Читать книгу Macrovictimización, abuso de poder y victimología: impactos intergeneracionales - Gema Varona Martínez - Страница 41

2. Propuestas concretas de dinámicas de memoria restaurativa

Оглавление

“No puedo inventar un odio que no tengo” (Philippe Lançon, superviviente del atentado contra ‘Charlie Hebdo’)

Las dinámicas de memoria restaurativa permiten abrir espacios, siempre voluntarios y respetuosos, de conversaciones complejas y difíciles, conscientes del papel del silencio. Se trata de favorecer un diálogo (como intercambio de significado y no de mera información), basado en la creación de un sistema restaurativo previo (conjunto dinámico y proactivo de acuerdos sobre los valores básicos, la estructura y el proceso que han de respetarse) para una dinámica compleja de transformación de la violencia, donde prima el entendimiento mutuo mediante la escucha, la responsabilidad propia y el compromiso con los compromisos acordados. Ese sistema restaurativo previo implica el reconocimiento del problema y de los fundamentos para el diálogo (partiendo, en su caso, de iniciativas previas adecuadas). El objetivo es asegurar una buena escucha que permita la conexión y la rehumanización porque la violencia va precedida siempre de deshumanización y provoca cosificación25. Hay que respetar los tiempos y silencios y, al mismo tiempo, ofrecer la colaboración para buscar plataformas de salida, venciendo desconfianza y temores, buscando que las personas facilitadores de esa memoria restaurativa respeten los principios éticos y conozcan el contexto, pero no prejuzguen futuros, y apoyen a todos en una conversación reparadora, donde exista un espacio de confianza, previa aclaración de expectativas, para expresarse, donde se manejen las emociones, donde no se pierda la perspectiva de humanidad, donde se pueda aprender de lo sucedido, en lugar de ocultarlo o negarlo, y donde se pueda invitar a todas las personas concernidas en un ejercicio de reparación solidaria para con las víctimas.

En los círculos restaurativos de memoria restaurativa (con sus posibles fases de pre-círculo, círculo y post-círculo) se preguntaría quién se quiere que, de forma particular, escuche lo que una víctima tiene que decir. Además, se aseguraría, mediante un intercambio recíproco de preguntas por parte de la persona facilitadora, que se llega a entender el significado de lo que se dice y no sólo la información transmitida. Rompiendo el tiempo lineal, se partiría de la situación del presente para crear un espacio de confianza y conexión desde el que se pueda retroceder a otros lugares del pasado más difíciles o traumáticos y, simultáneamente, permita significar que cada persona es más que el rol que ha jugado en el delito o la victimización y que puede cambiar con el tiempo, su propio compromiso y la ayuda de otras personas. Finalmente, pensando en el futuro y en la reparación (aunque sea sólo simbólica) se preguntaría a las personas qué les gustaría oír, escuchar u ofrecer, en su caso, y a qué se podrían comprometer con una memoria restaurativa, de forma concreta, en cuanto a acciones y tiempos. De este modo, asegurar la preocupación por la escucha, el reconocimiento y la responsabilización permitiría establecer, para aquellas personas interesadas, una conexión interpeladora y reparadora, incluso en los delitos más graves26.

En las dinámicas de memoria restaurativa, y en su investigación (Hiltunen et al, 2020), podrían utilizarse, como se ha hecho en algunos trabajos citados en este texto, elementos de arte colaborativo. La expresión artística y creativa, que de algún modo enlaza con la memoria restaurativa, al suspender el tiempo lineal, puede analizarse de forma paralela a los valores de la justicia restaurativa (dignidad, solidaridad, verdad, encuentro, apertura, imaginación y reparación)27, y puede utilizarse en diferentes fases de proyectos restaurativos para la preparación (por ejemplo, para pensar en los temas importantes y en la utilización, en su caso, de un objeto de palabra) y realización de las dinámicas, así como forma de reparación misma, y como proceso de elaboración de material para la evaluación e investigación posterior. En este sentido, hablamos de un arte colaborativo porque se necesita de los demás (en su caso definidos como creadores o artistas) para crear e interpretar lo creado. El arte permite crear condiciones de empatía (en el sentido de la imaginación ética de la que nos habla Spinoza) y de conversaciones sobre temas y emociones difíciles de expresar con palabras, donde se asegure una participación reparadora. También puede permite abrir la imaginación a un cuestionamiento del pasado y presente para posibilitar un “recomenzar”, definido tentativamente como una transformación de las condiciones culturales, sociales y políticas que hicieron posible la victimización y, en su caso, agravaron las consecuencias de la misma.

Como indica Oz (2006, p. 57), la “esencia del fanatismo reside en forzar a otros a cambiar” y recomienda el humor y la lectura de la literatura para estar alerta ante el fanatismo. El humor implica la habilidad de verte como otros pueden verte, es la capacidad de reconocer que, a pesar de todo, incluso si hemos sido agredidos, conservamos algo que resulta gracioso y ello no resulta contradictorio con nuestra indignación ante la injusticia. La imaginación, por su parte, siguiendo a Oz (2006) inyecta pensamiento crítico y capacidad de convivencia.

La música también puede traer a las dinámicas de memoria restaurativa otras formas de pensar, quizá sobre el paso del tiempo, como nos muestran las palabras siguientes de una conocida canción.

Who Knows Where the Time Goes

Sandy Denny

Across the evening sky, all the birds are leaving

But how can they know it’s time for them to go?

Before the winter fire, I will still be dreaming

I have no thought of time

For who knows where the time goes?

Who knows where the time goes?

Sad, deserted shore, your fickle friends are leaving

Ah, but then you know it’s time for them to go

But I will still be here, I have no thought of leaving

I do not count the time

For who knows where the time goes?

Who knows where the time goes?

And I am not alone…

Finalmente, en relación con las metáforas que podemos trabajar sobre la violencia en general, terminamos aludiendo a dos imágenes, una de un texto y otra de una película. En el poema contenido en Cables to Rage, de Audre Lorde, se abre un espacio para crear un lugar de relaciones positivas, a pesar de la injusticia. Al mismo tiempo, en la película de Bergman (1977)28, Los huevos de la serpiente, ambientada en la Alemania de los años veinte, se nos advierte del peligro, a largo plazo, del miedo y el odio presentes en la sociedad, aunque pasen desapercibidos y todavía no se hayan materializado en violencia física.

Macrovictimización, abuso de poder y victimología: impactos intergeneracionales

Подняться наверх