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Asesoramiento de viajeros
ОглавлениеEn el salmo se mencionan tres posibles peligros para los viajeros. Una persona que viaja a pie puede, en cualquier momento, pisar sobre una piedra suelta y torcerse el tobillo. Una persona que viaja a pie bajo una prolongada exposición al calor del sol, puede sentirse mareada debido a una insolación. Y una persona que viaja una larga distancia a pie, bajo las presiones de la fatiga y la ansiedad, puede enfermarse emocionalmente, lo cual describían los antiguos escritores como locura (lunático, o sea, afectado por la luna). Podemos actualizar la lista de peligros. Las disposiciones para guardar el orden público pueden venirse abajo con una facilidad alarmante: un loco con una pistola o con un artefacto explosivo puede, al instante, convertir los planes computarizados de viaje de trescientos pasajeros de avión en una completa anarquía. La enfermedad puede abrirse paso a través de nuestras defensas farmacéuticas e invadir nuestros cuerpos con un dolor paralizante y muerte. Un accidente—en un automóvil, desde una escalera, en un campo de deportes—puede, sin ninguna advertencia, interrumpir nuestros planes cuidadosamente explayados. Nosotros intentamos tomar precauciones por medio del aprendizaje de las reglas de seguridad, colocándonos el cinturón de seguridad y tomando pólizas de seguro. Pero es imposible garantizar la seguridad.
Con relación a estos peligros, el salmo dice: «No permitirá que tu pie resbale;… El SEÑOR es quien te cuida… de día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.» ¿Debemos sacar la conclusión entonces que los cristianos nunca se tuercen el tobillo, nunca padecen insolación, nunca tienen problemas emocionales? Así es como suena. Sin embargo, conocemos muchos casos que prueban lo contrario. Algunos de los mejores cristianos que he conocido se han torcido el tobillo, se han desmayado, han estado llenos de ansiedad. Dicho de esa manera, o estoy equivocado (esas personas que pensaba que eran cristianas, en realidad no lo eran y por consiguiente el salmo no se aplica a ellas) o el salmo está equivocado (Dios no hace lo que afirma el salmo)