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Los primeros contactos
ОглавлениеDurante los primeros días de la expedición los guaicuras no se dejaron ver. El contacto inicial ocurrió al momento de la construcción del fuerte. En eso estaban los españoles cuando escucharon una serie de gritos y alaridos que los puso en alerta. Observaron que se aproximaba un grupo de treinta y cinco guaicuras que venían alineados en forma de media luna; tenían el cuerpo pintado y estaban armados con arcos, flechas y dardos, exigiendo por señas a los expedicionarios que se fueran de la bahía. Igualmente por señas, el Almirante y sus capitanes les indicaron que se tranquilizaran, que no venían a hacer guerra, sino a tener amistad con ellos, pidiéndoles que pusieran sus armas en el suelo, lo cual ellos harían igual. Sin embargo los guaicuras no aceptaron.
Fue entonces que el padre Kino y el padre Goñi, de una manera cariñosa pero temeraria fueron hacia los indios ofreciéndoles comida y abalorios. Al principio los indios tuvieron mucha desconfianza y no querían aceptar los regalos, pero poco a poco fue desapareciendo el recelo, hasta que los padres lograron tranquilizar a los guaicuras, al grado que dejaron las armas y comieron con ellos. En reciprocidad, los guaicuras dieron a los misioneros mezcales tatemados buenos, redecillas muy bien hechas y plumas de pájaros que tenían en sus cabezas. También les obsequiaron carne de venado que era de los alimentos favoritos de los californios. El encuentro duró casi hasta el anochecer, en que se retiraron los guaicuras.
Dos días después llegó un grupo de 80 indios con muchas muestras de amistad, quienes se quedaron hasta el atardecer. En los siguientes días llegaron más grupos de indios, siempre con amistad, pero pronto empezaron a tomarse numerosas libertades, entre ellas, de una manera muy sutil, algunos robos. Ante esto, el Almirante decidió hacerles, de una manera amistosa, una demostración de la fuerza y potencia de las armas españolas comparada con la de los arcos y flechas que los guaicuras utilizaban. La demostración fue contundente y los guaicuras dejaron de tomarse tales libertades, pidiendo siempre permiso o preguntando ante lo que no sabían.
El desconocimiento de la lengua era una barrera que pronto los misioneros empezaron a superar. Al respecto comenta uno de los cronistas que los padres de la Compañía… deseosos de entender la lengua de los californios, andan con el tintero en la mano, en viniendo indios, oyendo sus palabras, asentando sus vocablos y notando sus pronunciaciones, para ir aprendiendo su idioma. Y el padre Eusebio Kino dice la van ya entendiendo, que es muy clara y que tiene todas las letras del abecedario, y que los naturales pronuncian muy claramente la nuestra… (35) De hecho no pasó mucho tiempo para que el padre Kino elaborara un pequeño vocabulario con quinientos términos de la lengua guaicura, (36) del cual se desconoce su paradero.
Sobre los guaicuras estos primeros misioneros comentaron que son… muy dóciles y afables y festivos y que sus muchachos juegan y se entretienen con los nuestros con tanta amistad y llaneza, como si se hubiesen criado entre ellos. (37) Kino, siendo un gran optimista, sobre todo con respecto a los nativos, agrega que estos indios me parecen los más dóciles, afables, risueños y joviales que tiene toda la América (38) y en una carta a su protectora, la duquesa de Aviero agrega que son de tan buenas prendas que parece, en ninguna otra parte del mundo, se pueden emplear mejor los muchos gastos reales y santos celos de la Europa, etc., que ahora en esta dilatadíssima California. (39) Desde luego, esta no fue la apreciación de los soldados, quienes veían en los guaicuras a enemigos en potencia. Al respecto de los guaicura Atondo observa que demuestra esta nación ser muy guerreros, según las señales de heridas. (40)
Como prueba de esa amistad y fácil acercamiento con los guaicuras, el padre Kino da el testimonio de la confianza que llegaron a tenerle algunos de ellos… un buen viejo de ellos se puso a contarles en su lengua, acompañada de señas, que daban bien a entender lo que decía, cómo él tenía 5 hijos y que e1 chiquito se le había, pocos días antes, muerto; y para explicar que lo había enterrado, hizo un hoyo en la tierra, y cogió un palito que representaba a su niño, y lo enterró. Con que se consoló de haber dado a entender su pena, y los padres se consolaron más de ver la familiaridad con que conversaban con ellos, porque, a este modo, contaban y decían otras cosas suyas que fuera largo referirlas. (41)
En una carta al padre Francisco Castro, (42) Kino nos obsequia con un resumen de su visión sobre los guaicura: Estos indios son de muy vivo y buen natural, de buena estatura, fuerzas y salud; muy alegres, risueños y joviales. Los hombres no usan de vestido ninguno si no es de un cupi (43) de plumas en la cabeza. Las mujeres usan de unos pellejos que les llegan desde los pechos hasta el suelo. Son de color algo más blanco que los indios de la Nueva España… su sustento de ellos es el marisco y otras frutas de la tierra, venados, conejos, pájaros, que los hay en abundancia… sus armas de los indios son arco y flecha con pedernal, sin ponzoña, que no la conocen… los más principales de ellos traen unas flautas de carrizo colgadas del pescuezo, pero no se sirven de ella sino cuando actualmente están peleando, y por eso tampoco no gustan de nuestra guitarra o arpapitos o flautas. Estiman en mucho los cuchillos y cualquier cosa de hierro, los coscates o abalorios y todo género de cuentas de cositas, o cintas coloradas. Recelan mucho sus mujeres y sus chiquillos. Su lengua, que no es muy dificultosa de aprender, tiene todas las letras del abecedario fuera de la s y la f; pero la aprenden y cortan lindamente la salutífera palabra Jesús y otras semejantes palabras de la lengua castellana, aunque tenga la s; y son muy curiosos en preguntarnos de cualquier cosa que ven, cómo se llama en nuestra lengua. (44) Casi todos estos tienen sus mujeres, y algunos, aunque pocos, más de una, y muchos hijos, y esto se entiende hablando solamente de los guaicuros más cercanos a este Puerto de La Paz, que es gente más belicosa. (45)