Читать книгу Libro de los árboles. La labranza. Libros I-V - Columela - Страница 5
ОглавлениеINTRODUCCIÓN 1
«Poco a poco, los techos abovedados y las paredes pintadas al fresco se vienen abajo, las prensas para el vino quedan inservibles y las bodegas se convierten en almacén de grano. Abandonada y saqueada, la uilla da cobijo a familias de pastores. Dos esqueletos de la alta Edad Media enterrados bajo el pórtico dan fe de unas gentes de huesos débiles y mal formados, de un existir en el límite de la supervivencia. El subdesarrollo tiene entre nosotros una historia más larga que las fases de ‘milagro económico’, aunque deje menos huellas en el subsuelo. Con su llana y su pala, el arqueólogo trata de rehacer la continuidad de la historia a través de los largos intervalos oscuros.»
Una continuidad que, casi dos mil años más tarde, nos remite a la obra de Columela como necesario y precioso complemento de los hallazgos del arqueólogo a la hora de reconstruir lo que fuimos y, en alguna medida, somos todavía. La cita reproduce el párrafo final de un artículo de Ítalo Calvino, publicado en 1980 en las páginas de La Repubblica , a propósito de las excavaciones de la uilla romana de Settefinestre, en la costa tirrena. Calvino lo tituló «El cerdo y el arqueólogo»: ese año, el equipo dirigido por Andrea Carandini había sacado a la luz las pocilgas de la granja, que plantearon algunas cuestiones concretas relacionadas con la cría de tan sustancioso animal. El escritor italiano, estudiante de agronomía en su juventud, sabe de qué habla; la uilla de Settefinestre responde, claro es, a lo descrito en los tratados agronómicos antiguos, en particular los de Varrón y Columela, y de ellos echa mano para debatir y aclarar las dudas suscitadas por la labor de los arqueólogos. De paso, demuestra que leer esas obras puede ser algo más que una tediosa obligación 2 .