Читать книгу La niñez desviada - Claudia Freidenraij - Страница 12
CAPÍTULO 1
Infancias urbanas
ОглавлениеConocemos perfectamente la forma en que vive la mitad de nuestros niños, esto es, los que constituyen la población escolar […] Pero respecto de los medios de vida y forma en que la otra mitad de nuestros niños se desarrolla se ha escrito poco. Sin embargo, ellos constituyen la otra mitad, compuesta por los niños obreros de la ciudad de Buenos Aires.
Alejando Unsain, “De la escuela a la fábrica”, 1910
Como sugiere el plural del título, pensar la infancia porteña de fines del siglo XIX supone multiplicar los puntos de mira y asumir que estamos frente a muchas y diversas infancias.1 Este libro no interpreta esa multiplicidad pretendiendo dar cuenta de todas sus versiones, sino que encara la cuestión ajustando el foco sobre los niños y jóvenes de la clase trabajadora porteña.
En este capítulo mi intención es insertar a la niñez de la clase trabajadora en la dinámica de las transformaciones urbanas que experimentó la ciudad de Buenos Aires desde fines del siglo XIX y, desde allí, procurar una reconstrucción de los principales rasgos de su vida cotidiana, sus prácticas, sus rutinas, sus juegos y sus sociabilidades.
Me interesa hacer pie en los modos de habitar la ciudad de esta infancia y juventud plebeyas, así como “revisar” las marcas de la infancia y la juventud en ella. ¿Qué sabemos sobre la vida de los niños y jóvenes pertenecientes a las clases trabajadoras que habitaban la ciudad de Buenos Aires hacia fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX? ¿Qué espacio ocupaban y qué papeles jugaban? ¿Cómo inscribían su vida en el espacio urbano?
Si bien hay una coincidencia general en otorgar a la calle un lugar central en los diagnósticos y las clasificaciones que las elites morales realizaban de la población infantil, lo cierto es que poco se ha explorado el problema de la inscripción real y efectiva de los niños en el espacio urbano; más bien se ha atendido el lugar que la calle ocupaba en el imaginario y las representaciones que de los menores elaboraba la elite (Talak y Ríos, 1999; Zapiola, 2007a, 2010a).
El capítulo se organiza, en primer lugar, sintetizando los rasgos más generales de las transformaciones de Buenos Aires de fines del siglo XIX. En segundo término, atiende a las peculiaridades de los modos de habitar de la niñez de la clase trabajadora en vinculación con la fuerte presencia infantil callejera. Luego, se detiene a sopesar sus vinculaciones con el mundo laboral y con el ámbito escolar, tratando de desentrañar qué clase de relaciones establecían estos niños con la escuela y con el trabajo. Finalmente, en el cierre se procura reconstruir los usos infantiles del espacio público.