Читать книгу Amor, puertas adentro - Claudio Aguirre - Страница 21

Que no es lo mismo que “pensar” lo que vives

Cuando sientes que tu cuerpo se manifiesta, se expresa, te dice que estás incómoda, que esa situación no te sirve, que te es inútil para tu felicidad. Cuando piensas que el miedo está allí, y aparecen los fantasmas de lo que dirán los otros, lo que te harán. Y allí comienzas a especular de nuevo, a negociar afecto, seguridad y ganancias, donde siempre, siempre se pierde.

Puedes cuidar todo lo que te pertenece con dignidad, siendo expeditiva, sabiendo con claridad lo que quieres y planteándolo así a los profesionales que te asistan. Que al verte segura, firme y convincente no dudarán en acompañarte y en ayudarte a concretar lo que sola tal vez ya hayas visto que no puedes hacer. Pues ahora has comprendido lo que has vivido y el para qué de ello y eso te permitirá expresarte claramente, sin dudar de lo que dices. Pues recuerda que todo el tiempo te han hecho dudar de todo y sentir culpas por todo.

Y si eres flexible y te das oportunidades para descubrir nuevas posibilidades, que tal vez sean muy diferentes a lo que hayas vivido hasta hoy, verás lo que habrás ganado. En confianza, certeza y credibilidad hacia tu propia persona, reconociendo que tienes todo lo que necesitas para hacer lo que quieras. Solo tienes que saber con claridad qué es lo quieres, cuál es tu objetivo más próximo, e ir hacia allí utilizando las herramientas que has aprendido, buscando colaboración, planificando el paso a paso y sabiendo que puedes elegir lo que necesites a cada instante, modificándolo las veces que te hagan falta para cumplir tu objetivo. Que es tuyo y de nadie más.

Informarte, aprender y comprender es para que puedas actuar convencida de lo que dices, piensas y haces. Buscando siempre tu propia coherencia, siendo fiel y honesta contigo misma. Allí verás que no hay miedo ni inseguridad, allí hay mucho amor propio. Y eso es lo que estamos alimentando, tu amor propio. Pues desde allí a partir de ahora mirarás la vida, desde el amor y el respeto que sientes por ti.

Esta claridad y confianza también te ayudará a marcar distancia, a no poner emociones donde no corresponden, solo a ser expeditiva y resolutiva. Ya sabes bastante del mecanismo de un perverso, y a medida que leas comprenderás mejor lo que has vivido, que no es un invento tuyo, ni una fantasía. Es una realidad que hoy puedes mirar de otra manera, sin quitarle en absoluto credibilidad a los hechos.

Como hoy puedes comprender también que en tu ingenuidad han abusado de tu confianza, pues todo el tiempo han utilizado lo que sabían de ti en tu contra, para manipularte. Esto lo tienes que ver, recapitularlo, aunque duela o moleste, pues es la manera de poder atravesar lo que hoy sientes y poder expresarlo con certeza.

Recuerda…

El acosador es rígido, envidioso, egoísta, estructurado y previsible. Tú eres flexible, empática, inteligente, digna y con objetivos que nada tienen que ver con los de él. Esta es una diferencia abismal que tiene que hacerte ignorar y desestimar sus acciones, pues no tienen que ver con tu vida. Lo que no significa que no acciones cuando algo te moleste o te resulte peligroso. Pero lo que te quiero decir es que no lo tomes como algo personal, que está contra ti. NO. Ese es el modo de operar de un perverso narcisista, de un golpeador mental, de un acosador moral con todo el mundo y llevando a cabo todas sus etapas, que ya leerás más adelante.

Tienes que llegar con el tiempo a sentir que es como si hablaran de una persona que no conoces y no te dieras ni por enterada de sus provocaciones. Pero sí, siempre estarás atenta y alerta para preservarte de lo que sea y de quien sea, pedir ayuda y poner límites donde no los hay. Esto es para que lo consideres para todos los eventos de tu vida. Porque eres una persona adulta, responsable de ti, que está comprendiendo que no todos somos iguales, que las sociedades entre dos a veces pueden dar pérdidas de todo tipo, pero que cuando ya no sirven para nuestro crecimiento y nuestra evolución, hay que replantearse si seguir adelante con ella. Sobre todo si está en juego la integridad física, moral, espiritual, mental y emocional de las personas que la integran.

Hoy tus objetivos de vida son:

• informarte

• aprender

• comprender (darte cuenta)

• accionar

• vivir en paz y ser feliz

Y lo que te garantizará que hoy estás consciente de lo que decides para tu vida, es:

ü que tu ego obedece a tu conciencia

ü que ya no vives más bajo presión psicológica

ü que no actúas improvisadamente

ü que accionas y ya no reaccionas

ü que reflexionas y no actúas más por miedo compulsivamente

O sea que ya puedes diferenciarte de los demás, reconocer tu estilo, tu manera de ser, aceptarte por quién eres, observarte y recordarte.

Hoy puedes ver claramente cuál fue el accionar de tu ego cuando no estabas consciente de lo que te sucedía, por sentir inseguridad y confusión. Cuando tu ego te hacía creer que no existía salida alguna, como antes te hizo creer que no te estaba sucediendo nada que fuera peligroso para tu integridad y dignidad.

Pero hoy sabes bien que sí hay salida, de esta sociedad que ya no te sirve, como cualquier otra cosa en la vida donde en vez de ser feliz te la pasas sufriendo o engañándote, por no saber cómo salir de allí.

Pero prestemos atención.

Tenemos que estar atentas, pues en la confusión y en el miedo podemos llegar a lastimarnos a nosotras mismas. Como también aceptar, que hemos tenido que vivir todo esto para madurar emocionalmente, sentirnos fuertes y hacernos cargo de nuestra vida. Y que lo que nos toca vivir a cada uno como experiencia de vida es para aprender algo, no hay otra explicación, que es propio de esa persona.

Y verás con el tiempo cómo agradecerás todo lo vivido. Y comprenderás que si no hubiera sido por este sacudón que te han dado, jamás podrías haber aprendido a ser feliz contigo misma. Esa es una materia de la humanidad, conocerse y aprender a vivir felizmente con uno mismo. Pero, a cada uno le toca “darse cuenta” y transitarla de manera diferente, con sus propias experiencias de vida.