Читать книгу Libro de los árboles. La labranza. Libros I-V - Columela - Страница 9
Fuentes y método
ОглавлениеColumela hace gala de un amplio conocimiento de la tradición agronómica. La lista de autoridades que ofrece en I 1, 7-14, comprende más de cincuenta nombres, entre griegos (Hesíodo, Demócrito, Jenofonte, Arquitas de Tarento, Aristóteles, Teofrasto, y otros muchos que apenas conocemos) y latinos. Éstos son diez: Catón, los dos Saserna, Tremelio Escrofa, Varrón, Virgilio, el tratadista de apicultura Higino, Cornelio Celso y dos especialistas en la viticultura, Julio Àtico y Julio Grecino; a los que hay que añadir el púnico Magón —rusticationis parens , lo apoda—, a quien lee en su versión latina. Es evidente, sin embargo, que no todos los autores de esta larga nómina han sido utilizados por igual. Como ha señalado B. Baldwin 43 , son ciertamente las obras latinas —incluida la de Magón— las más utilizadas, y entre ellas las Geórgicas virgilianas constituyen un caso especial; Virgilio es citado más de treinta veces, algunas mediante epítetos que suplen su nombre y que van desde el encendido verissimus vates (I 4, 4) al sencillo poeta (VI 27, 4), «el poeta» por antonomasia 44 .
Con todo, esta devoción por Virgilio no impide a nuestro agrónomo impugnar su doctrina cuando lo cree necesario, y lo mismo sucede con los restantes autores. Pues Columela se sirve de las fuentes filtrándolas a través de su propio criterio, seleccionando y valorando lo que en ellas lee. No suele quedarse en mero compilador o divulgador de las teorías expuestas por sus predecesores, sino que valora esa información a la luz de su experiencia personal, abierta a cualquier innovación ventajosa. Experto mihi crede, Siluine …, pide a su destinatario (IV 3, 5), es decir, «créeme porque no hablo de oídas, sino por experiencia». Su examen crítico de las opiniones de los agrónomos precedentes se funda en la constante experimentación; de ahí que haya podido afirmarse que his most important source is his own practical knowledge 45 , y que no parezca excesivo calificar de «científico» el método del gaditano 46 . Todo lo cual no impide a nuestro Columela ser hijo de su tiempo y dar cabida en su tratado a prácticas y opiniones que hoy consideramos descabelladas 47 . Su actitud, en fin, ante la tradición es la de un matizado respeto, como muestran las siguientes palabras: «Mas, sean las que fueren las causas en razón de las cuales la agricultura de nuestro tiempo difiere de la de los antiguos, no deben disuadir de leerlos a quien está aprendiendo. Pues en sus obras es mucho más lo que merece nuestra aprobación que lo que merece nuestro rechazo.» (I 1, 6)