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Ahora solo “siente”

Te estás acostumbrando a escuchar y a percibir sensaciones nuevas que antes las habías ocultado o escondido, pues tal vez tenías miedo de que vieran que eras feliz contigo misma.

¿Cómo se te podía ocurrir ser feliz sin ellos?

Y recuerda…

ü informarte

ü aprender a aprender

ü y comprender

… son acciones que te permitirán llevar a cabo tu plan estratégico para lograr tu objetivo, el de ser feliz. Cómo aprender a diferenciarte del otro cuando se trata de cuestiones personales, íntimas.

Tú eres tú.

Las acciones futuras que realices o las determinaciones que tomes serán el resultado de este proceso. Por eso debes tenerte paciencia, transitar el paso a paso, vivenciando todo lo que haces, sintiéndote presente. Pues estás aprendiendo a confiar en ti y a quitar del camino todo lo que te han dicho que eras, lo que tú misma creías que eras como las expectativas altas y bajas que tienes de ti.

Genera mucha presión psicológica todo esto, por eso es necesario limpiar conceptos e ideas que tienes que no sirven para este modelo nuevo de vida que eliges llevar. Pero para no sentirte vacía y desprotegida, tienes que aprender y comprender lo que vas descubriendo de nuevo en este maravilloso camino que has elegido de querer saber quién eres. Allí lo tienes todo, por eso lee y lee. Y deja a tu mente que se nutra de nuevos puntos de vista, de nuevas posibilidades. Y hazlo sin hacer ningún esfuerzo, solo confiando en que esto es natural y espontáneo, solo que has perdido el buen hábito de ser libre, de vivir desde allí.

Solo por hoy siente y no pienses. Y repasemos un poco qué es esto de hacernos cargo de la vida que llevamos dentro.

Te has dado cuenta de lo importante de estar atenta a tus necesidades, a lo que tu corazón te está diciendo. Él solo te recuerda a través del cuerpo SI estás cómoda con lo que te está sucediendo, lo que te permite gestionar todo lo que necesites para continuar armando procesos nuevos.

La vida es un gran proceso que hay que recorrer con las experiencias personales de cada uno, asimilándolas y sedimentándolas para que sean consistentes y durables. Y este modo de ver la vida, donde disfrutas del paso a paso de todo lo que vas descubriendo, es lo que te recordará quién eres realmente.

Aquí no existe, en esta gran aventura de vivir, el exitismo ni el titulismo. Aquí existes tú y todo lo que vas descubriendo de ti en un marco de flexibilidad, de prueba, de ensayo y error. Donde elegirás todo el tiempo dónde quieres ir, cómo quieres hacerlo y con quién decides pasar tu tiempo.

Cambiarás una y mil veces de ideas hasta que encuentres la que te sienta más cómoda y sea la mejor para tu evolución. Recuerda que de aquí en más no te detendrás y todo continuará modificándose y creciendo. Es inevitable y maravilloso que sea así. Ya lo verás.

Es decir que vas a aprender a transitar la vida no desde la presión psicológica como has vivido siempre, sino desde tus elecciones de vida, desde tus deseos, desde ti.

Y si no lo puedes sentir de este modo aún, escríbelo, déjalo en el papel y sigue. Pues esto te llevará a estar atenta de lo que te pasa con lo que te pasa.

Si no, corres el riesgo de continuar transitando la vida sin darte cuenta de nada y sufriendo mucho por ello. Recuerda que sufres porque te separas de quién eres. Y lo haces sin asimilar el modo de cómo lo estás haciendo, sin registro, sin conciencia. Y es aquí donde tu capacidad de poder elegir lo que quieres para tu vida se diluye, no existe, pues estás fuera de control y totalmente vulnerable. Lo que significa que eres presa fácil nuevamente, para cualquier depredador que vea tu inseguridad, tu falta de límites claros, tu descuido territorial, tu ingenuidad, tu adicción afectiva o emocional.

En definitiva, hoy sabes bien que sin conciencia y con miedo no puedes elegir lo que es mejor para ti, pues quedas identificada en los otros, viviendo nuevamente sus vidas. Pensando lo que ellos harían y olvidando lo que tú quieres hacer.

Tu mente hoy ya no quiere obedecer más como un soldadito lo pactado en el pasado, lo que ha quedado como una marca de fuego en tu psiquis. Donde se te pedía que hicieras rendición de cuentas a diario para ver si estabas cumpliendo con lo que tenías que dar de tu parte. Esto hoy lo ves, ves cómo te controlan y te castigan si no cumples. O lo intuyes y este es un buen síntoma de que ya has comenzado a registrar. Hoy te prestas atención, quieres saber de ti, quieres saber cómo accionar y no reaccionar a ninguna provocación.

Este es el fruto de todo tu trabajo interior y significa nada más ni nada menos que ya no aceptas ser manipulada. Y míralo como un triunfo, pues lo es, y no lo confundas con sufrimiento. En todo caso si sigues insistiendo en que estás sufriendo es porque te resistes al cambio, porque no sabes qué debes hacer o porque sientes miedo.

Decidir parar de sufrir también es tu elección.

Pregúntate:

¿Me escucho?

¿Me siento?

¿Soy fiel a lo que siento?

¿Voy viendo cómo todo nace desde mí?

¿Reconozco la fortaleza que hay en mí?

Tu intuición jamás se equivoca, ella siempre es y será tu aliada. Pues gracias a ella es que registras el primer contacto con todo. Jamás debes olvidarlo como jamás debes dejar de escucharla. Haz más silencio y escúchala, ella siempre tiene algo que decirte. Se manifiesta todo el tiempo en tu cuerpo. Los sentidos le traen información y ella se manifiesta.

Escucha el silencio, escúchala a ella que llama desde el corazón, allí están el primer SÍ y el primer NO de todo lo que debes responder para poder tomar decisiones honestas y fieles a tu alma.

Si tu intuición no se puede expresar, si reprimes su mensaje, enseguida aparecerá una emoción que conlleva un viejo hábito. Que tal vez te haga reaccionar o lo guarde en el cuerpo. Recuerda tus contracturas, dolores de cabeza y miles de malestares más o enfermedades, todas estas son maneras que tiene el cuerpo de guardar lo que tú no puedes manejar por miedo o por falta de información de cómo hacerlo.

Ese es el llamado de atención que hace tu cuerpo contándote que todo está allí almacenado y que te has distraído dedicándote solo a vivir la vida de los demás y no la propia. Libéralo de esa presión y comienza a hacerte cargo de tu vida. Lograrlo es un camino maravilloso, y cuando esto suceda, cuando dejes de ser dependiente emocional, podrás decir que “lo has comprendido todo”, pues hoy te escuchas, te sientes, te registras, te autorizas todo lo que necesitas para ser feliz.

Amor, puertas adentro

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