Читать книгу La mente del campeón - Джим Афремов - Страница 13

Sé grande en los actos

como lo has sido en el pensamiento.

WILLIAM SHAKESPEARE

No existe un camino dorado hacia la excelencia; la excelencia es el camino dorado. Hasta que no comiences a andar por ese camino, jamás tendrás la oportunidad de alcanzarla. Actúa cada día como si fueras un verdadero campeón, durante cantidades prestablecidas de tiempo y superando las expectativas normales. Esta es tu hora de la verdad. Te sientes seguro, estás concentrado y motivado, controlas la situación.

¿Cuál es la diferencia entre desempeñarte a tu máximo nivel y hacer exactamente lo mismo que haces todos los días? ¿Llegas temprano a la práctica o siempre se te hace tarde? ¿Tienes un plan semanal de entrenamiento o simplemente lo postergas porque estás demasiado cansado o demasiado ocupado con otras cosas? ¿Estás invirtiendo el esfuerzo extra necesario para alcanzar la excelencia?

El no medallista dice: “Algún día lo haré”. El medallista de oro lo hace y después afirma: “Hoy lo hice”. El ucraniano Serguéi Bubka, plusmarcador mundial en salto con garrocha y medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, aconsejaba a quien quisiera oírlo: “Hacer primero y hablar después”. Las acciones hablan más que las palabras, así que tómate unos segundos ahora mismo para preguntarte: “¿estoy haciendo lo que predico cuando me preparo para competir?”.

Habrá días en los que no te sentirás motivado o los nervios te dejarán exhausto y vacío. Sentirás que solo puedes aplicar tu plan de juego B o C. Ese será el momento de la verdad. Imagina, por ejemplo, que te sientes harto antes de comenzar el entrenamiento. En vez de abandonarte a esa sensación negativa, ataca tus ejercicios con entusiasmo durante los primeros treinta minutos, como si realmente te encantara hacerlos. Casi todo el tiempo estarás en ese estado positivo porque estarás superándote y alcanzando logros, y te sentirás mejor que antes.

La mejor y más rápida solución para superar esa resistencia, para desafiar viejos patrones de conducta y para modificar malos hábitos es simular hasta que por fin encuentres tu plan de juego A, recuperes tu estado o termine el partido. Sin prisa y sin pausa. Entrar en pánico no es una alternativa para un campeón.

Hacer exactamente eso que no quieres hacer (ir al gimnasio, seguir tu plan de alimentación) en vez de entregarte a tus miedos o ansiedad y aferrarte a lo conocido (posponer los ejercicios, comer la pizza entera) es una decisión clave en la encrucijada del camino, que determinará si alcanzas (o no) tus metas deportivas. Esta decisión es solo tuya: puedes actuar como un auténtico campeón o tomar el camino más fácil y hacerte el desentendido.

Atraviesa ese callejón que hoy parece no tener salida. Con la frente en alto y a paso firme y decidido. Mantén la cabeza en el juego. Maximiza tus recursos mentales. Tarde o temprano desarrollarás nuevas maneras de ser y actuar que solas se volverán automáticas. Esta estrategia es un punto de inflexión y una oportunidad única para reconectarte con tus emociones y comportamientos óptimos. Actuar como campeón realmente da frutos si trabajas para lograrlo. Por eso, ¡manos a la obra!