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DESARROLLO DE LA FE
ОглавлениеTareas para el desarrollo de la niñez temprana
Nombre del niño
Fe en la Palabra de Dios
Disfruta de las historias de la Biblia y considera algunos personajes bíblicos como amigos queridos (Daniel, Noé, Jesús, y otros).
Sabe de memoria algunos versículos de la Biblia y puede decir algo acerca de su significado.
Usa algunos versículos bíblicos para ayudarse en el diario vivir (cuando tiene miedo o se siente tentado a hacer algo malo, etc.).
Relación de fe con Dios
Sabe y siente que Dios y Jesús lo [la] aman todo el tiempo.
Demuestra amar a Dios, que es feliz con su amistad y quiere agradarle.
Manifiesta culpa y siente pesar cuando ha hecho algo malo.
Generalmente confiesa o admite que ha hecho algo errado.
Saca provecho de la disciplina (procura hacer lo mejor en el futuro).
Respeta los deseos de los padres y los maestros, y trata de agradarles.
Le gusta hablar con Dios por medio de la oración.
Recurre a la oración para pedir perdón por sus errores y buscar ayuda, cuando la necesita.
Confía en el perdón de Dios y en su ayuda durante las dificultades.
Fe para el diario vivir
Sabe sacar la lección (lo que debe aprender) de un relato bíblico u otra historia sobre la formación del carácter.
Aplica la “moraleja” de la historia a su propia vida.
Conoce un conjunto claro de reglas de “sí” y “no” que guían su conducta, y las sigue la mayor parte del tiempo.
Reconoce la voz de la conciencia (sabe que está mal hacer algunas cosas).
Puede seguir la voz de la conciencia y privarse de hacer algo que quiere hacer, pero que sabe que está mal.
Sabe cómo decidir qué es lo correcto y qué, lo incorrecto en una situación nueva.
Relación de fe con otras personas
Reconoce cómo se sienten otras personas y quiere ayudarlas cuando tienen necesidades.
Está aprendiendo a entender los efectos de sus acciones sobre otras personas (que al otro niño le duele cuando él [o ella] lo golpea).
Acepta el perdón cuando ha hecho algo malo.
Por lo general, perdona a alguno que lo [la] ha tratado injustamente.
Por lo general, obedece las reglas (en casa, con los amigos o los abuelos, en el jardín de infantes o en la guardería infantil, en la Escuela Sabática, etc.).
Conoce las reglas de Dios y trata de obedecerlas.
Confía en sus padres y maestros.
Tus hijos tendrán un fuerte fundamento para la fe, el carácter cristiano y la vida espiritual, si durante su temprana niñez han aprendido a:
1 Amar, confiar y obedecer a sus padres y a Dios.
2 Empatizar con la gente y tratarla amablemente.
3 Perdonar y ser perdonados.
4 Gustar de la amistad con Jesús.
5 Ser autodisciplinados.
Como el desarrollo de la fe es un viaje de toda la vida, las tareas de desarrollo espiritual continúan durante la niñez avanzada. Cada una de las tareas de la niñez temprana se profundiza, expande y madura, durante la etapa avanzada y en la temprana adolescencia.
Sin embargo, el desarrollo de la fe durante la niñez avanzada introduce algunas nuevas tareas. El conocimiento de la Palabra de Dios se expande grandemente, junto con un mayor entendimiento de las doctrinas de la iglesia. Emerge la aceptación de Jesús como Salvador personal y la oración toma un rol más maduro. La autoestima cristiana comienza a ser evidente, y el niño basa en principios la toma de decisiones de orden moral. Se torna más clara la identificación con la iglesia. El servicio a otros ayuda a ligar a Dios con las personas.
Las tareas de desarrollo espiritual de la temprana niñez son prerrequisitos para las tareas más maduras de la niñez avanzada, por cuanto proveen el fundamento para todo desarrollo de la fe. Afortunadamente, los vacíos en el desarrollo espiritual temprano pueden ser rellenados –con gran esfuerzo, sin embargo– durante la niñez avanzada.