Читать книгу Una obediencia larga en la misma dirección - Eugene Peterson - Страница 10
Durante el trayecto
ОглавлениеPaul Tournier, en su libro A Place for You, describe la experiencia de estar entremedio—entre el momento en que dejamos nuestro hogar y el momento en que llegamos a destino; entre el momento en que dejamos atrás la adolescencia y llegamos a la vida adulta; entre el momento en que abandonamos las dudas y llegamos a la fe.6 Es como el momento en que un trapecista suelta la barra del trapecio y permanece como suspendido en el aire, listo para agarrarse de otro soporte; es un momento de peligro, de expectativa, de incertidumbre, de entusiasmo, de extraordinaria vitalidad.
Los cristianos reconocerán cuán apropiadamente se pueden entonar estos salmos en medio de diversos momentos: entre el momento en que dejamos el ambiente mundanal y llegamos a la asamblea del Espíritu; entre el momento en que dejamos el pecado y llegamos a la santidad; entre el momento en que dejamos nuestro hogar los domingos a la mañana y llegamos a la iglesia adonde nos reunimos con el pueblo de Dios; entre el momento en que dejamos las obras de la ley y llegamos a la justificación por fe. Son canciones de transición, himnos breves que nos aportan valentía, apoyo y guía interior para ayudarnos a llegar al lugar hacia donde nos está guiando Dios en Cristo Jesús.
Entretanto, el mundo susurra: «¿Para qué te molestas? Existe a tu disposición una gran cantidad de diversiones sin tener que meterte en todo esto. El pasado es un cementerio: ignóralo; el futuro es un holocausto: evítalo. No hay ninguna compensación para el discipulado, no hay ningún destino para la peregrinación. Obtén a Dios de una manera rápida; por medio del carisma instantáneo.» Pero hablan otras voces—aunque no tan atractivas, por lo menos más verdaderas. Thomas Szasz, en su terapia y escritos, ha intentado revivir el respeto por aquello que él llama «las verdades humanas más simples y antiguas: es decir, que la vida es una lucha ardua y trágica; que lo que llamamos «cordura,» lo que queremos decir por medio de «no ser esquizofrénicos,» tiene mucho que ver con la capacidad, ganada por medio de la lucha por la excelencia; con la compasión, ganada duramente por medio de los conflictos de confrontación; y con la modestia y la paciencia, adquiridas a través del silencio y el sufrimiento.»7 Su testimonio ratifica la decisión de aquellos que se comprometen a explorar el mundo del Cántico de los peregrinos, que lo excavan para encontrar sabiduría, y lo entonan para alegrarse.
Estos salmos eran sin duda utilizados de esa manera por las multitudes que, según nos relata Isaías, decían: «Subamos al monte de Sión, al templo del Dios de Israel, para que él mismo nos enseñe y obedezcamos sus mandamientos» (Isaías 2.3). Son también evidencia de lo que Isaías prometió cuando dijo: «Ustedes, en cambio, escucharán canciones como en una noche de fiesta; irán con el corazón alegre, como los que caminan al ritmo de las flautas. Irán al monte de Dios, pues él es nuestro refugio» (Isaías 30.29).
Todos aquellos que viajamos por el camino de la fe necesitamos, de vez en cuando, ayuda. Necesitamos que nos den aliento cuando nuestro espíritu flaquea; necesitamos dirección cuando el camino es incierto. Una de las «pequeñas oraciones» de Paul Goodman expresa nuestras necesidades:
En el camino hacia la muerte
Marchando penosamente, sin anhelo de llegar
A esa ciudad, sin embargo el sendero es
Todavía demasiado extenso para mi paciencia.
—enséñame una canción para la marcha,
Maestro, para caminar juntos
Como solíamos exclamar los niños
Cuando era un joven boy scout (explorador).8
Para los que eligen vivir como peregrinos y no ya como turistas, el Cántico de los peregrinos combina toda la alegría de las canciones para la marcha con la practicidad de una guía y un mapa. Su brevedad sin pretensiones está excelentemente descrita por William Faulkner. «No hay monumentos, sino huellas de pisadas. Un monumento sólo dice: ‘Por fin llegué hasta aquí’, mientras que una huella dice: ‘Aquí me encontraba cuando comencé nuevamente a avanzar.’»9