Читать книгу Experiencias en gestión de la innovación en salud - Galo Peralta Fernández - Страница 21
¿PROTEGEMOS LA PROPIEDAD INTELECTUAL?
Оглавление–Dr. K, hemos oído que quieren mandar ustedes un artículo sobre el proyecto. ¡No pueden hacerlo, se cargarían la patente! –advertimos al equipo, como ya hemos hecho en tantas charlas divulgativas sobre patentes.
–Vaya, ¿y estáis seguros de que tenemos que patentar? –nos contesta el Dr. K, dejándonos con una cierta inquietud.
Inquietud que proviene del hecho de que raramente está tan claro que haya que patentar, o en términos más generales, proteger la propiedad intelectual. No es evidente que haya que hacerlo, tampoco lo es cuál sería la mejor figura (patente, modelo de utilidad, registro de software, secreto industrial), ni mucho menos cuándo sería el momento apropiado. Qué hacer con la propiedad intelectual, y cuándo, es una de las decisiones más problemáticas en un proyecto de innovación. Por desgracia, el investigador o innovador no suele estar familiarizado con las sutilezas de estos procesos, por lo que, aunque intentemos hacerle partícipe de las decisiones, estas recaen básicamente sobre las espaldas del gestor.
Algunos de los desastres que podemos desencadenar en este momento serían: no patentar y que ello impida una posterior transferencia a una empresa; patentar demasiado caro, sin que luego sirva para nada; patentar barato pero mal y que no sirva para nada, encima pagando; patentar demasiado pronto y que al cabo de un máximo de 30 meses nos aboquemos a unos costes inasumibles y hayamos de abandonar la patente; intentar patentar demasiado tarde y que alguien (interno o externo) haya publicado al respecto y ya no se pueda patentar; etc., etc. La casuística es muy variada, y las posibilidades de equivocarse, muchas. Otro peso más a las espaldas del gestor.