Читать книгу Los miedos de Ethan - Darlis Stefany - Страница 21
Оглавление[no image in epub file] Capítulo trece [no image in epub file]
No puedo dejar de escuchar a BG.5 y es algo que ha notado todo el que me visite, incluso las enfermeras ya lo saben.
Cada canción me hace sonreír, me hace cerrar mis ojos e imaginar que cuando salga de este lugar, todo irá bien. Pero ninguna canción se siente como la primera que escuché: This is Reality.
Hace una semana, April me dijo que esa canción había sido escrita únicamente por Ethan, le pregunté cómo es que ella sabía eso si en el CD se leía que en esa canción estaban involucrados dos de los miembros de la banda que resultan ser hermanos, en respuesta ella solo sonrió y me dijo que confiara en su palabra, lo cual hice. Y es por ello por lo que siento una especial conexión con Ethan Jones.
Siento que primero me enlacé a él a través de las letras, le siguió la melodía, luego su voz y finalmente cuando April me mostró la primera imagen de él, sentí que le ponía rostro a un héroe.
Así que soy una Fiver de corazón. Siento que le debo tanto a BG.5, me gustaría algún día tener la oportunidad de abrazarlos y, sobre todo, me gustaría personalmente agradecerle a Ethan Jones por hacerme sentir y saber que no estoy sola en esta nueva realidad.
5 DE MAYO, 2014
—¿Qué es esto? —pregunto, dejando a Halle en el suelo y tomando la bolsa de regalo en mi escritorio.
Halle intenta trepar por mi silla para jugar con mi laptop. Kaethennis desde la puerta la llama y Halle voltea.
—No. Bájate de ahí. —Luego me observa—. Ethan lo mandó con Harry.
Abro la bolsa y saco la tela. Río, no es el mismo modelo de camisa pero es muy parecida y el mismo color. Hay una pequeña nota.
«Deuda saldada =)
Sin botones para no romperla… La próxima vez».
Eso suena prometedor. Guardo de nuevo la camisa al igual que la tarjeta. Halle se deja caer en el suelo con una hoja y lápiz que Kae le da. Me siento en mi silla mientras enciendo la computadora ignorando la laptop.
—Entonces… ¿Ethan y tú?
—¿Qué?
Ella ríe mientras toma una de las sillas y se sienta frente a mí, pasa una mano por su espectacular cabellera y se mantiene con una amplia sonrisa.
—Cuando empezó lo de fingir estaban tensos, tú algo seria y ahora mira nada más esa sonrisa y Ethan está enviando regalos.
»Amo a Ethan, pero sé que no es un hombre de muchos detalles.
—Me la debía, arruinó la camisa que llevé a la discoteca.
—¿Y cómo logró eso? —pregunta con picardía.
—Creo que tengo mucho trabajo que hacer, jefa.
—Vamos, Halle, Grace quiere quedarse sola para evadir mis preguntas.
—No. Aquí —dice Halle, rayando la hoja.
—Puedes dejarla, no molesta como su mamá.
Kae rueda sus ojos antes de ponerse de pie y salir de mi oficina dejando a su pequeño terremoto dibujando en el suelo.
Consigo mis lentes de lectura y me concentro en la portada que aún no termino, de cuanto en cuanto volteo para asegurar que Halle no hace algo loco; pero, sorprendentemente, ella se mantiene tranquila rayando la hoja.
Cuando nota que la veo me sonríe, arrugando su nariz, haciéndome reír.
—¡Grash!
—Sí, querida, esa soy yo.
Vuelvo a mi trabajo y comienzo con las modificaciones tarareando una canción de BG.5, pero Halle me sorprende cuando en cierta parte participa.
—Oh, oh, lalala, oh, nena, oh —canta, moviendo la cabeza de un lado a otro, río con fuerza.
—¿Tu papá te ha estado entrenando verdad?
—¡Papi! —Lleva las manos a su boca y sus ojos azules me observan divertida.
—¿O son tus tíos?
—¡Nito!
—Claro, o tu hermanito.
—Quelo ver. —Señala la computadora caminando hasta mí y trepando por mi pierna. La ayuda y la siento en mi regazo.
—Esto es una portada que estoy haciendo.
—¿Shi? —Me señala las letras.
—Ese es el título.
—¿Esho?
—Eso es color azul, como tus ojos y los de tu papi.
En mi oficina entra Katherine con una revista en su mano, revista que arroja frente a mí antes de cargar a Halle.
—Pensé que ella era dulce y había sido una buena novia BG.5. Pero es descubierto que voy a odiarla.
—¿Quién se ha ganado el odio de la dulce Katherine?
—Samantha Kaplan.
De inmediato tiene mi atención, señala la revista que arrojo justo a mi teclado mientras besa de manera continua la mejilla de Halle haciéndola reír.
Tomo la revista y junto a una foto realmente espectacular de la bella Samantha sale un llamativo encabezado:
«Tras años de ruptura, Samantha Kaplan rompe el silencio sobre su relación fallida con Ethan Jones».
Abro mi boca y paso las páginas rápidamente llegando al pequeño artículo. Lo leo y no dejo de sorprenderme. Aun cuando es poco lo que dice, resulta suficiente.
«Fue una buena relación. Ethan fue un novio maravilloso, pero hay cosas para las que él no estaba listo.
Siendo sincera, es difícil para mí entender nuestra ruptura. Sucede cuando haces lo correcto por tu relación y la otra persona no lo entiende.
¿Volvería con Ethan? Nunca se debe decir no. Compartimos buenos momentos y nuestra relación fue real y sincera. Marcó mi vida y sé que yo la suya.
Ethan es complejo, no es fácil ser su novia. Siempre lo apoyé y creo que nuestro rompimiento no fue justo para mí».
No sé qué sucedió con ellos. Pero decir eso después de tantos años está mal. Está mal en muchas maneras.
—Perra sucia —siseo y Halle ríe. Mierda, olvidé que había una niña—. Quiero decir, mujer mala.
—¡Lo sé! ¿Por qué decir eso? ¿Y por qué decirlo ahora?
—Porque después de mucho tiempo Ethan tiene novia y no la ven como la última —intento adivinar.
—¿Esto va a afectar tu relación con Ethan?
La pregunta correcta es: ¿cambia en los avances que hicimos Ethan y yo la última vez que nos vimos?
Observo a Halle y Katherine entiende saliendo con rapidez al despacho de su hermana y volviendo sin la niña. Cierra la puerta detrás de ella.
—Tienes que prometerme que no vas a decirle esto a alguien.
—Promesa.
—Ethan y yo no estamos realmente saliendo. Es decir, no antes… Bueno, no sé si ahora. —Sacudo mi cabeza—. Hace un mes… ¡Mierda! Ya ha pasado un mes.
—¡Feliz mes aniversario! —dice riendo, no puedo evitar reír también.
—Bueno, en una fiesta apareció la perra sucia.
—Lo que se traduce a Samantha.
—Sí, y eso lo afectó y él terminó diciendo que yo era su novia.
—De ahí vienen las fotos del beso caliente y la escapada a tener sexo.
—¡No nos fuimos a tener sexo! Me llevó a mi casa y deja de interrumpirme. —En respuesta, ella vuelve a reír—. Bueno, por mi seguridad y reputación…
—Qué gracioso.
—Katherine.
—De acuerdo, me callo.
—Empezamos a fingir —parece que va a interrumpirme, pero no lo hace—. A mí me gusta Ethan… ¿De acuerdo? Me gusta a mí, como Grace. Además, de mi parte Fiver. Lo que voy conociendo de él hasta ahora me gusta mucho. Estoy aprendiendo a entenderlo. Es un buen hombre.
—Oh, qué lindo. De fingir a la realidad.
—Bueno, he descubierto que debo gustarle al menos de la mitad de lo que él me gusta a mí.
—¿Por qué?
—Porque casi lo hacemos en su cocina —digo antes de cubrir mi rostro con mis manos.
Todo se queda en silencio antes de que ella lance un grito. Extiendo mis dedos para verla a través de ellos.
—¿En una cocina?
—No fue planeado. O sea, bueno… Sí nos besamos en la discoteca, pero se supone íbamos a hacer una pizza.
—Sigue.
—Y estábamos bien, pero hice esta cosa de dejar algo en su techo —río—, y lo besé para distraerlo.
—Claro, solo para una distracción.
—Y todo se fue de las manos. Rompió mi camisa, saqué la suya. Los besos se trasladaron y, cuando iba por mi sujetador, pasó algo que nos detuvo.
—Eso suena caliente. Muy Ethan.
—Y, bueno, después conversamos y comimos. Cuando me dejó en mi apartamento me besó.
—Sí. Tú le gustas, tienes que gustarle. Porque está haciendo mucho más que fingir.
—O es un buen actor.
—Si fuera el mejor actor estaría recibiendo un Oscar. —Sacude su mano—. ¡Le gustas a Ethan Jones! ¡Oh, mi Dios! Estoy viendo otra relación BG.5 nacer. Vas a ser una chica BG.5 oficial.
—No exageres, quizás solo vamos a pasar el rato…
—Ajá. Claro. —Señala sus ojos—. Estos son ojos de Fiver, me sirven para detectar a las mujeres de mis ídolos. Lo vi en mi hermana, me sirvió para identificar a Hilary, para darle el visto bueno a Juliet y ahora me envían una vista perfecta sobre ti.
—También tengo ojos de Fiver.
—Claro, pero al parecer no te identificas cuando te ves en el espejo.