escena, varios sujetos han decidido disfrazarse como Batman y salir a la calle con el fin de combatir a los malos con armas de fuego. Sin embargo, el Joker está en la cacería de Batman y se topa con uno de estos sujetos, a quien tortura y utiliza como amenaza para Bruce. Es fundamental apreciar cómo Batman se constituye como un símbolo de esperanza para combatir el crimen organizado del que no puede encargarse el Estado, y cómo los delincuentes son entendidos como basura por parte de los ciudadanos comunes y corrientes.

Joker: Introduce un poco de anarquía, desestabiliza el orden establecido y todo se vuelve caos. Soy un agente del caos. ¿Sabes algo del caos? Es justo. (Nolan y Nolan, 2008, § 282) (traducción propia)

En este apartado podemos ver cómo el Joker se convierte en el caos y la incertidumbre de la sociedad contemporánea, representando todo aquello que los ciudadanos no quieren tener en su comunidad política –pero aquello de lo que no pueden prescindir–, contrastado con Batman, quien es el agente del orden y de la organización de la ciudad. Una vez más se reproduce la dinámica de amigo-enemigo.

Wayne: Hermoso, ¿no?

Fox: Hermoso, antiético y peligroso. Has convertido cada teléfono celular de

Gotham en un micrófono.

Wayne: Y un recibidor generador de alta frecuencia.

Fox: Tomaste mi concepto del sónar y lo aplicaste a cada teléfono de la ciudad. Con la mitad de la ciudad alimentando tu sónar puedes imaginarte toda Gotham. Esto está mal.

Wayne: Tengo que encontrar a este sujeto, Lucius.

Fox: ¿A qué costo?

Wayne: La base de datos esta encriptada. Solo puede ser utilizada por una persona.

Fox: Es mucho poder para una sola persona.

Wayne: Por eso te la doy a ti. Solo tú puedes usarla. (Nolan y Nolan, 2008, § 299) (traducción propia)

En esta escena, Batman está empecinado en dar con el paradero del Joker, debido a que este se encuentra en la capacidad de volar dos barcos, uno con presos y el otro con ciudadanos, en el río que rodea a Gotham City. Para esto, decide espiar cada teléfono de la ciudad para dar con el paradero de su objetivo. Así, decide pasar por encima de las libertades de los sujetos, sin informar a estos, con el fin de capturar a su enemigo. En este caso, el fin justifica plenamente los medios.

Comandante de la Guardia Nacional: ¡Apártense!

Empresario: ¿Quién eres para decidir? Tenemos que discutir esto por lo menos.

Mujer: No tenemos que morir. Ellos tuvieron su oportunidad.

Comandante de la Guardia Nacional: No vamos a discutir al respecto.

Empresario: ¿Por qué no discutimos esto?

Pasajero 1: Ellos están discutiendo el mismo asunto en el otro bote.

Pasajero 2: Sometámoslo a votación. (Nolan y Nolan, 2008, § 357) (traducción propia)

Como parte del plan del Joker para que Batman se entregue, este pone a la ciudad bajo un riesgo que obliga a evacuarla. Previo a la evacuación instala dos dispositivos capaces de volar ambos botes, dejando la decisión en cabeza de los sujetos a bordo. Un bote tiene la posibilidad de destruir al otro y debe hacerlo antes de que el otro haga lo propio. Aquí, a pesar de que al final nadie vuela por los aires a nadie, los presos deciden no hacer nada y los ciudadanos corrientes deciden volar el bote de los presos. Un factor central de esta escena es la consideración de que los presos ya tuvieron sus oportunidades en la vida y, por tal motivo, no merecen vivir tanto como ellos.

Con ello, se plantea un escenario en el cual los delincuentes tienen menos derecho a vivir la vida que las personas cotidianas, pese a que el comportamiento bajo una circunstancia de presión sea más desviado entre los ciudadanos comunes que entre los delincuentes. Con ello, lo fundamental es el lugar que se ocupa en la sociedad, desde el cual son definidas las fronteras amigo-enemigo.

Wayne: No quieres herir al niño, Harvey.

Dent: No es sobre lo que quiero, ¡es sobre lo que es justo! ¡Pensaron que se podía ser decente en tiempos indecentes! Pero estaban mal. Este mundo es cruel y la única moralidad en un mundo cruel es la decisión no sesgada, imparcial, justa. (Nolan y Nolan, 2008, § 366) (traducción propia)

En esta última escena, vemos al jefe de policía –antes jefe de las investigaciones de la policía– discutiendo con el anterior fiscal de la ciudad, quien sufrió un intento de asesinato alternativo por parte del Joker, en el cual se podía salvar Rachel, entonces prometida de él. Harvey decide tomar venganza por lo ocurrido, debido a que Gordon era el superior del responsable del secuestro de ambos. En este proceso, Harvey renuncia a ser la figura que estaba buscando el fin de la delincuencia de Gotham City e intenta asesinar, sin éxito, a un niño.

En la tercera película, The Dark Knight Rises, la ciudad se vuelve a encontrar bajo la amenaza de la Orden de las Sombras, quienes habían intentado anteriormente, sin éxito, acabar con la ciudad. Esta película cuenta con menos referencias que las demás en torno a los temas abordados en este capítulo. Sin embargo, es posible encontrar ciertas referencias al asunto.

Selina: No existe un nuevo comienzo en el mundo de hoy día. Cualquier niño de 12 años con un teléfono celular puede averiguar todo lo que has hecho. Todo es recopilado y cuantificado. Todo se pega. Somos la suma de nuestros errores. (Nolan y Nolan, 2012, § 43) (traducción propia)

Podemos ver cómo la película reconoce que en el mundo actual no existe posibilidad de que la vida del sujeto pase de un campo de lo público a un campo de lo privado. Selina, quien pronuncia estas palabras, asegura que no hay forma de que ella abandone el mundo de la delincuencia en el que se encuentra, por lo cual no tiene más opción que seguir en él. Por lo tanto, es imposible escapar de los roles que ha asumido cada persona en la división del trabajo, pese a las promesas de reinserción del derecho.

Gordon: Hay un punto, allá, lejos, cuando las estructuras te van a fallar, cuando las reglas no son tus armas, ellas son grilletes, dejando que el malo tome la delantera. Tal vez algún día tengas ese momento de crisis. Y en ese momento espero que tengas un amigo, como yo lo tuve, que se ensucie para que tengas tus manos limpias. (Nolan y Nolan, 2012, § 110) (traducción propia)

En esta escena es cuestionado el papel de las reglas en la sociedad, así como su capacidad para beneficiar a un sujeto por encima de otro. Vale la pena resaltar algo fundamental, y es que se entiende que las reglas benefician al malo cuando no están a favor de uno, de tal forma que el bueno debería salirse de las reglas, o bien dejar que alguien se ensucie, con el fin de garantizar su objetivo.

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