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3.7 La primera revista especializada, el Día de la Radio y la primera reina
ОглавлениеRadiocultura fue la primera revista especializada en radio. Apareció en 1935, dirigida por Rosa Hernando. Colaboraban en ella: Germán Gallo Porras, G. Corzo, Luis Alayza y Paz Soldán, José Hernando, Roberto Ralston, Augusto Taimán y otros.
La importancia alcanzada por el medio en esos años se expresa en la celebración, por primera vez, del Día de la Radio en 1936. La iniciativa surgió de la revista Radiocultura, y fue acogida con entusiasmo por aficionados, diarios y emisoras. El 20 de junio de 1936, once años después de la primera emisión oficial de OAX, La Crónica decía de manera solemne: “Aunque oficialmente no se ha instituido, pero debido a motivos cronológicos superiores, hoy es el día de la radio en el Perú” (La Crónica, 20 de junio de 1936).
Las emisoras Dávila, Internacional, Grellaud, Castellano, Gilco, Goicochea y, por supuesto, OAX4A Radiodifusora Nacional, elaboraron programas especiales para conmemorar la fecha. En Goicochea asistieron como invitados varios representantes de la prensa y el escritor Antonio Garland disertó sobre la historia de la radio e hizo una reseña de sus años al frente de la dirección artística de OAX. La Radiodifusora Nacional, por su parte, invitó a todos los directores artísticos de las estaciones locales para que expresaran su parecer sobre el presente y el futuro del medio. El periodista Luis Lama dio una charla en Goicochea en términos similares a un artículo suyo publicado en El Comercio, en el que rememoraba, exultante:
Cientos de personas agrupadas en torno a los portavoces de las plazas públicas escuchaban alborozadas los detalles que les portaba el éter. Familias enteras en comunión con los vecinos de sus alrededores, se disputaban los fonos conectados a minúsculos aparatos construidos rudimentariamente a base de mica, de cartón, con hilos de bobinas y trozos pequeños de galena o de pirita, que extendían su embrionaria manifestación hacia los mástiles improvisados de las primeras antenas que se erguían orgullosamente sobre las azoteas […].
Al dejar su exclusividad para determinados núcleos favorecidos por el halago de la fortuna, pasó a sernos familiar. Perdíanse en las nebulosidades del pretérito los primeros aparatos rudimentarios. De los laboratorios extranjeros, siguiendo las pautas del progreso, nos llegaron los primeros tubos electrónicos, revolucionándose la manufactura de los aparatos receptores. Restábasenos la emoción íntima del esfuerzo personal traducido en la confección de un receptor construido en casa, pero en cambio ganábamos con la ampliación de la voz dentro del hogar y la selección de los programas. Decretóse, así, la desaparición de las victrolas y el auge de los radiófilos (El Comercio, 21 de junio de 1936).
Meses antes, durante el carnaval de 1936, la radio había elegido ya a su primera reina. Se trataba de Rosa Elvira Figueroa, la directora artística de Radio Goicochea. El 10 de marzo, Rosa Elvira I asistió al homenaje de la emisora en la que trabajaba; la acompañó su “corte de honor” compuesta por “princesas” de las estaciones Nacional, DUSA, Dávila, Miraflores y Gildred (La Crónica, 7 de marzo de 1936).