Читать книгу Enciclopedia de Elena G. de White - Denis Fortin - Страница 95

Conclusión

Оглавление

Las tres premisas interpretativas ofrecidas al principio de este artículo pueden explicar las doce declaraciones que son el centro de este artículo: primero, la Escritura retrata a un Dios infalible que, por medio de profetas que no era infalibles ni inerrantes, comunica verdades eternas en lenguaje humano imperfecto. El resultado es “tesoro en vasos de barro”, verdades eternas, inmutables, contenidas en formas de pensamiento y lenguaje humanos, imperfectos y transitorios. En segundo lugar, como el conocimiento humano en todos los campos está cambiando continuamente, las declaraciones de conocimiento humano en cualquier contexto histórico se verán, finalmente, como incompletas e imperfectas a pesar de su adaptación inspirada a las necesidades del público original. En tercer lugar, la instrucción inspirada, como está basada en principios eternos, posee valor duradero aun si tiene el apoyo de explicaciones humanas adaptadas al público original (explicaciones humanas que, debido al tiempo y al cambio, al final serán menos convincentes para las generaciones posteriores).

Así, los adventistas creen que la instrucción básica de Elena de White para sus lectores era buen consejo para las circunstancias en las que fue dada. Aun en casos en los que la explicación, en retrospectiva, pueda parecer desactualizada, la instrucción era válida y los lectores que la siguieron con sentido común se habrán beneficiado por hacerlo así. Gary E. Fraser, investigador médico de la Universidad de Loma Linda, documentó más de 300 publi­caciones académicas indexadas en la literatura científica, que demuestran que las personas que siguen las enseñanzas de salud de Elena de White –ya sea que entiendan plenamente o no todas las razones detrás de esas enseñanzas– tienen una expectativa de vida significativamente más larga y sufren de menos enfermedades crónicas que la población en general.759

666 Roger W. Coon puso los cimientos de este artículo en el Seminario Teológico Adventista, en el curso sobre Escritos de Elena G. de White que enseñó en la Universidad Andrews desde alrededor de 1978 hasta 1995. Su clase, “Elena G. de White, la ciencia y la fe. Parte I: ‘Declaraciones problemáticas’ ” (rev. 9/5/1995, CAR), fue el punto de partida para esta revisión y actualización. Timothy G. Standish contribuyó con los tres primeros párrafos del artículo y, junto a Michael Campbell, con gran parte de la sección sobre amalgama.

667 William G. Rothstein, American Physicians in the Nineteenth Century: From Sects to Science (Baltimore: Johns Hopkins University Press, 1972), pp. 45-55, 194, 261-266.

668 Sobre la distinción entre la autoridad profética canónica y no canónica ver Jud Lake, Ellen White Under Fire (PPPA, 2010), cap. 8.

669 J. Moon, W. C. White and Ellen G. White, the Relationship Between the Prophet and the Son (AUP, 1993), pp. 427-436.

670 “No se pide al poder divino que haga lo que el poder humano puede hacer” (DTG 492).

671 Ver Lake, caps. 5 y 6, sobre los aspectos vertical y horizontal de la revelación-inspiración. Por una ilustración bíblica de la combinación de conocimiento revelado y común, ver 1 Cor. 1:10-17. Los creyentes aceptan el pasaje completo como inspirado y con autoridad teológica (esp. el vers. 17); pero los vers. 11 y 12 incluyen información común obtenida de la familia de Cloé, y los vers. 14 y 16 están basados en el recuerdo personal de Pablo. Lo inte­resante es que la falla de la memoria de Pablo entre los vers. 14 y 16 en realidad fortalece su argumento: el hecho de que no pudiera recordar a quién había bautizado añade credibilidad a su afirmación de que “bautizar” no era su misión primaria (vers. 17).

672 Cartas de W. C. White: a Nuestros agentes misioneros de la Asociación General, 24/7/1911; y a Miembros de la Comisión de Publicaciones, 25/7/1911, PEGW-AG; WCW, “El conflicto de los siglos–Edición de 1911: Declaración hecha por W. C. White ante el Concilio de la Asociación General el 30/10/1911”, Apéndice A, en MS 3:506-518.

673 Se le llamaba “figuras instantáneas” a una las primeras formas de fotografías tomadas usando flash (“figuras” serían las fotografías).

674 WCW a Nuestros agentes misioneros generales, 24/7/1911.

675 WCW, “The Visions of Ellen G. White”, 17/12/1905, p. 5, SDoc.

676 WCW: a S. N. Haskell, 31/10/1912 y 4/11/1912; WCW a W. W. Eastman, 4/11/1912.

677 WCW a S. N. Haskell, 31/10/1912; por antecedentes de esta carta, ver George R. Knight, “The Case of the Overlooked Postscript: A Footnote on Inspiration”, Ministry, 8/1997.

678 WCW a S. N. Haskell, 31/10/1912.

679 WCW a S. N. Haskell, 4/11/1912 (la cursiva fue añadida); W. C. White a W. W. Eastman, 4/11/1912.

680 WCW a W. W. Eastman, 4/11/1912 (la cursiva fue añadida).

681 Ibíd. (la cursiva fue añadida).

682 Ver Lake, cap. 11, sobre el “panorama general” en los escritos de Elena de White.

683 Moon, pp. 429-436.

684 Ver Lake, cap. 11, sobre el “panorama general” en los escritos de Elena de White.

685 David Neff, “Ellen White’s Theological and Literary Indebtedness to Calvin Stowe” (trabajo de investigación, 1979, CAR); citado en Robert W. Olson, 101 Questions on the Sanctuary and on Ellen White (PEGW, 1981), pp. 104, 105. Para ejemplos en el campo de la salud, ver Don S. McMahon, Acquired or Inspired? Exploring the Origins of the Adventist Lifestyle (Victoria, Australia: Signs Pub. Co., 2005), p. 141, cf. p. 116. McMahon notó que Elena de White cambiaba las declaraciones contemporáneas incorrectas a declaraciones correctas haciendo cambios en la redacción.

686 Por ejemplo, el libro de Apocalipsis fue escrito como verdad revelada sobre el conflicto entre Dios y Satanás; no fue escrito como libro de texto de gramática griega.

687 Los mensajes proféticos se dieron para el éxito en la vida real (Deut. 6:6-9; 2 Crón. 20:20), para “propósitos prácticos” (MS 1:23). Por consiguiente, Elena de White hace llamados frecuentes al “sentido común” en asuntos de salud, de religión y de toda la vida (CM 234; Ed 220; Ev 542). “La Biblia con sus preciosas joyas de verdad no fue escrita para los eruditos solamente. Al contrario, fue ideada para la gente común; y la interpretación dada por la gente común, con el auxilio del Espíritu Santo, es la que más concuerda con la verdad tal cual es en Jesús” (TI 5:310, la cursiva fue añadida). Suponer un significado técnico cuando esa no era la intención puede conducir a entender mal el mensaje profético.

688 Ella desmintió rotundamente tanto la infalibilidad como la inerrancia. “Acerca de la infalibilidad, nunca pretendí tenerla. Solo Dios es infalible. Su palabra es verdad y en él no hay cambio ni sombra de variación” (Ct 10, 1895, citado en MS 1:44). “Deseo que mi yo se esconda en Jesús. Deseo que mi yo sea crucificado. No reclamo para mí la infalibilidad, ni siquiera la perfección de un carácter cristiano. No estoy libre de errores y defectos en mi vida. Si hubiera seguido al Salvador más de cerca, no tendría que lamentar mi falta de semejanza a su querida imagen” (Ct 27, 1876, en HD 335). Un ejemplo de falibilidad serían los errores en la crianza de sus hijos que después le fueron señalados en visiones (EGW, “Testimony for James and Ellen White’s Family”, s.f., Ms 8, 1862; EGW, “Testimony Regarding James and Ellen White”, 6/6/1863, Ms 1, 1863). Otro ejemplo de falibilidad sería un incidente del 19/10/1902. En concilio con A. G. Daniells, presidente de la Asociación General, y otros oficiales de iglesia, Elena de White aprobó su plan para cerrar la Casa Editora Southern en Nashville, a causa de sus deudas y continuas pérdidas financieras. La noche siguiente, ella tuvo una visión reprendiéndola por dar consejo erróneo basado en información incompleta. Ella le escribió inmediatamente a Daniells una carta informando de su visión y revocando el consejo que había dado. Él estaba perplejo, pero recordó la experiencia de Natán y de David en 1 Crón. 17:1-4. Por tres noches seguidas, ella tuvo visiones instruyéndola sobre su error y explicando porqué lo había cometido (ver Bio 5:191-197; Moon, pp. 381-389).

689 Don S. McMahon, “Probability”, en Acquired or Inspired? Exploring the Origins of the Adventist Lifestyle, pp. 122-138.

690 Ver G. E. Fraser, Diet, Life Expectancy, and Chronic Disease: Studies of Seventh-day Adventists and Other Vegetarians (Oxford: Oxford University Press, 2003), pp. viii, 47, 58.

691 “Lo que era verdad en el principio es verdad ahora. Aunque se han abierto a la comprensión verdades nuevas e importantes, apropiadas para las siguientes generaciones, las revelaciones actuales no contradicen las del pasado. Cada verdad nueva comprendida solo hace más significativa la antigua” (RH, 2/3/1886; cf. CS 341, 342).

692 Por ej.: desde 1930, cuando se descubrió Plutón, hubo nueve planetas conocidos en nuestro Sistema Solar. Ese número cambió con el descubrimiento de Xena, un objeto similar a un planeta, apenas más grande que Plutón. En vez de reconocer doce o más planetas de tamaño decreciente, la Unión Astronómica Internacional escribió una definición formal de “planeta” que deja solo ocho. Plutón y varios objetos de tamaño similar ahora son llamados planetas enanos (J. Adler, en Newsweek, 4/9/2006).

693 Leonard R. Brand argumenta de forma convincente que la reingesta de heces de las liebres para completar el proceso de digestión es biológicamente análogo al de la rumia del ganado, de las ovejas y de los ciervos. Sin embargo, admite que, cuando las liebre reingieren heces, “aparentemente las tragan completas, sin masticar”. Tiene razón en que no se debe considerar Levítico 11:6 como error. Sin embargo, todavía permanece como un ejemplo de instrucción inspirada que no fue presentada en términos científicos modernos, sino en lenguaje sencillo adaptado al conocimiento común de aquellos a los que fue dada. (“Do Rabbits Chew the Cud?”, Origins 4, Nº 2 [1977], pp. 102-104)

694 Roger W. Coon, bosquejo de conferencia en la Universidad Andrews, “Ellen G. White, Science, and Faith: Part I, the ‘Problem’ Statements”, rev. 9/5/1995, pp. 13, 14, en CAR.

695 Ver Leonard Brand y Don S. McMahon, The Prophet and Her Critics (PPPA, 2005).

696 Para proteger la libertad de elección humana, Dios no abruma a los seres humanos con pruebas irrefutables de la sensatez de sus instrucciones. En cambio, Él promete que los que eligen libremente hacer su voluntad tendrán suficiente información para actuar (Juan 7:17). Él da suficiente evidencia sobre la cual creer, pero no tanta para hacer coactiva la creencia o hacer imposible la duda. Así Elena de White abogaba por una fe inteligente, basada no en prueba incuestionable sino en “el peso de la evidencia” (DTG 422).

697 Para una descripción detallada de “rodete”, también llamado una “cascada” [de cabello], ver Elisabeth McClellan, History of American Costume 1607-1870 (Nueva York: Tudor Pub. Co., 1969), pp. 486, 487.

698 “The False Hair Industry”, The Watchman, 8/1910.

699 En enero de ese mismo año, Health Reformer informó sobre un incidente vivido por una mujer que usaba postizo de yute y sufrió los parásitos excavadores en su cuero cabelludo. Citando el Statesman de Marshall y el Republican de Springfield (Mass.), el artículo afirmaba: “La dama consultó a varios médicos, pero sin conse­guir ayuda; y usó toda aplicación que parecía prometer alivio, pero totalmente en vano. Se la describe como casi loca por el terrible sufrimiento y por la posibilidad de una muerte horrible que los médicos no parecen capaces de evitar” (HR, 1/1871). En su trabajo para el HR, Elena de White sin duda sabía de esta historia y es muy probable que la tuviera en mente cuando escribió de “muchos” que habían “perdido la razón” y “se habían vuelto totalmente locos” (HR, 10/1871).

700 Debido a cierta terminología que Elena de White usó en este artículo, como los “órganos animales” y “calor antinatural” en relación con el cerebro, algunos han conjeturado que ella creía en la frenología (ver *freno­logía). Aunque ella puede haber compartido algo del vocabulario con los frenólogos, no hay indicación en sus escritos de que creyera alguna vez en la frenología. Por debate de esta cuestión, ver “A Critique of the Book Prophetess of Health” (pp. 69, 70), preparado por el personal del PEGW, disponible en línea: www.whiteestate.org/issues/prophetess-of-health.pdf (consultado en 8/2020).

701 Note una descripción contemporánea del envenenamiento agudo con plomo: “Los signos neurológicos de envenenamiento agudo típicamente son: parestesia, dolor, debilidad muscular, encefalopatía (rara) con dolor de cabeza, convulsiones, delirio y coma” (J. M. S. Pearce, “Burton’s Line in Lead Poisoning”, European Neurology 57, Nº 2 [2007], p. 119). Ver también L. L. Brunton, D. Blumenthal, I. Buxton y K. L. Parker, eds., “Principles of Toxicology”, en Goodman and Gilman’s Manual of Pharmacology and Therapeutics (McGraw-Hill, 2008), p. 1.131.

702 Para una descripción similar de parálisis como resultado del envenenamiento con plomo, ver J. J. Du Mortier, “Lead Poisoning”, Yale Journal of Biology and Medicine 2, Nº 2 (12/1929), p. 149.

703 “Brief History of Beauty and Hygiene Products”, Duke University, disponible en línea: https://library.duke.edu/specialcollections/scriptorium/adaccess/cosmetics-history.html (consultado en 8/20). Thomas Oliver, Lead Poisoning: From the Industrial, Medical, and Social Points of View (Nueva York: Paul B. Hoeber, 1914), pp. 113, 114. En 1925, el envenenamiento con plomo todavía era el resultado de usar cosméticos, según Joseph C. Aub, Lawrence T. Fairhall, A. S. Minot y Paul Reznikoff, “Lead Poisoning”, Medicine 4, Nº 1, 2 (1925), pp. 4-8.

704 Ver Du Mortier, “Lead Poisoning”; y Rebeca C. Gracia y Wayne R. Snodgrass, “Lead Toxicity and Chelation Therapy”, The American Journal of Health-System Pharmacy 64 (1/1/2007), p. 49.

705 Erica E. Goode, “Putting the Lid on Dangerous Dinnerware”, U.S. News and World Report, 10/8/1987; ver también referencia 37.

706 Transcripción del programa “News From Medicine”, transmitido en Cable Network News Television, el domingo 18/9/1988, 20:30 (horario de verano del este). Ver también “News From Congressman Ron Wyden”, presentación del director Ron Wyden (D-Oreg.), en una audiencia sobre cuestiones de salud y de seguridad de los cosméticos ante la subcomisión de pequeñas empresas sobre regulación y oportunidades de negocios, 15/9/1988; y “Cosmetic Safety: The Law Provides Little Protection”, Consumer Reports, 2/1991, p. 93; todo citado en Coon, “Ellen G. White, Science, and Faith: Part I”.

707 Ver, por ej.: Ruth Winter, A Consumer’s Dictionary of Cosmetic Ingredients, Seventh Edition: Complete Information About the Harmful and Desirable Ingredients Found in Cosmetics and Cosmeceuticals (Nueva York: Three Rivers Press, 2009); y Siobhan O’Connor y Alexandra Spunt, No More Dirty Looks: The Truth About Your Beauty Products–and the Ultimate Guide to Safe and Clean Cosmetics (Cambridge, Mass.: Da Capo Lifelong Books, 2010).

708 “Lamarckism”, en http://en.wikipedia.org/wiki/Lamarckism (consultado en 8/2020). “En biología y específicamente en la genética, la epigenética es el estudio de cambios heredables en la expresión del gen o del fenotipo celular, causado por mecanismos distintos que los cambios en la secuencia subyacente de ADN –de ahí el nombre epi (griego: επí, sobre, por encima, exterior) genética. [...] Se refiere a las modificaciones funcionalmente relevantes al genoma, que no involucran un cambio en la secuencia del nucleótido” (http://en.wikipedia.org/wiki/Epigenetics [consultado en 8/2020]).

709 Curt Wohleber, “From Cheese to Cheese Food”, Invention and Technology, verano de 2001.

710 Stanley Scheindlin, “The Food and Drug Legislation of 1906”, Molecular Interventions, 8, Nº 1 (2/2008), pp. 5, 6; Otto L. Bettman, The Good Old Days–They Were Terrible! (Nueva York: Random House, 1974), caps. 7, 8.

711 Carol White, “How Pasteurization Works”, disponible en línea: http://science.howstuffworks.com/environmental/life/cellular-microscopic/pasteurization.htm/printable (consultado en 8/2020); Wohleber, “From Cheese to Cheese Food”.

712 Grace Jacques con Patricia B. Mutch, “Dinner at Elmshaven”, Sylvia Fagal, ed. (2002), pp. 3, 13, 14, 17, 19, CAR.

713 Carta de Arthur White al Hermano –––, 11/11/1940, en PEGW Q-A 22-C-1, citando a E. G. White y W. C. White. Estamos en deuda con Denis Kaiser por la traducción real al alemán de El ministerio de curación: “Strenger, scharfer Käse sollte nicht genossen werden” (No se debe comer queso fuerte, ácido [lit., disfrutar, darse al]). In den Fußspuren des großen Arztes (Hamburg: Internationale Traktatgesellschaft, 1907), p. 306.

714 Neal Nedley, M.D., Proof Positive (Ardmore, Okla.: Nedley, 1999), pp. 275, 276, 295.

715 Neal Barnard, “Trends in Food Availability, 1909-2007”, American Journal of Clinical Nutrition 91, supl. (2010), pp. 1.530S-1.536S, citado por Sylvia M. Fagal en la reseña de The Full Plate Diet, AR, 9/12/2010.

716 Reimpreso de How to Live, Nº 1 (1865), p. 58.

717 Para el debate, ver Roy Gane, “Leviticus, Numbers”, en The NIV Application Commentary: From Biblical Text to Contemporary Life, ed. Terry Muck (Grand Rapids: Zondervan, 2004), pp. 234-237.

718 Roland K. Harrison, “Leper; Leprosy”, International Standard Bible Encyclopedia, ed. Geoffery W. Bromiley (Grand Rapids: Eerdmans, 1986), t. 3, pp. 104, 105; ver también Coon, “Ellen G. White, Science, and Faith: Part I”, pp. 10, 11.

719 Herbert William Morris, Testimony of the Ages: or, Confirmations of the Scriptures (1883), pp. 185, 186, cita varias fuentes, incluyendo Kitto; Michaelis; Plutarco; Plinio; y el Dictionary of the Bible de Smith, pp. 3.345, 3.346.

720 Robert Jamieson, A. R. Fausset y David Brown, Commentary, Critical and Explanatory, on the Whole Bible (1871), disponible en línea: www.biblestudytools.com/commentaries/jamieson-fausset-brown (consultado en 8/20).

721 R. L. Foster, et al., “Effect of Diet on Growth of M. Lepre in Mouse Footpads” (Leprosy Research Foundation, Loma Linda, Calif.), Indian Journal of Leprosy 61, Nº 3 (7/1989); ver también R. L. Foster, et al., “Nutrition in Leprosy: A Review”, ibíd. 56, Nº 1 (1988), pp. 66-68.

722 Ver B. M. Clark, C. K. Murray, L. L. Horvath, et al., “Case-control Study of Armadillo Contact and Hansen’s Disease”, American Journal of Tropical Medicine and Hygiene 78, Nº 6 (6/2008), pp. 962-967; Richard Truman, “Armadillos as a Source of Infection for Leprosy”, Southern Medical Journal 101, Nº 6 (6/2008), p. 581, 582; S. Bruce, T. M. Schroeder, K. Ellner, et al., “Armadillo Exposure and Hansen’s Disease: an Epidemiologic Survey in Southern Texas”, Journal of the American Academy of Dermatology 43, Nº 1 (2000), pp. 223-228; Coon, pp. 11, 32-34.

723 Por un debate sobre el cerdo como uno de los alimentos más altos en grasa saturada, ver David Mendosa, “What’s Wrong With Saturated Fat”, disponible en línea: www.mendosa.com/blog/?p=153 (consultado en 8/2020); ver también “Cholesterol: List of Foods High in Cholesterol Content”, disponible en línea: www.dietaryfiberfood.com/cholesterol-high-avoid.php (consultado en 8/2020).

724 Ver, por ej., Ruth Feldman, Charles W. Greenbaum y Nurit Yirmiya, “Mother-Infant Affect Synchrony as an Antecedent of the Emergence of Self-Control”, Developmental Psychology 35, Nº 5 (1999), pp. 223-231.

725 Reimpreso de How to Live, Nº 2 (1865), p. 29.

726 Lisa A. Croen, Daniel V. Najjar, Bruce Fireman y Judith K. Grether, “Maternal and Paternal Age Risk of Autism Spectrum Disorders”, Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine 161, Nº 4 (2007), pp. 334-340.

727 Thacker, “Biological Clock Ticks for Men, Too: Genetic Defects Linked to Sperm of Older Father”, Journal of the American Medical Association 291 (2004), pp. 1.683-1.685; cf. New England Journal of Medicine 347, Nº 18 (31/10/2002), pp. 1.449-1.451.

728 J. Hope, “Birth Defect Risk ‘Rises With Age of the Father’ ”, Daily Mail de Londres, 21/7/2005, disponible en línea: https://www.dailymail.co.uk/home/sitemaparchive/day_20050707.html

729 M. Lauritsen, C. Pedersen y P. Mortensen, “Effects of Familial Risk Factors and Place of Birth on the Risk of Autism: a Nationwide Register-based Study”, Journal of Child Psychology and Psychiatry 46, Nº 9 (2005), p. 967.

730 Francis White nació el 29/9/1913.

731 O. Stutzer, Geology of Coal (Chicago: University of Chicago Press, 1940), pp. 309, 310; cf. E. E. Thurlow, “Western Coal”, Mining Engineering 26 (1974), pp. 30-33; y G. S. Rogers, “Baked Shale and Slag Formed by the Burning of Coal Beds”, U.S. Geological Survey Professional Paper, 108-A (1918); todos citados en Johns, “Ellen G. White and Subterranean Fires, Part 2”, Ministry, 10/1977.

732 Glenn Stracher, Geology of Coal Fires: Case Studies From Around the World (Boulder, Colo.: Geological Society of America, 2007).

733 Ver, p. ej., “Giant Humans and Dinosaurs”, disponible en línea: www.biblebelievers.org.au/giants.htm; cf. www.askabiologist.org.uk/answers/viewtopic.php?id=1220 (consultados el 8/2020).

734 Estamos en deuda con Michael W. Campbell y con Timothy G. Standish por parte del material de esta sección. Ver también *amalgama.

735 Cf. F. D. Nichol, Ellen G. White and Her Critics (RHPA, 1951), pp. 306-322; y “Amalgamation: Ellen G. White Statements Regarding Conditions at the Time of the Flood”, disponible en línea: www.egwestate.org/issues/amalg.html (consultado en 8/2020).

736 Nichol, Ellen G. White and Her Critics, pp. 306-322.

737 B. F. Snook y W. H. Brinkerhoff, The Visions of Mrs. E. G. White Not of God (Cedar Rapids, Iowa: Cedar Valley Times Book and Job Print, 1866), p. 9. Este folleto debe de haber sido publicado a principios de 1866 porque Uriah Smith comenzó a responder a él en la RH del 12/6/1866. En TI 7:213, E. G. White afirmó explícitamente el origen de los negros en la Creación.

738 Uriah Smith, “The Visions–Objections Answered: Obj. 37”, RH, 31/7/1866.

739 Smith, “Objections to the Visions”, RH, 12/6/1866.

740 Cf. Ronald D. Graybill, E. G. White and Church Race Relations (1970).

741 Delbert W. Baker, “In Search of Roots: Adventist African-Americans, Part 1, Exploring the History”, AR, 4/2/1993. La declaración de Baker aquí se basa en las conclusiones de su tesis doctoral, The Dynamics of Communication and African-American Progress in the Seventh-day Adventist Organization: A Historical Descriptive Analysis (tesis doctoral, Howard University, 1993; Ann Arbor, Mich.: University Microfilms International, 1993).

742 Ver, por ej., Elizabeth Cary Agassiz, ed., cartas de Dr. S. G. Howe a Louis Agassiz, Portsmouth, 3 y 10/8/1863, en Louis Agassiz: His Life and Correspondence (cap. 20), disponible en línea: http://www.gutenberg.org/ebooks/6078 (consultado en 8/20); ver también John Campbell, Negro-Mania: Being an Examination of the Falsely Assumed Equality of the Various Races of Men (Philadelphia: Campbell and Power, 1851), p. 11.

743 Hay abundante literatura que patrocina esta opinión alrededor de la época en que Elena de White escribió sobre el tema. Ver, por ej., Ariel [Buckner H. Payne], The Negro: What Is His Ethnological Status? 2a ed. (Cincinnati: The Proprietor, 1867), p. 31.

744 Para un ejemplo espectacular ver Aideen O’Doherty, Sandra Ruf, Claire Mulligan, Victoria Hildreth, Mick L. Errington, Sam Cooke, Abdul Sesay, Sonie Modino, Lesley Vanes, Diana Hernandez, Jacqueline M. Linehan, Paul T. Sharpe, Sebastian Brandner, Timothy V. P. Bliss, Deborah J. Henderson, Dean Nizetic, Victor L. J. Tybulewicz y Elizabeth M. C. Fisher, “An Aneuploid Mouse Strain Carrying Human Chromosome 21 With Down Syndrome Phenotypes”, Science 309 (23/9/2005), pp. 2.033-2.037.

745 Kennedy Institute of Ethics Journal 15, Nº 2, pp. 107-134; Nature 431, p. 885. Autoridad en Fertilización y Embriología Humana, “HFEA statement on its decision regarding hybrid embryos”, 5/9/2007, disponible en línea: https://www.bioeticaweb.com/hfea-statement-on-its-decision-regarding-hybrid-embryos/ (consultado en 8/20).

746 Por una lista completa de las declaraciones de EGW sobre esta cuestión ver “Ellen G. White Statements Concerning Secret Vice in Chronological Sequence” (1951; 65 pp.).

747 Robert Weiss, “Understanding Compulsive Masturbation”, disponible en línea: https://www.sexualrecovery.com/articles/understanding-compulsive-masturbation/ (consultado en 8/2020).

748 William M. Struthers, Wired for Intimacy: How Pornography Hijacks the Male Brain (Downers Grove, Ill.: IVP Books, 2009), pp. 169, 172. Ver también Patrick J. Carnes, “Cybersex, Courtship, and Escalating Arousal: Factors in Addictive Sexual Desire”, Sexual Addiction and Compulsivity 8, Nº 1 (2001), pp. 45-78; y Al Cooper, David L. Delmonico, Eric Griffin-Shelley y Robin M. Mathy, “Online Sexual Activity: An Examination of Potentially Problematic Behaviors”, Sexual Addiction and Compulsivity 11, Nº 3 (2004), pp. 129-143; G. Holstege, J. R. Georgiadis, A. M. Paans, L. C. Meiners, F. H. van der Graaf y A. A. Reinders, “Brain Activation During Human Male Ejaculation”, Journal of Neuroscience 23, Nº 27 (8/10/2003), pp. 9.185-9.193.

749 Alberta Mazat, That Friday in Eden: Sharing and Enhancing Sexuality in Marriage (PPPA, 1981), pp. 146, 147.

750 Ver Struthers, “Saturated With Porn”, pp. 19-39; y Michael Leahy, Porn Nation (Chicago: Northfield Publishing, 2008).

751 C. C. Pfeifer, Zinc and Other Micro-nutrients (New Canaan, Conn.: Keats, 1978), p. 45.

752 D. F. Horrobin, ed., Zinc (St. Albans, Vt.: Vitabooks, 1981), p. 8.

753 Según los editores de An Appeal to Mothers, Elena de White no leyó “otras obras sobre el tema” hasta después de completar el libro (p. 4). Sin embargo, sus ideas reflejan lo que afirmaban las autoridades médicas de su época.

754 Algunos de los médicos influyentes de esa época que trataron la masturbación fueron: Sylvester A. Graham, A Lecture to Young Men on Chastity (Providence: Weeden and Cory, 1834); Edward H. Dixon, A Treatise on Diseases of the Sexual Organs (Nueva York: Burgess, Stringer, and Co., 1845); y John H. Kellogg, Plain Facts for Old and Young (Burlington, Iowa: I. F. Signer, 1882).

755 Por una comparación de las similitudes y las diferencias entre las enseñanzas de Elena de White y las de sus contemporáneos sobre la masturbación, ver Eric Bahme, “Ellen G. White and the History of Self-Abuse” (trabajo final, Seminario Teológico Adventista, AU, Berrien Springs, Mich., 1987), pp. 22, 23, CAR.

756 En relación con la discusión de la preocupación en el siglo XIX por la masturbación y el tipo de tratamientos médicos usados, ver Frederick M. Hodges, “The Antimasturbation Crusade in Antebellum American Medicine”, Journal of Sexual Medicine 2 (2005), pp. 722-731; Phillip A. Gibbs, “Self-control and Male Sexuality in the Advice Literature of Nineteenth-Century America, 1830-1860”, Journal of American Culture 9 (1986), pp. 37-41; James Whorton, “The Solitary Vice: The Superstition that Masturbation Could Cause Mental Illness”, Western Journal of Medicine 175 (7/2001), pp. 66-68; Brian Strong, “Sex, Character, and Reform in America, 1830-1920” (tesis doctoral inédita, Stanford University, 1972), pp. 36, 37; y Eric Bahme, pp. 8-13, 23.

757 Bahme, pp. 22, 23.

758 Varias obras populares cristianas hacen eco del consejo general de Elena de White contra la masturbación. Ver, por ej., D. R. Heimbach, True Sexual Morality (Wheaton, Ill.: Crossway, 2004), pp. 222, 223; Stephen Arterburn y Fred Stoeker, Every Man’s Battle: Winning the War on Sexual Temptation One Victory at a Time (Colorado Springs, Colo.: Waterbrook Press, 2000), pp. 112-114; y Shannon Ethridge, Every Woman’s Battle: Discovering God’s Plan for Sexual and Emotional Fulfillment (Colorado Springs, Colo.: Waterbrook Press, 2003), pp. 39-43.

759 G. E. Fraser, Diet, Life Expectancy, and Chronic Disease: Studies of Seventh-day Adventists and Other Vegetarians (Oxford: Oxford University Press, 2003), pp. viii, 47, 58.

Enciclopedia de Elena G. de White

Подняться наверх