Читать книгу Enciclopedia de Elena G. de White - Denis Fortin - Страница 93

Segundo grupo, declaraciones 5 a 8: con apoyo parcial o tentativo

Оглавление

Un segundo grupo de declaraciones incluye aquellas para las que sus explicaciones tienen apoyo parcial o tentativo, y algunas en aumento, de la ciencia actual. Estas declaraciones incluyen el peligro de enfermarse por causa del “miasma”, una conexión entre la lepra y el consumo de cerdo, la influencia de la nodriza en un bebé lactante, y la diferencia extrema de edad entre los cónyuges. En algunos casos, su consejo parece estar claramente por delante de los descubrimientos de la investigación científica.

Declaración 5. Peligros de enfermedades generadas por el miasma, un vapor desagradable o insalubre: “Si queremos que nuestras casas sean moradas de salud y de dicha, tenemos que situarlas en lugares elevados, fuera del alcance de los miasmas y las neblinas de las tierras bajas [...]. No haya pesadas cortinas, ni enredaderas que, por muy hermosas que sean, hagan sombra a las ventanas; ábranse éstas y sus persianas, y no se deje que crezcan árboles tan cerca de la casa que quiten la luz del sol. [...] Los árboles de sombra y las matas de arbustos densas en derredor de la casa la hacen malsana, porque impiden la libre circulación del aire y el acceso a los rayos del sol. En consecuencia, se nota humedad en la casa, especialmente durante las estaciones lluviosas” (HC 123; cf. MC 208, 209; SG 4a:144). La lectura práctica o de “sentido común” de este consejo simplemente indica que un terreno alto, seco, con amplia circulación de aire puro, otorga al hogar un ambiente más sano que un entorno mal drenado o pantanoso. Los gases y vapores [miasma] del material en descomposición de los terrenos pantanosos no proveen el aire fresco, puro, que anima a respirar profundamente, que oxigena la sangre y vigoriza todo el cuerpo.

La discusión sobre esta declaración se centra en la explicación técnica de cómo se transmite la enfermedad. Algunos han ridiculizado este consejo, diciendo que les atribuyese las enfermedades a los meros malos olores. Sin embargo, el conocimiento que existe, en el siglo XXI, sobre el papel de los hongos y el moho en las enfermedades humanas corrobora plenamente las advertencias de Elena de White. Los hongos y el moho crecen en condiciones de humedad permanente. En los climas septentrionales, con veranos cortos e inviernos duros, el frío de las bajas temperaturas es intensificado por la humedad persistente. Todos estos factores están explícitos o implícitos en varias declaraciones de Elena de White sobre este tema (MS 2:585, 586; MC 208, 209).

El elemento que falta en su consejo, y que una perspectiva más reciente ciertamente incluiría, es el papel de los mosquitos en la transmisión de enfermedades. Su consejo contra el agua estancada cerca de la casa por cierto que describe las condiciones en las que los mosquitos se crían y proliferan (SG 4a:144), aunque ella no los menciona (SG 3:243; HR, 7/1872). Sin embargo, su consejo práctico continúa siendo perfectamente válido a la luz del conocimiento científico actual. Hoy se reconoce que los gases y los vapores de los materiales en descomposición, la consiguiente falta de aire puro, la presencia de hongos y moho, y la posibilidad de otros contaminantes aéreos son agravantes de las alergias y son amenazas para la salud. El frío de las bajas temperaturas, que es exacerbado por la humedad persistente, puede ser un problema menor para las clases media y alta en los países desarrollados, donde las casas tienen calefacción confortable en el tiempo frío; pero en el siglo XIX, en especial para los pobres, no podían tomarse a la ligera los peligros del clima frío y húmedo.

Declaración 6. Lepra por comer cerdo: “El consumo de carne de cerdo ha producido escrófula, lepra y humores cancerosos” (SG 4a:146; MS 2:522). “Dios no prohibió que los hebreos comiesen carne de cerdo únicamente para mostrar su autoridad, sino porque no era un alimento adecuado para el hombre. Llenaba el organismo con escrófula [una forma de tuberculosis que produce hinchazón de las glándulas linfáticas e inflamación de las articulaciones] y, especialmente en ese clima cálido, producía lepra y diversas clases de enfermedades. La influencia sobre el organismo en ese clima era mucho más perjudicial que en un clima más frío” (MS 2:522).716

Esta cuestión tiene dos partes: la identidad de la lepra bíblica y si comer cerdo contribuye a su propagación. Respecto de la relación de la lepra bíblica con la lepra moderna, los especialistas están divididos, pero hay evidencias de que la lepra bíblica incluía una gama más amplia de dolencias (como las infecciones por hongos) que lo que implica el uso moderno del término.717 El erudito bíblico Roland K. Harrison provee un argumento persuasivo de que los síntomas de la enfermedad de Hansen (lepra moderna) se corresponden con los síntomas de la lepra bíblica descrita en Levítico 13.718

Este es otro ejemplo donde Elena de White parece haber usado ideas comúnmente aceptadas para reforzar un buen consejo de salud. La relación entre la carne de cerdo con la lepra –en especial en climas cálidos– tiene una larga historia en tradiciones antiguas, especialmente la judía,719 y también está reflejada en los comentarios cristianos antiguos. Por ejemplo, el Commentary, Critical and Explanatory, on the Whole Bible, de Jamieson, Fausset y Brown, dice respecto de Levítico 11:7: “En climas cálidos, la gratificación del apetito por carne de cerdo es particularmente responsable de producir lepra, escorbuto y distintas erupciones cutáneas”. La redacción de esta cita es tan similar a la de Elena de White que sugiere que ella conocía su comentario o alguno similar.720 Si la conexión entre comer cerdo y la lepra era incuestionable en su época –y ella no tenía ninguna luz en contrario– es entendible que ella incluyera este riesgo reconocible junto con los demás que enumeró, como una razón más por la que se debía excluir el cerdo de la dieta.

Respecto de evidencia científica que relacione comer cerdo con la lepra, hay un publicado estudio en el cual ratones alimentados con una dieta a base de carne de cerdo mostraron una predisposición significativamente mayor a la lepra que los que no tenían cerdo en su dieta.721 Además, hay cierta evidencia de que los seres humanos pueden contraer lepra por comer carne de un armadillo infectado, un animal veinte veces más susceptible que los seres humanos a la enfermedad de Hansen.722 Ya sea que se pueda probar o no que el consumo de cerdo aumenta el riesgo de contraer lepra bajo las circunstancias que Elena de White sugería, su consejo de evitar comer cerdo era ciertamente buen consejo y bíblico (Lev. 11:7, 8).723

Declaración 7. Elección de una nodriza: Elena de White recomendaba fuertemente la lactancia materna del bebé por sobre la alimentación con biberón (CRA 251). Una tercera opción practicada ampliamente en su época era que otra mujer amamantara al bebé. Elena de White advertía que, si esto era necesario, la nodriza debía estar sana mentalmente y físicamente porque ella “imparte su mal genio y su temperamento al niño lactante. La vida del niño está vinculada a la de ella. Si la contratada es una mujer de tipo grosero, impulsivo e irrazonable; si no es cuidadosa en su conducta, el niño de pecho será, con toda probabilidad, del mismo o de similar tipo. La misma calidad soez de la sangre que fluye por las venas de la nodriza contratada se encuentra en la del niño” (HR, 11/1871). Algunos cuestionan la sugerencia de que la nodriza afecte el carácter moral del niño lactante. Los mecanismos por los cuales el carácter moral o inmoral se pueda transmitir del padre al hijo son áreas de investigación científica que recién comienzan a explorarse.724

Declaración 8. Gran diferencia de edad entre los cónyuges: El resultado de los matrimonios entre “hombres viejos” y “mujeres jóvenes” es que el hombre vive más, pero la vida de la mujer puede acortarse por la carga de cuidar a un esposo anciano (MS 2:531). Este primer consejo parece ser poco más que añadirle responsabilidad moral a cuestiones de sentido común. En el caso de que el esposo sea mucho mayor que la esposa, los hombres viven más cuando el matrimonio es feliz y ellos están bien cuidados. A menudo, la carga de cuidar a un esposo anciano es desgastadora en extremo para la esposa y ella puede envejecer más rápido bajo este estrés.

En un consejo relacionado, Elena de White dice que, cuando los hombres jóvenes se casan con mujeres mayores, sus hijos pueden nacer con debilidades físicas y mentales (ibíd.).725 Esto no era reconocido ampliamente en el siglo XIX, pero hoy está documentado en abundancia. Con el aumento de la edad de la mujer al momento de la maternidad, la probabilidad de defectos de nacimiento también aumenta. El síndrome de Down, cuyas características reflejan la descripción de Elena de White, ahora se reconoce que ocurre con mayor frecuencia en niños nacidos de mujeres mayores. Problemas congénitos, junto con otros como el autismo, aparecen con mayor frecuencia en niños nacidos de padres mayores.726

Lo notable en este pasaje es que Elena de White relaciona los efectos negativos para los niños con ambas combinaciones: mujeres mayores que tienen niños de hombres más jóvenes y hombres mayores que engendran hijos con mujeres más jóvenes. Sin embargo, solo desde principios del siglo XXI se ha establecido científicamente que un padre anciano aumenta el riesgo de defectos de nacimiento.727 Un estudio publicado en la revista Human Reproduction (7/2005) descubrió que, comparado con un hombre menor de 30 años, uno de 45 tiene casi tres veces más probabilidades de engendrar un niño con síndrome de Down, y uno mayor de 50, casi cinco veces; este también tiene el doble de probabilidades de engendrar un niño con labio leporino que un hombre menor de 30 años. El riesgo comienza a aumentar cuando el padre tiene entre 35 y 40 años.728 Ahora está establecido que “la edad paternal avanzada ha sido relacionada con una variedad de enfermedades” y “malformaciones congénitas”.729 Sobre este tema, el consejo de Elena de White parece haber estado adelantado al conocimiento científico.

Se debe notar que la declaración sobre los cónyuges de edades ampliamente diferentes no sugiere que tales matrimonios siempre sean desaconsejables, pero advierte que no se deben apurar a casarse, sino primero considerar cuidadosamente las potenciales consecuencias. El hecho de que ella aprobara específicamente tres matrimonios de personas cercanas a ella a pesar de las diferencias de edad bastante amplias sugiere que otros factores pueden tener más peso que esta cuestión. *Stephen N. Haskell tenía 64 cuando se casó con *Hetty Hurd, de 40 (LED 107). *George I. Butler, a los 68 años, deseaba casarse con Lorena Waite, que tenía 33, y Elena de White favoreció el matrimonio planeado. Sin embargo, otros no lo aprobaban y frustraron las intenciones de Butler (ibíd. 115-120). Cinco años después, a los 73, se casó con *Elizabeth Work Grainger, de 61. Probablemente sea significativo que ni los Haskell ni los Butler tuvieron hijos de su segundo matrimonio. Por otra parte, *­William C. White tenía 40 años cuando se casó con Ethel May Lacey, de 21, y tuvieron juntos cinco hijos, el último de los cuales nació cuando ella tenía 38 y él, 59.730

Enciclopedia de Elena G. de White

Подняться наверх