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Repasemos nuevamente

Trabajar en ti en el autoconocimiento, para encontrar detrás de cada problema una solución es lo esperable con el tiempo. Cómo aprender a individualizarte.

Con el trabajo de autoconocimiento aprenderás a desidentificarte de las situaciones y poder discernir claramente quién eres tú, tus límites y quién es el otro en esa instancia. Ya no se te mezclará todo, pues ya lo has comprendido. Pudiendo hablar siempre desde ti, desde lo que te pasa a ti, porque siempre has hablado de lo que le pasaba a los otros y jamás de lo que te pasaba a ti. Eras como una extensión de sus vidas, donde el miedo a dejar de ser considerada tal vez era el motivo de tanto apego, posesión, dependencia. Que se manifestaba como amor, protección y cuidado muy absorbente en muchos momentos, de demasiado control y rigidez en otros.

Recuerda que experimentar la vida no es morir en el intento. Por eso ten piedad de tus experiencias, que son solo eso, experiencias que has debido transitar de esta manera tan dolorosa, para poder “darte cuenta” de lo que realmente quieres o no para tu vida.

Entonces no permitas que la victimización se alimente de tus sueños, ni que se adueñe más de tu vida. Si no, continuarás debilitándote espiritualmente y habrá un momento en donde no sabrás si tienes un acosador en tu vida o si tú te has convertido en una acosadora. Recuerda que no vives tu propia vida, cuando te identificas con algo o con alguien. Y es lo que hacemos cuando vivimos la vida del otro como si fuera nuestra y nos alejamos de nosotras mismas, creyendo, pensando y sintiendo por los otros.

Y la verdad es que sufres cuando sientes que no tienes vida propia, cuando te extrañas, cuando no te encuentras y cuando te pierdes en la vida de los demás creyendo que eres imprescindible. O creyendo que si no vives sus vidas no te amarán. Que de hecho lo haces porque es lo que sabes hacer, es el modelo familiar, social y cultural que se repite.

Eres como la mujer que se deja golpear, pues allí cree que la están amando. Cree en un modo de amar, donde no pudo cambiar la situación la primera vez que la golpearon. Allí no pudo darse cuenta de que nadie tiene derecho a lastimarla y que eso no es amor. Es carencia afectiva, indefensión aprendida, adicción a los afectos, que se puede trabajar perfectamente con profesionales, en grupos o en trabajos individuales. Pues se trata de cambiar una vieja creencia por otra nueva de manera consciente.

Y con esas viejas creencias limitantes es que sufrimos más que cuando creemos que nos están acosando. O sea que esto se resuelve aprendiendo, comprendiendo y accionando con el autoconocimiento. Que te ayudará a saber quién eres, aceptando y organizando de una manera productiva y saludable todo lo que hay en ti, para tus futuras acciones. Acciones que serán puestas en marcha a partir de ti misma. Con confianza, para que decidas cómo quieres vivir a cada instante. Y recuerda que lo que decidas es personal, tuyo, es tu intimidad y de nadie más.

El acosador era el único modelo que tenías en tu cabeza y te has dado cuenta de ello ahora que has comprendido cómo es su mecanismo, que no es el tuyo.

O sea que pasabas de víctima a victimaria todo el tiempo y ese mecanismo, que no es el tuyo, lo habías copiado, pues ese estilo le pertenece al acosador. Es su modo de operar, por eso te pido que leas, leas y leas para armar tus bases sólidas de comprensión del tema y para poder diferenciarte de él y poder pararte en tus propios cimientos.

Son muchas las cosas que nos suceden cuando estamos tan confundidas y es bueno que veamos de qué se trata. Por eso es que debemos recapitular una y otra vez lo que nos sucede para encontrar nuevas perspectivas y puntos de vista sobre lo mismo.

Hoy sabes ya mucho más de ti.

Eres empática naturalmente y tienes una alta sensibilidad. Esos son dones que debes apreciar y poner al servicio de la sociedad. Pero hoy debes comprender a quién le entregas todo ese amor y ese entusiasmo que te genera el ayudar a otros. Aquí aprenderás lo que significa caminar en tus propios zapatos, recorrerte, registrarte, hacerte cargo de quién eres y ayudarte con el mismo entusiasmo con el que ayudas a los demás.

Esto tampoco nos lo han enseñado, pues allí eres libre.

Recuerda que eres un espejo de las otras personas como lo son los otros para ti. No para que repitas sus modelos de vida, sino para que veas qué es lo que quieres y lo que no quieres repetir.

Y en este cambio de energía que estarás haciendo al darte cuenta de tantas cosas, irás viendo los resultados, simplemente con observar qué es lo que comienzas a atraer a tu nueva vida. Allí tienes una buena herramienta de trabajo para ver si atraes cosas parecidas que te incomodan o no. Bueno, eso significa que debes trabajar más en ti.

Y preguntarte:

¿Qué hizo que atrajera esta situación?

¿Qué energía tenía en ese momento?

¿Qué estaba pensando?

¿Estaba negociando algo?

¿Tenía pensamientos negativos?

¿Qué debo modificar en mi actitud?

¿Estaba distraída en otra cosa y no me estaba prestando atención?

Amor, puertas adentro

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